ÍNDICE
GENERAL: Pulsando el siguiente enlace, se llega a un índice general,
que contiene los artículos más importates que hasta ahora hemos
editado en "De Cnossos a Tartessos” . PARA LLEGAR A ELLOS,
hacer clik sobre:
.
Este artículo ha pasado a pertenecer a nuestro blog: "Arte, simbología y humanismo".
PARA ACCEDER A ÉL, PULSAR:https://artesimbologiayhumanismo.blogspot.com/2019/12/caida-del-imperio-romano-y-caida-del.html
.
Los
capítulos se desarrollan en un texto escrito en negro y se acompañan
de imágenes con un amplio comentario explicativo (recogido
en rojo y cuya finalidad es razonar ideas).
Si desea leer el artículo entre líneas, bastará con seguir
la negrilla y las
letras rojas destacadas.
.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al lado, terracota que representa una nave considerada una birreme,
seguramente púnica; fechada hacia el siglo IV a.C., fue
hallada en el Cerro de las Balsas, Alicante. Es propiedad del Museo
Arqueológico de Alicante, que la expone tal como la vemos y al que
agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen. Abajo,
fotografía detallada de la misma terracota, en la que podemos contar
el número de sus orificios para remos; resultando un total de
veinticuatro en su eslora de estribor
(la inferior).
.
.
.
A)
INTRODUCCIÓN:
Este
artículo es un resumen corregido y aumentado de otro mío, publicado
hace unos meses en el blog “ARQUEOLOGÍA,
FLAMENCO Y PREFLAMENCO” -intitulado
“CANAÁN Y LOS PUEBLOS
QUE COLONIZARON IBERIA...”- .
A los interesados en consultar este trabajo inicial, les recomendamos
hacerlo a través del enlace que presentamos en cita (1)
;
donde accederán a varios
capítulos que formaban parte de un gran libro que redacté entre los
años 2008 al 2010. Un estudio muy extenso, dedicado a los orígenes
del folklore del Sur peninsular y que pensaba titular: “Prehistoria
e Historia del Flamenco”.
Finalmente, este proyecto de libro que
ya había acanzado las seiscientas páginas -aunque tan solo llegaba
a la etapa romana-; no
encontró apoyos
académicos (ni empresariales) para
conocer la luz, por lo que quedó inédito. Por lo que desde el año
2015 decidí divulgarlo en este blog llamado “ARQUEOLOGÍA,
FLAMENCO Y PREFLAMENCO”
(2)
donde
voy recogiendo los capítulos escritos tiempo atrás.
.
SOBRE
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Arriba, dibujo mío
de una trirreme griega, de unos treinta y cinco metros de eslora y
amplia vela.
Con una embarcación de este tipo se podía alcanzar una velocidad
media superior a los seis nudos, lo que suponía avanzar unas 144
millas diarias (navegando las veinticuatro horas; tal como era común
hacer, ya que desde el amanecer se orientaban con las sombras y
durante la noche por las estrellas). Ello permitía
viajar unos 270 kilómetros diarios y cargar miles de kilos en
mercancías, pues una nave de gran tamaño podía transportar más
toneladas que su longitud en metros
(hablamos de 35.000 kilos en este caso).
Todo ello convertía por entonces en zonas aisladas, aquellas que
estaban alejadas de los mares. Pues el transporte por caminos, era
difícil y peligroso;
pudiéndose hacer tan solo con carros tirados por animales, que
apenas cargaban una tonelada y solo avanzaban unos cincuenta
kilómetros al día. A ello había de sumarse la posibilidad de
asaltos y de cierres de las vías, debido a que los propietarios de
las tierras negasen paso o bien a las guerras que se librasen. Todo
esto convertía las áreas de interior lejanas al mar, en zonas mal
comunicadas y muy atrasadas. Tanto que debemos
pensar que hace tres mil años, Fenicia estaba más cerca de Gadir,
que Cádiz de Madrid.
Pues desde las costas de Canaán se podían transportar miles de
kilos de carga y centenares de hombres, en una trirreme y apenas en
quince días. Mientras desde Gadir al centro peninsular llevar
cuarenta carros tendría un enorme riesgo y necesitaría más días
de viaje. Abajo, una
“pentera” fenicia también dibujada por mí.
.
.1-
La franja roja llamada Canaán:
Dos
etimologías tiene el apelativo
que toma esa “media luna” de tierra situada desde el actual
Libano, hasta la Península del Sinaí (fronteriza con Anatolia y
Egipto). La
primera y más admitida, nos dice que Canaán significa “país de
la púrpura”,
y que procedería del término acadio “Kinahu”, cuyo sentido en
aquel idioma de Mesopotamia era “rojizo”. Sabemos que este nombre
era ya dado por los egipcios desde el siglo XV a. C. a toda la zona
que nos referimos; denominación que aparece igualmente en tablillas
babilónicas cuneiformes y que pasa con igual sentido a los textos
veterotestamentarios bíblicos. Este
es el origen de la palabra Canaán que admiten la mayoría de
autores, aunque haya otros que la consideran derivada de un término
de raíz propia que significaría “comercio”, o “tierra de
comerciantes”
(3)
.
En
cualquier caso y sabiendo que las telas tintadas con el murex
(púrpuras) fue el producto más significativo de esa cultura -con
el que más comerciaron los caananitas-; ambos términos pudieran
haberse confundido. Tanto que la voz “comercio” debió ser
análoga a la de “púrpura”, tal como sucedió en otras lenguas,
donde vocablos muy cercanos terminan por ser sinónimos -algo que
podemos ver en el castellano antiguo, donde “plata”, “vellón”
y “dinero”, fueron palabras análogas (pues el valor de mercado
se medía en los precios de las lanas, que se intercambiaban
fundamentalmente por dineros acuñados en plata y llamados vellones,
como la piel del cordero)-. Sea como fuere, la
palabra Canaán es sin lugar a dudas un sinónimo casi exacto a
“Fenicia”;
una segunda denominación que
procede del griego “foinix” (foinix),
que significaba rojizo y se aplicaba tanto a los fenicios como a los
cartagineses -siendo “foinix” el origen a la voz “púnico”-.
Pero
los hebreos (también habitantes de la Tierra de Canaán) no se
consideraban del todo pertenecientes a esta “estirpe roja”.
Lo que corroboraría la teoría de que fenicio y canaáneo fueran
voces entendidas como sinónimos desde mediados del II milenio a.C..
Debido a ello,
otros pueblos ajenos a Fenicia pero habitantes de la zona, no
aceptaban realmente el apelativo de “hijos de Canaán”. Un
hecho que se muestra en
el Génesis
(10, 6), donde
escribe que tales canaánitas son anteriores a la emigración de
Israel y los categoriza como “hijos” de Cam: Camitas,
tal como lo eran Kush (Etiopía), Mishayim (Egipto, Alto y Bajo) y
Punt (o Put, en el sur del Nilo). Considerando
pues, que Canaán nace de la influencia de Egipto en la zona de
Oriente Medio y en tiempos premosáicos;
definiendo así a los canaánitas anteriores a Israel, como pueblos
originados de migraciónes procedentes del sur (camitas o hijos de
Cam, de procedencia africana). Por cuanto
La Biblia menciona poco después (Gen.10,
15 ss) entre
los otros hijos de Canaán, a Sidón (Fenicia) y a Jet (los
hittitas); lo cual demuestra que el concepto de canaánita para los
israelitas se identificaba totalmente con el de egipcio emigrado a
las costas de Asia Menor. Gentes
unidas a su vez con los indoeuropeos invasores, procedentes de
Anatolia y llegados hasta Fenicia con la expansión del Hierro (desde
el siglo XIV a.C.).
BAJO
ESTAS LINEAS:
El
Mundo del Génesis” tal como lo identifican Robert Graves y Rafael
Patai
en su libro "Los Mitos Hebreos" (agradecemos
a los herederos de Graves-Patai nos permitan divulgar este mapa). En
este observamos las culturas que poblaban por entonces el Mundo
Antiguo, que se consideraban todas descendientes de Noé,
quien tuvo tres vástagos: Sem, Cam y Jafet de los cuales se originan
las tres "razas" o civilizaciones humanas -semítica,
camítica y jafética-
(4)
. Entre ellos, Sem
será el antecesor de Israel, mientras otros canaáneos descenderían
de Cam.
Pues tal como podemos leer en el Génesis (X; 15-19)
“Canaán engendró a Sidón,
su
primogénito, y a Het, y al jebuseo, y al amorreo, y
al
gergeseo, y al heveo, y al araceo, y al
sineo,
y al arvadeo, y al zemareo
y
al hamateo; y después se
dispersaron
las
familias de los
cananeos.
Y fue el territorio de los cananeos
desde
Sidón, viniendo a
Gerar
hasta
Gaza, hasta entrar
en
Sodoma
y Gomorra, Adma
y
Zeboim,
hasta
Lasa”. Continuando
El Génesis con la genealogía de Sem, del siguiente modo (X; 21-31):
“También
le nacieron hijos
a
Sem, padre de todos los hijos
de
Heber, y hermano mayor de
Jafet.Y
los hijos de Sem: Elam, y
Asur,
y Arfaxad, y Lud y Aram. Y los hijos de Aram: Uz, y
Hul,
y Geter y Mas. Y Arfaxad engendró a Sala,
y
Sala engendró a Heber. Y a Heber le nacieron dos hijos:
el
nombre
de
uno fue
Peleg,
porque
en sus días se
dividió
la
tierra; y el nombre de su hermano,
Joctán.
Y Joctán engendró a Almodad, y a Selef, y a Hazarmavet,
y
a Jera, y a Adoram, y a Uzal, y a
Dicla,
y a Obal, y a Abimael, y a
Seba,
y a Ofir, y a Havila y a Jobab;
todos
éstos fueron
hijos
de
Joctán.
Y fue su habitación desde
Mesa,
camino a Sefar, hasta la
región
montañosa del oriente. Éstos fueron los hijos de Sem
por
sus familias, por sus lenguas,
en
sus tierras, en sus naciones”.
De
esta genealogía bíblica, sucederá que la estirpe judía nazca solo
de Sem; a quien se deben todos los hijos de Heber -hebreos-.
Pero además
se observará que entre los vástagos de Canaán está Amorreo, quien
es sin duda el tronco de los Amorritas o de las tribus que vinieron
desde la Península Arábiga hacia el 2200 a.C.;
llegando al Sinaí para invadir posteriormente esa zona de Oriente
Medio y Mesopotamia. Los que son indiscutiblemente el origen
histórico de los pueblos beduinos que
crearon varias de las tribus Sináicas; como fueron los judíos e
israelitas (de
quienes hablaremos más tarde).
Continuando
con el modo en que La Biblia narra el poblamiento de Canaán por los
israelitas:
Éxodo -17- menciona una victoria contra los Amalequitas (antiguos
habitantes canaanitas del Sinaí) y más tarde Josué -11- intitula
su pasaje como “conquista del Norte de Canaán”. Tras ello, en
Josué -12- se citarán “los monarcas y pueblos de Canaán”
vencidos y expulsados por los israelitas. Estos son, entre otros:
Amorreos, Canaanitas, Guirgaseos, Hittitas, Hivitas etc.; igualmente
mencionan como expulsados a los cadmoneos, giblitas, sidonios y
filisteos (es decir: A los de Biblos y Cadmo, a los Fenicios de Tiro
y Sidón y a los Pueblos del Mar asentados en Gaza). Por su parte, en
los siguientes versículos de Josué se exponen las victorias y
conquistas sobre distintas ciudades y reyes de estas tierras. Así,
en
esta última lista de pueblos que menciona El Antiguo Testamento,
observamos una mezcla de culturas entre los que se hallan los
propiamente originarios de Canaán (amorreos y canaanitas) junto a
otros que se consideran invasores de la zona; como fueron los
llamados Pueblos del Mar y los Hittitas
(llegados a Oriente Medio desde Anatolia a partir del siglo XVI a.
C.). Por su parte,
El Antiguo Testamento presenta otra relación de gentes contra las
que Israel lucha y que eran propiamente fenicios o egipciopúnicos;
como los sidonios o los giblitas
(naturales de Sidón o Biblos).
En
todo ello se percibe el deseo claro y conciso de distinguir a los
judeo-israelitas de otros pueblos que cohabitaron con ellos en
tierras de Canaán. Destacando comúnmente entre los enemigos -por su
proximidad fronteriza- a los de estirpe fenicia (sidonios
y giblitas); pero
sobre todo a los más odiados por los judíos, como fueron los
hititas y los filisteos -de
origen marino e indoeuropeo-. Siendo
hoy los filisteos considerado un Pueblo del Mar que invadió Canaán;
a nuestro modo de entender se trataría de cretochipriotas llegados a
Oriente Medio tras la guerra de Troya
(hacia el siglo XII a.C). Cuando los dorios comienzan a asediar Creta
y Chipre, acabando con la cultura minóica; por cuanto considero
probado que aquellos
filisteos eran micenios y minóicos, huidos hasta las costas de
Canaán en los años en que el hierro se expande y sus culturas se
desvanecen
(como otras civilizaciones del bronce que tocaron a su final entre el
siglo XII y el XI a.C.). Aunque
debemos considerar una primera migración “filistea” cuando
estalla el Tera-Santorino;
volcán sito junto a Creta cuya caldera revienta en 1680 y sigue
erupcionando hasta el 1580 a.C.. Un siglo de temblores y erupciones
en el que quedará devastada la cultura minóica y la chipriota;
debiendo huir los habitantes de estas islas hasta tierras lejanas,
estabeciéndose en zonas como Canaán o Egipto. Por cuanto recogemos,
la primera llegada de los filisteos a Canaán sería casi coetánea a
las fechas que lo hicieron los judíos mosáicos; debido a lo que se
entiende que algunos de los filisteos se integrasen entre las tribus
de Israel, formando parte principalmente de las asentadas en Golán
(conformando la llamada Tribu de Dan).
.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Dos imágenes de los frescos del palacio Hicso de Avaris (paredes
en reconstrucción del edificio de Tell el-Daba).
Agradecemos a Jose Luis Santos (de TERRAE ANTIQVUAE) nos permita
divulgar estas fotografías
que desde su valiosa página ha dado a conocer en la Red. En ambos
frescos podemos observar varias fases de “taurokatapsia” (lucha o
juego con el toro) muy semejantes a las del Palacio de Cnossos. El
carácter de estas escenas, lo que representan, su colorido y su
técnica; demuestran que las decoraciones del palacio hicso de Avaris
(Tell-el-Daba) son absolutamente paralelas con las de Creta y muy
similares a los frescos coetáneos hallados en Tera (bajo las cenizas
del volcán). Todo lo que demostraría que estos reyes hicsos
tendrían un enorme componente cretense; pudiendo haberse tratado de
cretochipriotas huidos del desastre volcánico, unidos a gentes e
Mitani y ayudados por los canaánitas -que
también marcharían de sus tierras por idéntico motivo-.
.
B)
LA TIERRA DE CANAÁN (orígenes y confluencia cultural con la
Península Ibérica)
.
1º)
- Los orígenes:
Hacia
el 5000 a.C. Jericó ya era una gran ciudad comercial y centro de
agricultura. Además sabemos que durante ese V milenio a.C. en Canaán
se intercambiaban objetos llevados desde el Tigris y Éufrates al
Nilo (y viceversa). Iniciándose la Edad el Cobre en la zona del
Sinaí sobre el 4500 a.C., y mil quinientos años después, la del
Bronce (hacia
el 3000 a.C., coincidiendo con el comienzo del periodo dinástico en
Egipto). Por su parte, el
puerto de Biblos, parece evidente que se funda a mediados de ese V
milenio y pervivió miles de años con una igual finalidad,
cumpliendo durante miles de años su misión de exportar madera hasta
el Nilo.
Pues la mayor actividad y función de esta ciudad era ya desde las
fechas de su fundación; la
venta y transporte de cedros del Líbano a esa zona que luego sería
el próspero Egipto faraónico.
Contribuyendo
a la economía del Nilo con aquella materia prima, de la que el
desierto carecía;
logrando así el inició y progreso de esa gran civilización. Tanto
fue así, que hacia
la mitad del V milenio a.C., ya se llevaban desde la naciente Biblos
y hasta el delta, los cedros en “pateras de cabotaje”;
vendiéndose los troncos en aquellos lugares del Nilo donde la madera
era un bien muy preciado.
Todo ello pese a que su transporte por entonces podía suponer unos
diez días de viaje; debido a que se recorrían
de forma precaria las cuatrocientas millas de distancia que separan
las costas del Líbano con las de Egipto.
.
Así
nació, floreció y permaneció Biblos, la cabeza comercial que dió
origen a Fenicia;
una legendaria ciudad que incluso otorgó nombre al libro (debido a
que desde Biblos se importaron y extendieron por todo el Mediterráneo
los papiros faraónicos). Un puerto y urbe llamado por los egipcios
Ilubna, luego por los sumerios Gubla, que se menciona en la Biblia
como Guebal, y que entre los canaaneos se denominaba Gabal. Emporio
que se situaba a unos quince kilómetros al norte del actual Beirút
y que parece comenzó durante la primera mitad del V milenio a.C.,
como un simple campamento de taladores de cedros
-quienes construirían todo tipo de enseres con esa madera-. Además
de la construcción de barcos existían otros motivos y usos que
hacía imprescindible al cedro en Egipto:
Como fue
la utilización de su aceite y su resina en forma de bálsamo. Pero
sobre todo, su importancia nacía del uso de esta esencia como
conservante mortuorio.
Lo que se realizaba empapando
con el líquido resinoso del cedro las vendas de las momias; labor
que principalmente se llevaba cabo con cadáveres de personas
importantes (de
ello la presencia continua de Biblos y de sus materias primas en el
mundo religioso del Nilo y especialmente en el faraónico).
Costumbres y cultos que se unieron unas a otras orillas; llegando
a divulgar entre algunos súbditos de Egipto, la obligación de
peregrinar hasta el lugar en que nacían los cedros.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al
lado, otra imagen de los frescos del palacio Hicso de Avaris
(paredes en reconstrucción del edificio de Tell el-Daba).
Agradecemos
a Jose Luis Santos (de
TERRAE ANTIQVUAE)
nos permita divulgar las fotografías que
desde su valiosa página ha dado a conocer en la Red. En la foto de
nuevo podemos observar la lucha y juego con el toro; pintada de un
modo muy semejante a como las veremos en el Palacio de Cnossos. Estas
decoraciones del palacio hicso de Avaris (Tell-el-Daba) son
absolutamente paralelas a las de Creta y muy similares a los frescos
hallados en Tera (bajo las cenizas del volcán). Todo lo que
demostraría que los reyes hicsos tendrían un enorme componente
cretense; pudiendo haberse tratado de cretochipriotas huidos del
desastre volcánico.
Abajo,
falucas
en El Nilo;
fotografía tomada por mi mujer hace unos años.
Para comprender la importancia de Biblos bastará pensar en que el
medio principal de comunicación y transporte de Egipto era este río;
aunque en sus tierras apenas se hallaban árboles
(muy pocos y los que se cultivaban eran frutales tales como el olivo,
la higuera o la palmera).
Por todo ello, la necesidad de madera para fabricar barcos y falucas
era primordial; siendo Biblos esencial para el dearrollo de la
civilización faraónica. Un puerto situado junto a los montes
poblados de cedros de Líbano; donde
se obtenían las más nobles maderas, que permitían construir naves,
vigas, muebles o herramientas de gran calidad.
.
Consecuentemente,
en la Era de las Pirámides era ya sobradamente conocida la utilidad
de aquellos bosques y de los árboles cercanos a Biblos. Siendo su
explotación y riqueza uno de los principales motivos que generan
grandes cambios y migraciones hacia esa zona de Oriente Medio -desde
estas tempranas fechas-.
Consecuentemente,
entre
el 2300 y el 2000 a.C. se producen los traslados de los denominados
Amorritas, que emigraron desde la actual Península Arábiga en dos
direcciones: Los primeros dirigiéndose a Mesopotamia, fundando la
misma Babilonia; los restantes, hacia Palestina-Fenicia, invadiendo y
creando Canaán (aunque
algunos teóricos piensan que dichos Amorritas fueran tribus
mesopotámicas; sublevadas junto al Eúfrates, que luego avanzan
hacia el Oeste). Es
entonces, hacia el 2200 a.C., cuando entran estas nuevas hordas
guerreras venidas del desértico Sureste, destruyendo y cambiando las
antiguas ciudades que allí existían. Atacando
Biblos, la urbe más importante y que ya por entonces tendría más
de dos mil años de Historia. Por todo cuanto hemos de pensar que los
Amorritas fueron una unión de pueblos trashumantes, que se
unificaron con el fin de liberarse del gran poder comercial y
político de Egipto en la zona de Canaán, consiguiendo para ello
gran apoyo de Mesopotamia (pues
sus hermanos de origen habían triunfado en el Eúfrates,
construyendo misma Babilonia).
.
De
tal manera, estos habitantes de Oriente Medio se compondrían en
aquel tiempo de una amalgama formada por pre-fenicios autóctonos
(pueblos costeros y navegantes anteriores a los fenicios); junto a
egipcios allí asentados (en Biblos) y sobre todo de beduinos
llegados del desierto (amorritas) ayudados por sus parientes y
“clientes” de Mesopotamia. Un
hecho, además, nos hace suponer que una
gran parte de esta invasión o migración llegada a Canaán, lo hace
para liberar de Egipto a los pueblos “hermanos” allí asentados.
Este es el dato histórico que obtenemos al conocer cómo poco antes
de aquellas migraciones y guerras (hacia
el año 2300 a.C.), el faraón Pepi I envió a sus ejércitos varias
veces a las zonas de Fenicia y Sinaí, para acabar con las revueltas
y seguir dominando esas tierras
desde el Sinaí hasta Biblos.
.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Al
lado, un fresco del palacio de Cnossos, fechado hacia el 1500 a.C. y
propiedad del Museo de Heraklion -al
que agradecemos nos permita divulgar la imagen-.
En la imagen podemos observar el enorme parecido con los frescos del
palacio hicso de Avaris, fechados hacia el 1600 a.C.
(un siglo antes). Abajo, la
caldera del Tera en 1950 entrando de nuevo en erupción.
.
.
2º)
- Los Amorritas y Abraham:
.
Como
decíamos, después
de estas luchas entre Pepi I y los habitantes de lo que iba a ser
Canaán, aparecen en la zona las mencionadas tribus venidas desde la
Península Arábiga. Gentes que frecuentaban antes de forma nómada
el desierto del Sinaí, pero que sobre el 2200 a.C. llegan ya con el
fin de invadir todo Oriente Medio (unas mismas tribus que atacan
Mesopotamia). De entonces procede su nombre que es un apelativo
summerio, quienes llamaban “amurru”
a esos “Occidentales”; significando Amorrita
en lengua de Summer: “venido de Oeste”.
Dichos pueblos Amorreos (Amorritas)
florecerían a nuestro juicio con la expansión del Bronce tras el
2400 en la zona del Sinaí y Península Arábiga;
su fuerza debió ser imparable, pues no
solo invadieron y acabaron con Summer, sinó también se hicieron con
el poder hasta el norte de Canaán.
Aprovechando la decadencia del Antiguo Imperio Egipcio, que sobre el
2000 a.C. se debilitaba y caía en luchas intestinas (fragmentándose
en pequeños feudos). Los amorritas se expandieron por las zonas
fronterizas a este, ocupando esos reinos cercanos al Mediterráneo
que antes los faraones habían dominado.
.
Tenían
todos los de Amurru una lengua parecida o común, llamada de tronco
semítico, de la cual nacerían los posteriores idiomas hablados en
Fenicia y en Judá-Israel.
Pese
a ello, tras la invasión amorrita de la costa y aún cien años
después de la caída del Imperio Antiguo del Nilo, la mitad de la
población que vivía en Biblos era egipcia; hablando y vistiéndose
en esta ciudad a modo faraónico, todavía en los siglos XX y XIX
a.C.
(pudiéndose comprobar que igualmente los giblitas escribían por
entonces en idioma jeroglífico). Como dijimos, esa
invasión Amorrita que llega a destruir la Antigua Biblos y su
recuerdo en la Historia, se recoge en el Génesis de forma confusa.
Pues
ya vimos que se
cita a Amorreo como hijo de Canaán,
nieto de Cam, y por lo tanto ajeno al pueblo hebreo, que era
descendiente de Sem -semita- (Gen 10, 15).
.
Pese
a tal confusión que hace de los Amorreos gentes ajenas a Israel y
Judá; la
verdadera Historia de la invasión y emigración de este pueblo hacia
Canaán y Mesopotamia no es otra que la narración bíblica de la
llegada allí de los primeros “judíos”. Escrita en el Génesis,
donde se personifica en la figura de Abraham a esos Amorritas. Una
“leyenda” que hubo de ser conservada oralmente al menos durante
nueve siglos, hasta plasmarla por escrito en el Libro Sagrado,
conteniendo su relato gran parte de verdad histórica. Puesto que la
figura del “padre Abraham”, recoge de modo personificado la
llegada y conquista de aquellos amorritas -a
fines del III milenio-;
quienes por entonces dominaban la zona comprendida desde Mesopotamia
al Sinaí y a Fenicia. De
tal manera, en Génesis (11, 31 ) leemos como Abraham
nace en Ur
de los Caldeos y tras ver una Babel destruida (una Babilonia
vencida), se
dirige hasta el lugar de los canaáneos.
Donde consigue llegar,
para realizar una alianza con Yahvé; quien le entrega esa tierra,
para él y su descendencia
(Gen.12, 7). Más
la zona era pobre y Abraham se ve obligado a emigrar a Egipto por
hambre, entrando en contacto con el mismo Faraón -quien les trató
bien; enamorándose de su mujer-.
Dándoles los egipcios ganado, trabajo y siervos (Gen. 12, 16) se ve
obligado a regresar a su país junto a su gente; cuando el rey del
Nilo descubre que la amante que había tomado, era la esposa del
Abraham y no su hermana, tal y como el marido dijo al llegar.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Dos
pinturas sobre Abraham. Al lado una tabla de Jan Proovost que
representa a Sara, junto a su marido y un ángel (propiedad
del Museo del Louvre, al que agradecemos nos permita divulgar la
imagen). Abajo, cuadro de
James Tissot donde vemos a Sara antes de ser entregada al faraón
(esta obra historicista del pintor inglés Tissot se encuentra en el
Jewish Museum de Manhattan, al que agradecemos nos permita divulgar
la imagen). Abrahám es sin
lugar a dudas la personificación de las tribus y comerciantes que
llegaron desde Mesopotamia a Canaán, a comienzos del segundo milenio
a.C.; huyendo de una gran
crisis y hambrunas extendidas por el Eúfrates y logrando
establecerse en Egipto. La
historia que narra cómo el faraón se enamora de su mujer (Sara) y
el patriarca le dice que es su hermana, entregando la esposa al rey
del Nilo. Relaciona plenamente los matrimonios reales egipcios con
los que quizás intentaron copiar las gentes de Abrahám; pues como
es sabido, el futuro faraón debía casarse durante la niñez con su
hermana. Mi teoría personal acerca de estos enlaces endogámicos es
que la niña princesa concebía -en virginidad- del hombre más culto
o inteligente del Nilo. Siendo fecundada por inyección de semen, tal
como hacían los pastores para mejorar la especie de ganado. Así,
nacerían en plena adolescencia de la princesa los futuros príncipes
de Egipto; descendientes en linea faraónica directa (sin duda); como
vástagos de los dos hermanos hijos del Faraón, pero logrados por
los médicos con la semilla del Shaty o del Sacerdote Supremo
-grandes arquitectos que solían tener como sobrenombre “padre de
dios”-. No negamos, que en algunas ocasiones pudo haber contactos
incestuosos y vástagos nacidos de los príncipes hermanos (que se
malograrían por endogamia). Pero lo común sería servirse del
hombre más privilegiado, para traer al trono a personas de gran
inteligencia a través de ritos iniciáticos. A estas costumbres
egipcias aludiría la historia de Abrahám cuando el faraón le
pregunta sobre Sara y el responde que se trata de su hermana (como lo
eran el rey del Nilo y su esposa).
.
Evidentemente,
este
episodio bíblico situado entre los siglos XX y XIX ac. C., narra los
contactos entre amorreos (pre-isrraelitas) y egipcios en época del
Imperio Medio. Cuando esas tribus nómadas y comerciantes -emigrados
desde Arabia y Mesopotamia-, debieron mantener una buena relación
con fructuosos pactos establecidos en el Nilo. Justo antes de que
Sestrosis III enviara sus ejércitos contra Canaán (en el 1850 a.C.)
Pues tras esta última fecha, el Faraón Sestrosis volvió a entrar
en guerra con los del Sinaí y su zona Norte; a los que Egipto
dominará y someterá nuevamente por la fuerza. Dando la sensación
de que solo por
un periodo de doscientos años (desde la caída de Biblos en manos
amorreas), parece que estuvieron los egipcios comerciando y pactando
con las tribus del desierto palestino.
Evitando enfrentamientos y cambiando mercancías, grano, animales, e
incluso oro y plata; hasta
que Sestrosis III manda sus ejércitos a la zona de Canaán. Debido a
que este intercambio comercial era imprescindible para los del Nilo,
ya que se trataba principalmente de productos transportados por estos
nómadas desde y hacia Mesopotamia
(incluso mercadeando con ellos esclavas o mujeres; como se deja ver
en el relato bíblico).
.
En
referencia a este último punto, existe un hecho que llama
poderosamente la atención en toda la historia bíblica; al narrar
cómo
Abraham cuando llega a Egipto, afirma que su esposa era su hermana y
deja que la ame el Faraón. Ello muestra -quizás- el modo en que
esas tribus venidas hasta el Nilo del otro lado del Mar Rojo;
comerciaban con mujeres (propias y ajenas), además de mercancías.
Por cuanto habríamos de deducir que -posiblemente- los egipcios
compraban esclavas a esos beduinos, sin saber que eran de su mismo
grupo (amorritas).
Y que tras haberlas obtenido -cabe pensar- se vieran envueltos en
problemas y enfrentamientos con las familias o pueblos del vecino y
fronterizo desierto. Así
narra la Biblia cómo el propio Faraón sufre graves males tras
enamorarse de la esposa de Abrahám, descubriendo finalmente que
estos “daños” se deben a haber amando la mujer del patriarca (a
quien creía soltera y su hermana). Unos hechos legendarios, que
pueden significar cuanto hemos interpretado; simbolizando
a mi jucio cómo al vender las tribus amorritas (de Abraham) esclavas
a Egipto, obtenidas raptando mujeres en Canaán. Pudieron verse los
egipcios envueltos en problemas con los habitantes de esas tierras
fronterizas (con
patriarcas o familiares de aquellas). Tanto debió ser así, que
narra
el Antiguo Testamento cómo este fue el motivo por el cual obligan a
salir del Nilo a Abraham y los suyos; debiendo regresar a Canaán.
Aunque también cuenta la Biblia que volvieron de allí ricos,
cargados de oro, plata y ganado (entregado por el Faraón). Todo lo
que muestra las primeras fases de establecimiento de los pueblos
amorritas en Canaán y su contacto con los poderes de Egipto, así
como una primera integración inicial en el Nilo (a comienzos del
segundo milenio a.C.).
.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Dos
libros editados por Charles River, sobre Biblos y Sidón.
.
.
3º)
Los Hicsos y José:
.
Tras
este periodo de unos doscientos años con paz y comercio entre Egipto
y las tribus de mercaderes que vivían -o viajaban- por el Sinaí y
Canaán (amorritas). Hacia el 1850 a.C. se produce el ataque del
Sestrosis III sobre el vecino “creciente fértil” y la victoria
del ejército faraónico en aquellas tierras. Momento en que
nuevamente cayó el yugo egipcio sobre el Sinaí, llegando hasta
Biblos; aunque su poder omnímodo duró poco tiempo, porque un siglo
más tarde el Imperio Medio se debilitaría. A esta crisis en Egipto
habrá que sumarle la fuerza que alcanzaría el Estado de Hammurabi
(Babilonia); que se convierte en el 1770 a.C. en la capital del Mundo
Antiguo.
Lo que provoca indirectamente que unos decenios después, el reino
del Nilo se disgregase; entrando en crisis durante todo el siglo
XVIII a.C., debido a luchas internas. Inestabilidad
que pasa a recibir un golpe mortal con la aparición de los Hurritas
en tierras de Canaán, atacándolas con carros de guerra.
Estos
Hurritas
eran tenidos por una tribu “bárbara” (entiéndase extranjera y
sin civilización común a la del Nilo), que nace
en el Asia Central; cuyo secreto bélico fue el dominio y doma del
caballo, pero sobre todo la creación del carro de guerra. De tal
manera, valiéndose de aquel ingenio, se lanzaron desde el Caúcaso
con sus caballos; primero
hacia Babilonia, llegando a vencer a Hammurabi y luego se dispusieron
a invadir Canaán.
.
Finalmente,
los nuevos guerreros de procedencia indoaria (mezclados con tribus de
los montes donde nacen el Tigris y el Eufrates); tras
haberse enfrentado a Mesopotamia, fundaron el reino de Mitani.
Asimismo se hicieron con el poder de gran parte de Anatolia
(exceptuando sus costas) donde crearon el imperio Hittita; y tras
atacar Oriente Medio, se alían con los Canaaneos para ir contra
Egipto. Los nuevos invasores ocuparán el Nilo antes de 1650 a.C.;
debido a sus necesidades de expansión.
Lo que logran en gran parte gracias a la fuerza y vigor de estos
pueblos pastores hurritas; bien armados, formados por ejércitos de
hombres altos y valiéndose con carros de guerra. Aunque
a mi juicio, el hecho que verdaderamente les obliga a emigrar hacia
Egipto y les facilita la entrada en los dominios del faraón, fue un
primer estallido del volcán Tera-Santorino. Cuya caldera
-como ya dijimos- revienta
inicialmente hacia el año 1680 a.C.; devastando la zona cercana a
Creta
(incluido los campos de Anatolia, donde se situaba Mitani y Hatti).
.
De
tal modo, forzados por la hecatombe del Tera -a mi juicio- hubieron
de huir dirección Sur estos Hurritas (Hittitas de Mitani); iniciando
un camino hacia el Nilo, junto con los Amorreos y otros pueblos
canaánitas.
Tras verse sumidos en años sin verano, cubiertos por nubes tóxicas
procedentes del volcán y después de tener sus tierras destruidas
por polvo y lluvia con sedimentos ácidos. A ellos se
sumarían los Canaáneos, ayudando en la expedición de esos
Hurritas, para alcanzar nuevas tierras al Sur; e incluso los huidos
de Creta y Chipre, quienes primeramente se dirigirían hacia allí,
buscando refugio en los dominios del Faraón (tras escapar por mar y
a toda prisa, de sus islas destruidas).
Llegando así unos y otros hasta el Delta; donde sin
enfrentamientos ni prácticamente combates, se adueñarían de la
zona del Sinaí y de la desembocadura. Debido a que encuentran un
Nilo débil,
temeroso y en total decadencia; porque
los ejércitos y las élites faraónicas habían huido hacia la zona
de Luxor tras las catástrofes del Tera Santorino.
De
este modo y antes del 1650 a.C., Hurritas, canaaneos y
cretochipriotas, crearon en el delta del Nilo un reino propio,
generando una nueva época, llamada de los reyes Hicsos
-cuya traducción parece ser que es la de “reyes extranjeros”-.
Etapa destacada por lo ajeno al mundo faraónico y al Antiguo Egipto
de quienes gobiernan esa zona Norte de Egipto (ya que a mi juicio se
trataba de gentes huidas y de migraciones llegadas tras la hecatombe
volcánica vivida en Creta hacia el 1680 a.C.).
.
Aquel
nuevo reino que se asentó en la desembocadura egipcia, tuvo su
capital en una ciudad con nombre indoeuropeo: Avaris. Lo que hace
evidente que fué de fundación “jafética”,
pues en mi teoría tal denominación para la urbe significaría en
idioma indoariano “en el agua”
(procediendo
del radical sánscrito “vari” = agua). Quedando así demostrado
que tal
y como Falvio Josefo afirmaba, los reyes Hicsos llegaron del Norte
(Anatolia); pudiendo ser probablemente Hittitas (en parte), pero con
toda seguridad, cretochipriotas de
raigambre e idioma ario. Mientras comenzaban a reinar en el Bajo Nilo
estos nuevos gobernantes venidos de Creta, Chipre, Hatti, Mitani y
Canaán (Anatolia y sus islas o de Oriente Medio). Los
verdaderos egipcios se reorganizaban y huían al Sur, buscando apoyo
y creando nuevas ciudades lejos de las costas mediterráneas
-en las proximidades de la capital, Luxor-. Ya que los
reyes Hicsos nunca fueron bien aceptados por los antiguos habitantes
del imperio;
no solo por su condición de extranjeros, sino principalmente por su
incultura jeroglífica, su religión ajena al Nilo y su falta de
costumbres faraónicas. Consecuentemente, se
sabe que la verdadera patria y pueblo que los Hicsos consideraban
suya, era Canaán y las tierras más al Norte (Chipre, Creta y
Anatolia).
Tanto que a ciento cincuenta kilómetros de Jerusalén, en el límite
de la actual Israel (Tell-Hasor;,cerca de Dan), se levantó una villa
conocida como el palacio de Hazor; creado como un emporio
Hicso-Canaáneo, donde se conservaron las leyendas e historias de
esos gobernantes y de esta etapa en la que reinaron sobre Egipto.
.
BAJO
ESTE PÁRRAFO: Mapa
que hemos trazado del reino Hicso y de la zona de influencia hicsa,
durante los siglos XVII y XV a.C.
(sobre un mapa de Israel publicado en el libro de M.J.STEVE “Por
los caminos de la Biblia” página 86 -Barcelona 1967-).
En lineas discontinuas rojas
he marcado las fronteras de
ese reino hicso; en lineas azules, el área de gran influencia de su
gobierno, que tenía como
frente Norte de importancia la zona de Meggido
y Hazor (señaladas con un
círculo rojo). Asimismo podemos ver en
letras rojas la capital hicsa Avaris y su segunda ciudad Memfis; y en
letras verdes la situación de Biblos. Puerto de influencia egipcia,
de cuya destrucción o sustitución nacerían los emporios fenicios
desde el siglo XV a.C. (Sidón y Tiro), fronterizos con Israel y con
las tierras de los filisteos (Gath -Gaza- y Golán). Por su parte,
hemos de destacar que tras la
caída del reino Hicso del Nilo, estos invasores asentados en el
delta huyeron en su mayoría hacia Canáan, estableciendo sus
palacios en ciudades como Hebron o Jerusalén. Construyendo un “nuevo
reino Hicso” canaaneo que comprendía prácticamente las fronteras
de lo que más tarde iba a ser Israel, Judá y Fenicia.
.
.
En
esta época hemos de situar la conocida y bella historia bíblica de
José, nieto de Isaac
(Gen. 17 y 18) y bisnieto de Abrahám (Gen. 10 y ss.). Relato del
Antiguo Testamento -recogido también por Flavio Josefo- que nos
narra cómo Jacob, el padre de los “doce hijos de Israel”
(Gen. 29 y 3) y cuya estirpe simboliza las Doce Tribus hebreas; tenía
como hijo menor y preferido a José.
Debiendo interpretarse que entre esas tribus, la más joven -o la
recién llegada a Canaán- posiblemente es la que personificaría ese
último vástago de Jacob (José; Gen. 37 ). Por
su parte, esta organización que la Biblia describe, hablando de un
reino dividido en doce tribus; nos recuerda plenamente a muchas otras
formas de gobierno del Mundo Antiguo.
Entre las que podemos recordar la Etrusca e incluso la Unión Helena;
que se estructuraban igualmente en ligas y alianzas de siete o doce
ciudades -según el número sagrado en cada caso-.
.
Pero
volviendo a José, como personificación de una Tribu o Ciudad-Estado
hebrea; cuentan las Sagradas Escrituras que fue vendido a unos
comerciantes de esclavos por sus hermanos, quienes después dijeron a
su padre que había muerto. Tras ello, llegará a Egipto donde sirve
a Putifar
(Gen.39) pero
acaba injustamente en la cárcel. Allí se descubre como augur lector
de sueños
(Gen.40) y
por sus aciertos es llevado ante el Faraón, quien le toma como
asesor, llegando a nombrarle su visir
(Gen.41). Finalmente,
entre los capítulos 42 al 46 del Génesis, vemos
como llegan los hermanos de José hasta Egipto buscando grano y
provisiones, cuando este los descubre. Alegre
al verlos, aunque apenado por cuanto le hicieron; finalmente él
mismo les comunica que es su hermano José, al que vendieron como
esclavo y que en ese momento vivía como Shaty del Nilo
(primer ministro). Perdonando la terrible afrenta recibida en el
pasado por esos familiares, les
da su apoyo para que junto su padre (Jacob) se establecieran a vivir
en la prosperidad de Egipto. Una bella narración que muestra el modo
en que los israelitas se trasladan al Nilo en una época que se
identifica con el reino Hicso. Introduciéndose en parte en Egipto,
posiblemente gracias a aquellos beduinos del Sinaí o de Canaán a
los que vendían como esclavos.
Pues como hemos visto, la historia de Jose parece dejar claro que los
amorritas comerciaban con mujeres y personas, que facilitaban a los
egipcios como mercancía -junto a cuantos objetos, especias o metales
importaban desde Mitani, Hatti o Mesopotamia-.
.
Acerca
de este interesante pasaje bíblico,
investigadores y egiptólogos del pasado siglo XIX realizaron
magníficos análisis; donde identifican la figura de José con la
llegada de los hicsos.
Pues tras la lectura de los jeroglíficos y el descubrimiento por los
historiadores de la invasión Hicsa del Nilo; se
consideró este relato del Antiguo Testamento una leyenda judía
donde se narraba la entrada de los israelitas en el Nilo, junto a los
hicsos. Nosotros -incluso- nos aventuraríamos a interpretarla
de un modo más evemerista, afirmando que no solo José simboliza las
tribus hebreas que emigran al Nilo con estos reyes extranjeros que
conquistan Egipto. Sino que más
bien José, es la personificación de alguna tribu menos antigua (las
más pobres y recientes) de las establecidas en el Sinaí. Gentes que
probablemente fueron “usadas” o vendidas como mercenarios, para
luchar en esas guerras entre el Nilo y Canaán -entre
el faraón y los amorritas, cuyo comienzo se fecha con Sestrosis III
desde el 1850 a.C.-. Aunque José
también pudiera personificar a los mas jóvenes que habitaban en las
“doce tribus”; adolescentes que sus propias familias entregarían
como soldados a las hordas que invadieron Egipto, para luchar contra
el faraón, al mando de esos “reyes extranjeros” llamados hicsos.
.
Sea
como fuere, José representa aquellos del Sinaí “vendidos” para
servir a los Hicsos, que tras la victoria de los nuevos dueños de
Egipto, pasaron a formar parte de quienes dominarían el Delta. Todo
descrito en una narración bíblica que explica y razona
magistralmente Jaques Pirenne; cuando afirma que
-a su juicio- los Hicsos fueron famosos por su ignorancia y por su
desorganización, debido a que se trataban principalmente de tribus
de pastores nómadas anatólicas y mesopotámicas. Por lo que tras
dominar Egipto hubieron de establecer un sistema Estatal para el que
no estaban preparados. De
ello, piensa este egiptólogo francés, que hubieron
de tomar entre sus filas “mercenarios o esclavos” de la
burocracia, llevando hasta el Nilo gentes que supieran escribir, leer
y calcular
(debido a que las élites egipcias conquistadas no estaban dispuestas
a trabajar para aquellos que les habían invadido). De ese modo, muy
pronto
algunos de los llegados a Egipto desde Canaán como servidores,
ocuparían puestos de alto rango junto al nuevo Faraón. Así José,
representa a estos canaáneos (judíos)
formados, cultos y que conocían la contabilidad, la escritura y el
orden estatal. De
allí su función como lector de sueños y organizador de las arcas
del Estado.
.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Dos
cuadros atribuidos a Murillo, donde se representa a José perseguido
y acosado por la mujer de Putifar. Al
lado, un pequeño lienzo que se expuso en Bilbao en el cuarto
aniversario del pintor; y pese a que Matías Díaz Padrón no
reconoce del todo la autoría de Murillo, no deja de tener una enorme
valía (se halla en colección privada, a cuyo propietario
agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo,
una gran obra del artista sevillano; con igual iconografía y
propiedad de la Gemäldegalerie
Alte Meister im Schloss Wilhelmshöhe -Museumslandschaft Hessen
Kassel- de Alemania (a la que agradecemos nos permita divulgar la
imagen).
En
ambos casos representan una misma escena, donde la esposa de Putifar
(primer amo de José) intenta yacer con su esclavo; mientras este se
niega a traicionar al señor al que servía.
Pese a ello, la historia narra que la mujer, despechada y teniendo
miedo de que su sirviente la denunciara, se apresuró a contar a
Putifar que había sido el esclavo quien intentó violarla y que por
ello conservaba un trozo de sus vestimentas -arrancadas con sus
propias manos mientras se defendía-. Esa falsa denuncia llevará a
José a la cárcel, donde conocerá al copero del faraón; camarero
real que tras salir de prisión habla al rey del Nilo sobre las
lecturas de sueños y las profecías que oyó narrar a ese compañero
suyo de celda. Todo lo que le hizo ser llamado por el faraón y tras
augurar y acertar José los famosos siete años de vacas flacas y
siete de vacas gordas, fue nombrado visir o asesor del monarca del
Nilo. Un cargo en el que volverá a ver sus hermanos, que le habían
vendido años antes como esclavo; cuando estos llegaban hasta tierras
de Egipto en busca de trigo, durante una época de hambrunas en
Canaán.
.
.
De
tal manera, la
historia de José personificaría el periodo en que se creó una
clase burócrata y gobernante del Nilo de origen hebrea;
durante la referida fase del reino hicso en Avaris.
El hecho final que narra La Biblia es que gracias a José
-esos funcionarios allí establecidos como élite-, se
traslada a Egipto toda la estirpe de Jacob (las Doce Tribus de
Israel). Durante
una etapa que debió ser grata y confortable para los judíos en el
Bajo Nilo, pero solo hasta
que los Hicsos son derrotados y expulsados del país.
Tras
ello, regresaron los antiguos “dueños” egipcios al Delta;
quienes -como dijimos- odiaban a esos extranjeros invasores,
a los que llamaban bárbaros o extraños (hicsos). Quienes se ven
obligados a huir del Nilo y se establecen principalmente en ciudades
de Canaán, teniendo sus plazas fuertes en urbes como Hebrón o
Jerusalén (que se supone fundada por los Hicsos bajo el nombe de
Salem). Por su parte, las
antiguas dinastías y los nobles del viejo Egipto regresan al Norte,
tras haber conservado su reino y su capital en las cercanías de la
actual Luxor, a cientos de kilómetros al Sur de la desembocadura.
Después
de siglos de invasión y esperando para recuperar el codiciado delta
del Nilo. Por ello, seguramente, tras la incursón hicsa nunca más
volverían a situar sus ciudades principales cerca del Mediterráneo;
por temor a que se repitiera cuanto los extranjeros hicieron con
Memfis o en Avaris -dominándola y destruyendo la cabeza del Bajo
Egipto-.
.
De
lo anteriormente expuesto, entendemos asimismo que todos los
colaboradores de los hicsos cayeran en desgracia; y entre ellos,
fundamentalmente los israelitas. Lo que explicaría su cautiverio y
la esclavitud posterior sufrida en Egipto; unos hechos que se sitúan
entorno al final del mencionado reino extranjero y cuando nace el
Imperio Nuevo de Egipto. Hacia
el 1580 a.C; momento en que los canaaneos serían tenidos por
enemigos del “verdadero Faraón”. Una
etapa que narraría su posterior esclavitud, de la que les liberará
Moisés. Pero
antes de entrar en el periodo Mosaico vamos a analizar la realidad
histórica de la etapa hicsa desde otros aspectos, muy interesantes y
en referencia a lo que fué la colonización del Mediterráneo a
fines del II milenio a.C..
.
SOBRE
JUNTO Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Fotografías del Palacio real
de Cnossos, Creta
(agradecemos a la institución “Palace of Knossos”, nos permita
divulgar nuestras imágenes).
Arriba, una vista del exterior del edificio, en un lugar cercano a la
Sala del Labrys; donde se
adoraba al hacha doble, llamada en eteocretense Labrys o Laubry.
Al lado, fresco representando un guerrero minóico, con un estilo muy
parecido a los que había en los edificios extranjeros de Avaris.
Abajo, una de las salas cercanas al atrio del trono, donde igualmente
vemos grabados con delfines, semejantes a los existentes en el
recinto hicso Avaris, pero también a los de Akrotili (en Tera). El
palacio de Cnossos es posterior a la caída del reino Hicso del Nilo,
aunque su diseño se asemeja mucho a los recintos que allí
levantaron los invasores del delta durante el siglo XVII a.C..
Muy por el contrario, los frescos de Akrotili, hallados bajo los
restos de la erupción del Tera-Santorini, son inmediatamente
anteriores a los de Avaris. Pues se fechan en la época de la
voladura del volcán (circa 1680 a.C.), momento
en que se abandonó Akrotili, cuando todos los habitantes que
pudieron hubieron de huir de esta isla y de la de Creta. La
coincidencia de estilos y fechas hace obvio que los reyes hicsos
procedían en gran parte del mundo minóico.
.
4º)
– Los Hicsos (otras cronologías); su relación con Creta y los
Filisteos:
La
importancia del reino y época hicsa en Egipto es primordial; no solo
para entender el nacimiento de Judá, Israel y de Fenicia, sinó
sobre todo para comprender la historia de los pueblos que forjaron y
aculturaron nuestras tierras.
Una
Península Ibérica cuyas colonizaciones y dominios procedieron de
civilizaciones llegadas desde la zona de Canaán.
Gentes venidas desde el Creciente Fértil al menos en dos periodos
cruciales y que cubren más de dieciseis siglos en nuestra Historia:
Refiriéndonos
primero a la precolonización creto-chipriota y a la colonización
canaanea (cretense y filisteo fenicia); tanto como a la posterior
invasión árabe llegada al sur peninsular después del 711 d.C.. De
todo ello comprendemos cómo los
pueblos canaánitas y los de su entorno, fueron tan importantes en la
civilización penínsular; tanto como pudo ser la influencia de
Grecia para Roma. Pues los contactos culturales y cívicos más
tempranos que tuvo la Iberia antigua procedieron de aquella zona;
estando mucho más ligada España a Oriente Medio que a Europa -al
menos desde el punto de vista artístico y cultural-.
.
Regresando
al Nilo, una gran parte de los egiptólogos mantienen que la
mencionada invasión de los dominios faraónicos llevada a cabo por
tribus Hurritas, Canaaneas e Indoeuropeas; se produce sobre el 1730
a.C.. Aunque otros investigadores fechan su entrada a mediados del
siglo XVII a.C.. Pese
a ello, a
mi juicio, no deberíamos confundir la aparición de los Hurritas en
Mesopotamia y en Canaán; con la entrada de los Hicsos en Egipto.
Pues a mi entender, la invasión de los extranjeros en el delta del
Nilo, es consecuencia de la huida
de los hittitas, hurritas, mitanios y canáneos. Del
desastre del Tera y no fruto de unas campañas militares preparadas.
Ya
que esa “victoria” Hicsa sobre Egipto se produce durante unos
años en los que gran parte de los súbditos del faraón habían
abandonado la desembocadura del Nilo. Así creo que poco a poco se
irían abandonando las tierras cercanas al Mediterráneo, a
consecuencia de los “malos presagios” que observaban los súbditos
nilotas a orillas de ese mar (olas de gran tamaño, piedras
volcánicas, cambios en el color de las aguas, nubes de gases y polvo
magmático etc). Todo lo que permitiría a esos que escapaban del
volcán y sus terremotos -desde el año 1680 a.C.-, internarse sin
grandes problemas en el delta faraónico. Por
todo ello,
antes de fijar la fecha de inicio del reino hicso, habríamos
de diferenciar una primera etapa y anterior; en la que los hurritas y
mitanios atacan el Nilo repetidamente con sus ejércitos de
caballería y carros (sin lograr hacerse con el poder allí).
.
En
esta hipótesis y en cronologías paralelas se mueven personalidades
tan prestigiosas como Jaques Pirenne
(5)
;
considerando que lo
más probable es que la llegada de los Hurritas a las fronteras de
Egipto se produjera hacia el 1730 a.C.. Un momento que -a mi juicio-
deberíamos marcar como inicio de asedio e intento de invasión
bárbara; aunque no la del nacimiento del reino hicso
(que se produciría tras la crisis del Tera-Santorino). De este modo,
concuerdan con mayor precisión cronológica las diferentes
migraciones, etapas históricas y movimientos de pueblos, sucedidos
en el Mediterráneo de la época. Todo lo que comprobamos al observar
cómo
en fechas y circunstancias paralelas data Paul Fauré sus estudios
sobre Creta Minoica
(6)
.
Proponiendo como motivo probable para la entrada de los Hicsos en
Egipto, un gran terremoto ocurrido en la zona -en el siglo XVIII
a.C.- .
Así, en
las cronologías de Fauré vemos como hacia 1730 a.C. incluye la
existencia de un gran seísmo en Siria-Palestina y la aparición tras
el terremoto de los Hicsos en la zona de Canaán. Dicho desastre
afectaría y destruiría
también partes de Creta y Egipto,
por lo que hemos de concluir que el desastre debió ser de gran
magnitud y
que
provocó
el declive del Reino Medio faraónico (que
entra en crisis desde estas fechas). Asimismo, el seísmo de 1730
precedería a siglo y medio cargado de movimientos telúricos y
erupciones, que azotaron y devastaron la zona durante mas de ciento
cincuenta años. Posiblemente, a
consecuencia de este tremendo terremoto de 1730 a.C., vinieron hasta
aquellas debilitadas tierras de Canaán los invasores
Hurritas–Hittitas, aprovechando las circunstancias de crisis;
llegando
desde Mitani (o bien de Anatolia) y pretendiendo
hacerse con
el Nilo y sus puertos
comerciales (Biblos, Creta o Chipre). Lo que motivaría en Creta de
este momento, un cambio de periodo que da paso al Minoico Medio III
(conocido como “era de Los Palacios 2º”), tras
sufrir una gran devastación y cambio cultural.
.
Consecuentemente
con lo antes expuesto y suponiendo
que las incursiones Hicsas comenzaran en el 1730 a.C.; tras
el mencionado primer terremoto que aprovecharían Hurritas y Mitanios
para atacar el Canáan y el Nilo. Realmente
el reino de Avaris no comienza hasta el 1680; culminando unos
decenios después -a fines del siglo XVII a.C.-. Ello explica que
Creta tenga entonces una cronología en paralelo con Egipto y que se
desarrolle el Minoico Medio III en iguales fechas al final del Reino
Medio y al Reino Hicso del Nilo: Inciándose en el 1730, culminando
en el 1680 y acabando entorno al 1580 a.C.. Una última fecha en la
que de nuevo erupciona el volcán Tera (Santorino); la
isla griega mas meridional, sita al Norte Creta -a una distancia
aproximada de unas ochenta millas de Cnossos-.
En
nuestra cita (7)
comprendemos
la magnitud del desastre que causaría grandes maremotos, destruyendo
incluso los puertos de Oriente Medio y gran parte de los de Canáan
-llevando nubes tóxicas, piedra pómez y lava hasta las orillas del
Nilo-. Pues sabemos fue mayor que el estallido del Krakatoa. Habiendo
comprendido bien lo que fué el Krakatoa, entenderemos lo que supuso
el desastre del Tera en 1680 a. C.; cuya erupción sucedería tras
casi medio siglo de “avisos” sísmicos y magmáticos, provocando
una última voladura hacia 1580. Casi un siglo y medio de cataclismos
volcánicos, sucedidos en la caldera de Santorino; con los que
podremos comprender la Historia Antigua concerniente a esta etapa que
va desde el 1730 al 1580 a.C..
Pues tras reflexionar e imaginar los seísmos, maremotos, lluvias de
cenizas, incendios, explosiones y la devastación que debió producir
el Tera, en las costas de Creta, Canaán, Grecia y Egipto. Nos es
fácil entender como justo entre el 1680 y el 1580 a.C. cambian todas
la eras y etapas históricas de esta zona del Mediterráneo. De
tal manera,
en Creta cae el Imperio Minoico y se destruye esta civilización,
pasándose del llamado Minoico Medio, al Reciente (dominado por
Micenas).
Por su parte en
las islas de la futura Hélade
(aún por nacer), se
cierra el ciclo de Cicládico Antiguo y se pasa al Reciente; al igual
que en el continente griego se llega del Heládico Antiguo al
Moderno. Naciendo
por entonces y debido a ello: Micenas.
Pero centrándonos en los pueblos que estábamos estudiando;
igualmente
es en el 1580 a.C. cuando lo Hicsos comienzan a retroceder en Egipto,
y unos veinte años después (hacia el 1560) el reino del Nilo es
recuperado por sus antiguos dueños, quienes comienzan la etapa
denominada Imperio Nuevo, con la XVIII Dinastía.
.
SOBRE
Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Dos
fotografías de Creta. Arriba, una
imagen del valle de Gortina con el
Monte Ida al Fondo (donde dice la leyenda que se crió Zeus, ocultado
allí de su padre Cronos). Abajo,
el autor de estas lineas en
Aguia Nikolaus; uno de los puertos antiguos más importantes del
Nordeste de Creta, situado bajo el Monte Dikte, que guarda la cueva
“diktina” donde Rea parió a Zeus. El
nacimiento y la ocultación del dios supremo heleno, como mito
conservado y ligado a Creta, narra y describe el modo en que
el origen de la cultura egea está completamente vinculado a esta
tierra. Una isla que ya en el IV milenio a.C.
ocupaba un puesto entre las civilizaciones de gran importancia;
teniendo plenos contactos comerciales con el Egipto ya desde etapa
predinástica.
.
Tras
el nacimiento del Imperio Nuevo (entre el 1580-60 a.C.) los Hitittas
llegaron desde Anatolia a las fronteras del Nilo. Posiblemente con el
fin de ayudar a sus “socios” los Hicsos; o bien para dominar
parte de la tierra de Canaán, que por entonces entró en un periodo
de confusión y de grandes dificultades (tras la caída del reino de
Avaris). Por su parte, los pueblos marineros ribereños de Creta y de
Chipre huyen en su mayoría; apareciendo sus gentes en las costas de
Anatolia y de Oriente Medio. Cuando muchos supervivientes de las
erupciones últimas del los terremotos y el volcán de Tera; tras el
1580 a.C. parten de Creta y Chipre, escapando unos hacia Oriente
Medio y poniendo rumbo otros hacia Occidente (Sicilia) o a la zona
continental de Grecia.
Pero
en su mayoría parece que se establecen en las costas de Anatolia y
del Sur de Canaán, muy cercanas a Chipre.
“A
la sombra de ellos” y de sus conocimientos en
náutica, sobre construcción de embarcaciones, navegación, rutas
comerciales y etc.; comienzan
a “formarse” como marineros experimentados los habitantes de las
costas norte de Oriente Medio. De este hecho creemos que nace
propiamente Fenicia, varios decenios después de la caída de los
Hicsos (aunque
sobre este punto y de los pueblos surgidos en este momento,
trataremos más adelante).
.
Cuanto
expresamos, concierne a la navegación durante la Edad del Bronce,
que sabemos estaba dominada por los cretochipriotas. Tanto que hasta
el siglo XVI a.C. apenas había grandes puertos, ni emporios capaces
de comerciar con el Occidente mediterráneo; y los pocos existentes
tan solo podemos situarlos en Creta o Chipre. Por
lo que tras
la caída de Creta y del mundo Hicso -en el 1580-, surgen otras
fundaciones capacitadas para emprender viajes marítimos de larga
distancia
y que denominaremos proto-fenicias. Un momento que aprovechan los
grandes puertos antiguos de Oriente Medio (como Biblos). Pues aunque
Biblos
ya existía desde milenios atrás, es en esta etapa cuando se pone a
la cabeza de esos emporios que
reciben a los huidos de Creta y Chipre; recibiendo y heredando los
conocimientos y las rutas cretochipriotas. Comenzando un
periodo en el que realmente aparecen los grandes puertos que luego
serían bases fenicias, como el famoso de Ugarit. Siendo nuestra
teoría que los púnicos heredaron desde esta etapa histórica, las
rutas marítimas y los secretos de cretenses y chipriotas. Quienes
huidos hasta sus costas, quizás obtuvieron el favor de establecerse
en su litoral a cambio de aportar enseñanzas de náutica y
orientación a quienes les recibían en sus tierras (sobre todo el
secreto de las rutas de los metales minóicas).
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Dos
fotografías de Creta. Al
lado, el que redacta estas lineas tocando la guitarra en las playas
cercanas a Eluonda, junto a Spinalonga. Abajo,
un escarabeo del faraón Amenofis III encontrado en las cercanías de
Xania, tal y como el museo de esta ciudad lo expone
(agradecemos al Museo Arqueológogico de Xania nos permita divulgar
nuestra imagen).
El hallazgo de este escarabeo en tierras cretenses, al igual que la
aparición del anillo y real de oro de Nefertari en los mares de
Uluburún (junto a la actual Turquía); muestra la unión comercial y
cultural de estas zonas con el Egipto de Amenofis III y IV.
.
.
5º
- Los Filisteos (David y Goliat):
Exiliados
por el volcán Tera, fueron -en dos ocasiones- hacia costas cercanas
a Biblos y Canaán, un pueblo de origen cretense al que llamaron los
Philistaios
(los Filisteos, tan famosos en la Biblia por ser enemigos de los
hebreos). Huidos
hasta el litoral de Fenicia-Israel primeramente tras el desastre del
Tera
(en el siglo XVI a.C.); aparecen
definitivamente documentados en las costas de Gaza tras la invasión
de los dorios y la caída de Micenas y Creta en manos de indoeuropeas
(hacia el sigo XII a.C.). Por cuanto los
“verdaderos” Filisteos que conocemos por La Biblia, constituyeron
esa segunda migración que llegó a Canaán procedente del mundo
minóico-micénico destruido por los indoeuropeos. Llegando
a las costas cercanas a Haifa, desde El Egeo, Creta y Chipre; a
principios del siglo XII a.C., tras
la caída de Troya y la expansión de los dorios (armados con
hierro).
Pero no hay que olvidar una primera migración de cretenses que
vendrían al Creciente Fértil cuando escapaban de las islas
arrasadas por el Tera Santorino, desde el 1680 a.C.; apareciendo ya
en el siglo XVII a.C. junto a las costas continentales cercanas de
Fenicia y Anatolia, muchos de los huidos del fuego volcánico
minóico.
.
El
segundo éxodo traerá a las costas de Canaán, los que escapan de
una Micenas derrotada y del mundo de Minos invadido por el Hierro.
Quienes sabemos huyen a Oriente Medio tras la Guerra de Troya y con
la dispersión de los indoeuropeos; para llegar a tierras de
Palestina desde el 1195 a.C., donde son denominados “Gilsteos”.
Un
nombre (Gilsteos) de a estas nuevas gentes venidas de Creta o
Micenas, que a nuestro juicio es de origen aqueo (griego arcaico); lo
que explica que realmente su migración fuera contemporánea a Troya.
Aunque la denominación de “filis-teos” también se
correspondería con el idioma que hablaron los súbditos de Minos (un
dialecto aqueo, tal como Ventris afirmó). Siendo la traducción de
“Filisteo” desde el griego antiguo (micenio): “los que aman a
dios” (de las voces filo
+ teos)
o bien la tribu de dios (de la palabra dios = teos
unida
a fulh
=
tribu).
Pese a ello, más adelante veremos que su apelativo egipcio era
“Peleshet”, y se identifica con las voces helenas que significan
marinero (pelagio) o bien mercenario (pelete). Aunque
más parece un nombre de origen cretense el de estas gentes
exiliadas que a Canaán -tan bien organizadas estatal como
militarmente-. Por
lo que chocarían con los judíos al establecerse en esas tierras y
no aceptar las formas de vida semitas.
.
En
lo que respecta a los “otros” cretenses llegados a Canaán en el
siglo XVII y XVI a.C., todo hace pensar que los Hicsos del Nilo
pudieron apoyarlos, al estar muy relacionados con su cultura;
dándoles tierras costeras al norte de Egipto. De tal manera esos
primeros filisteos
(cretochipriotas establecidos en Canaán) servirían
como marinos a los dueños del Nilo; aunque tras la caída de los
Hicsos seguirían colaborando con Egipto para el control de Canaán.
Y pese a actuar como aliados del faraón, al final del reino de
Avaris debieron ser sometidos por los ejércitos del Nilo,
cuando renace el Imperio Nuevo (desde el 1560 a.C.).
Debido a esta situación, los cretochipriotas por entonces hubieron
de aliarse con los primeros fenicios (que llamamos proto-fenicios);
con quienes compartían mar y frontera. Pues desde este momento
veremos a Chipre, siempre como protegida o aliada de Tiro y Sidón;
ciudades púnicas que mantenían puertos en la isla vecina, con los
que podían guarecerla de asedios y
de gentes venidas de Anatolia o del Egeo. Aunque
esa posible paz (o colaboración) en la que vivieron fenicios y
filisteos hasta el siglo XI a.C., parece truncada tras el nacimiento
del reino judío de Israel-Judá.
Momento en que algunos
de los filisteos se integran entre las tribús de Jacob
(como hicieron los de Gat-Golán).
Pero la mayoría se verán empujados hacia la costa, asediados por
Israel y Judá
-tras la conquista judía de “la tierra prometida”-.
.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Varias
representaciones de David vencedor de Goliat: Arriba, el David de
Miguel Angel, en la actual copia depositada en la Plaza de la Señoría
de Florencia. Abajo, el David de Verrochio, en una vista posterior
tal como se expone en el Museo Barguello, Florencia (al que
agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes).
.
.
Al
lado y abajo: El
David de Donatello tal como se expone en el Museo Barguello,
Florencia (al que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes.
.
Pese
a su fuerza y organización, hacia
el año 1000 a. C. se considera que los israelitas vencieron a los
filisteos -de la segunda migración-; quienes en teoría eran mucho
más poderosos que los de Judá e Israel juntos. Pero
aquellos judíos (más débiles), actuaron tan unidos que
consiguieron relegarles a una franja en la costa. Sin
recuperando los filisteos nunca más sus tierras; debiendo vivir por
siempre en aquella pequeña zona junto a las playas
(ver mapas bajo estas lineas). En
este periodo comienza el reinado de David, quien triunfa ante el gran
Filisteo Goliat (I
Paral. 20) ; historia que recoge La Biblia mencionando cómo en las
fechas referidas los filisteos fueron vencidos y arrinconados en un
margen del litoral mediterráneo palestino. Donde permanecieron, en
esta estrecha franja de costa cercana a Haifa; viviendo allí hasta
el siglo VII a.C, cuando Assur (Asurbanipal) conquistó Canaán (8)
.
.
Para
terminar este epígrafe, diremos que nuevamente hemos visto otra de
las grandes historias bíblicas y su relación con sucesos
históricos, recogidos de forma legendaria en la personificación de
David y Goliat (I Paralipómenos 18, 1). Donde entendemos
el significado de ese “gigante” filisteo, enemigo de los judíos
al que abate el “pequeño rey de Israel” con un golpe de honda.
Siendo Goliat la personificación de la ciudad de Gat, el emporio
principal de aquel pueblo originario de Creta, Chipre o Grecia (9)
.
Por
otro lado, en
esta época de expansión y organización de los judíos (el siglo X
a.C.) es cuando muchas ciudades, tribus y reinos asentados hasta
entonces en Canaán, se
ven forzados a retirarse a las costas. Huyendo algunos de las zonas
cercanas al Sinaí, mientras otros muchos se embarcaron buscando
nuevas patrias llegando hasta tierras muy lejanas, en Occidente
(para sobrevivir a la expansión israelita). Debido
a estas circunstancias históricas, sabemos que la mayoría de los
asentados en Canaán que y no eran judíos, decidieron construir
fortalezas elevadas para vivir en un recinto amurallado
-en islas de las costas-. Incluso
creando arrecifes fortificados artificialmente y junto a litoral de
Oriente Medio (como
fueron Tiro y Sidón). Por
lo explicado antes, no es de extrañar que coincida la época de
creación del reino de Judá Israel, con la llegada de colonizadores
venidos desde Canaán hasta nuestras costas;
gentes que hoy se denominan precolonizadores de iberia y que
importaron objetos de tipo micénico y caánanita (10)
. Todo
ello en
un momento en que los dorios acababan de terminar con Micenas y el
Egeo comenzaba de ser dominado por gentes del Hierro.
.
BAJO
ESTOS PÁRRAFOS:
Mapa
que contiene en su página 162, el libro LOS PUEBLOS DEL MAR (de N.K.
Sandars; Madrid 2005 -a cuyo editor agradecemos nos permita divulgar
esta imagen-).
Veamos
en él cómo sitúa el lugar de asentamiento de los filisteos en dos
zonas: Por un lado en el litoral de Oriente Medio, en un área muy
cercana a Chipre; tanto como igualmente contempla a los Peleset
(filisteos) en la actual franja de Gaza. Ese
doble emplazamiento de aquel Pueblo del Mar, sin duda y en nuestra
opinión se debe a que aquellos
que los judíos llamaron filisteos (y los egipcios peleset) eran
originarios del Egeo y del área cercana a Chipre, donde primero los
sitúa la Historia. Aunque hacia el año 1180 aparecen luchando en
Egipto contra Ramses III, época en que se mencionan ya asentados en
la franja de tierra que hasta entonces había sido egipcia y que tomó
el nombre de Gaza.
Voz que en mi opinión procede de Gath, ciudad filistea con un famoso
héroe homónimo que llamado G-lath (Goliat). Palabras cuyo origen
consideramos proceden del arameo "GLTH" y que significan:
"Errantes, el que vaga, el que peregrina".
Sandars,
en LOS PUEBLOS DEL MAR, explica con detalle las turbulencias que
sufrió El Egeo, Anatolia y Oriente Medio tras la caída del imperio
hitita y la difusión del hierro. Un
periodo que comienza en el primer tercio del siglo XIII a.C., con la
Batalla de Qadesh (1274 a.C.) y se "acelera" poco después,
cuando el reino hittita de Hattu entra en crisis. Culminanado hacia
el 1212 a.C. con la guerra de Troya, siendo su etapa más dura la
denominada "expansión de los Pueblos del Mar"; gentes
errantes cuyos ataques a zonas como Egipto se documentan entorno al
1175 a.C.. Tras ello y debido también a invasiones que llegan a
Grecia Continental desde el Danubio y los Balcanes, se
produce un estado absoluto de deterioro en el área Oriental
mediterránea; entrando en involución las culturas y estados que
habían heredado a las del Bronce. Destruyéndose Micenas que había
liderado desde el siglo XV a.C. el progreso en la Hélade y sus
islas; civilización que procediendo desde Creta y Anatolia fue la
continuadora del sistema minóico, y que había sido sucesora de las
culturas de "El Bronce en el Egeo", actuando como "puente"
entre el mundo hittita y Egipto. Tras
la caída de Hattusa y la expansión del hierro -sucedida desde
Troya-, la magnifica cultura micénica se derrumbó en pocos años,
sin saberse muy bien qué pudo ser de las gentes que la conformaron.
En
este libro, Sandars expone una clara visión de la época, tanto como
de la Historia que hubo de suceder.
Recogiendo en ocasiones con claridad, cómo entre los llamados
Pueblos del Mar se hallaron algunos de aquellos micenios que durante
casi todo el siglo XIII a.C., tuvieron de dedicarse a navegar
buscando asentamiento o nueva patria. Batallando y atacando puertos o
zonas de litoral al quedarse sin su territorio, rumbo social, ni
hogar. Llegando a poner sus ataques en peligro la seguridad del
Egipto de Ramses III; dado que realizaban tremendas razzias con miles
de soldados y centenares de barcos, pretendiendo así establecerse en
tierras del Faraón
.
6º
– Caída y final de los Hicsos, Canaán como enemigo de Egipto:
Decíamos
que en nuestra forma de ver la Historia,
tras la segunda fase de explosiones y movimientos sísmicos del
Tera-Santorino (1580 a.C.) retroceden los reyes Hicsos hasta Canaán,
prácticamente sin combatir y por debilitamiento
de sus huestes. Así,
creemos que abandonan Egipto simplemente por el desastre de la
erupción que provocaría
de nuevo maremotos y lluvia de lava con cenizas sobre las ciudades
costeras -desde el Nilo hasta Anatolia-. Por lo que
en mi opinión, la caída de esta dinastía Hicsa no se debió a ser
propiamente “expulsados” por los antiguos dueños de aquella
tierra
(como los vencedores quisieron escribir). Sino
más bien
a problemas de destrucción de su armada y sus puertos, por
el volcán del Tera. Además,
en
aquel momento, los súbditos del faraón
aprovecharían
la situación de caos
para reorganizarse y avanzar hacia la desembocadura
(donde se hallaba Avaris). Viniendo desde el Sur y desde el Alto
Nilo, con el fin de expulsarles; haciendo
frente a los hicsos todos aquellos que se consideraban “verdaderos
egipcios”.
Quienes habían mantenido su cultura milenaria, consiguiendo incluso
muchos habitantes del delta no ser sometidos por la invasión
bárbara; mientras otros retirados hacia Luxor se organizaban como
una resistencia -en esta capital llamada por ellos “Lunu-sema”
(la Heliópolis ó Tebas, grecoegipcia)-. Donde
se reorganizaron como un Nuevo Egipto Faraónico, para acabar con el
reino Hicso de Avaris.
.
De
ese modo y tras el debilitamiento de los Hicsos, los viejos egipcios
consiguen expulsarlos
promoviendo un renacimiento; dando
así paso al Reino Nuevo. Que comienza en este momento -entre los
años 1580 y 1560 a.C.-; manteniendo el poder en Luxor
(donde lo situaron desde el comienzo del Reino Medio;
en
el 2050 a.C.; con una capital escondida a centenares de kilómetros y
muy
lejos del mar; fuera de los posibles ataques extranjeros). Allí,
los “verdaderos egipcios”
promueven tras la caída de esa dinastía bárbara, la expulsión o
la esclavitud de todos los habían colaborado con esos reyes
extranjeros. Pueblos en su mayoría llegados desde Canaán; entre los
que se encontraba el hebreo -que
como hemos dicho habría entrado con los hicsos en el delta, para
establecerse allí como una burguesía comerciante y con capacidad de
organizar gestiones de tesoro y administración- .
Así caerían en desgracia, pues tras siglo y medio de dominio
extranjero
fácil es imaginar la
sed de venganza que los egipcios antiguos tenían hacia los
colaboradores de los hicsos. Tanto
era ese odio, que
fue denostada la misma ciudad de Biblos; aunque durante miles de
años había sido tenida por sagrada y aliada del Faraón
. Pasando
a considerar a los bibliotas unos grandes traidores;
afirmando los egipcios que Biblos había iniciado una política de
expansión, aprovechando el gobierno Hicso, sin ayudar a sus
“hermanos” faraónicos y vendiendo a su propia nación. Siendo
así como hacia el 1570 y el 1550 a.C., Ahmosis y Tutmosis II
expulsaron definitivamente a aquellos “ gobernantes extranjeros”
del Delta, que
según narran las crónicas de los mismos egipcios eran “reyes
pastores, tiranos e ignorantes, bajo cuyo reinado no hubo
prosperidad”
(11)
.
.
Este
periodo de dominación bárbara, llevaría a Egipto a tener un fuerte
sentido patrio y
a fortalecerse militarmente; pero sobre
todo a desear destruir Canaán (de
donde consideraban procedían aquellos invasores).
Llegando los egipcios hasta las tierras
vecinas, en diferentes incursiones; donde
atacan y en gran parte, acaban con ciudades tan importantes como la
de Biblos. En esos primeros avances
territoriales de Egipto, llegan
a dominar la zona del Líbano por completo. Tras ello, se alía
Tutmosis II con el reino de Mitani (unidos
a Babilonia) para
repartirse Canaán y someterlo totalmente; creando así un fortísimo
imperio faraónico que comprendía Líbano y Siria, llegando hasta el
Eúfrates.
Pues tanta era la furia de los del Nilo en estos años contra los
pueblos originarios de Canaán; que un siglo después de la caída
del los Hicsos, Tutmosis III en 1462 a.C. atacará Mitani por el
Eúfrates para controlar totalmente a los semitas (recordemos que
esta civilización mesopotámica de Mitani, había sido de fundación
Hurrita -de igual raíz a la de los Hicsos-).
.
Es
esta la época del “gran renacimiento” y gloria egipcia, en la
que se crea un periodo de arquitectura incomparable,
y -entre otras maravillas- el famoso Valle de los Reyes, así como
innumerables templos junto a su capital (la actual Luxor). Pese
a ello, el nuevo reino renacido (el Imperio Nuevo) ya no se acercará
tanto al Mediterraneo, como hicieron los antiguos reinos con capital
en Memfis; y ese Egipto posterior a los Hicsos, permanecerá siempre
temeroso(hasta xenófobo, cerrado en sí mismo). No deseando que los
extranjeros conozcan sus entrañas sociales, ni menos sus secretos
-religiosos o de ciencia-. Pretendiendo
alejarse de otras civilizaciones a quienes se limitará a someter;
más que conquistarlas y a civilizarlas, como antaño había hecho.
Por
su parte, los canaánitas que no huyeron del Nilo al caer el mundo
Hicso, pasaron a ser lo peor de la Sociedad faraónica (esclavos); al
igual que cuantos prisioneros hicieron en Oriente Medio los ejércitos
egipcios. Que acosaban aquella zona de Canaán, donde durante este
periodo del Reino Nuevo se intentaban liberar como podían del yugo
egipcio. Lográndolo tan solo algunas ciudades muy fuertes,
principalmente las situadas en costa y unidas a la organización
filistea; porque los filisteos debieron servir a los egipcios por
entonces como aliados -actuado
como mercaderes y sobre todo de transportistas marítimos-.
Pues la invasión faraónica de Canaán y de las zonas limítrofes en
esos años fue tan severa, que hasta los cedros del Líbano pasan a
ser adquiridos como recaudación de impuestos.
Debiendo pagarlos obligatoriamente Biblos y las ciudades adyacentes;
dejando de ser así los egipcios compradores o aliados de la zona y
cuyos cobros e impuestos en tiempos de los Tutmosis (II, III y IV)
fueron verdaderamente duros. A estos faraones citados, le suceden los
Amenotheps; entre los que Amenofis
II y III actuaron con menos militarismos y con más dedicación a la
cultura. Relajando un tanto el yugo sobre Canaán y las fronteras
(pese a que conservaron el Imperio Medio y su gloria). Llegándose
así hasta el momento en que un rey “extraño” decidió reformar
la religión y el país del Nilo.
.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Dos
fotografías tomadas en el Museo de Luxor. Al lado: Akhenatón el
faraón hereje. Abajo tres de mis sobrinos junto a la famosa estatua
de Amenoteph, hijo de Hapu; famoso escriba, perteneciente a la
familia real y al que se le rendía culto como hombre de ciencias y
de humanidades. Siendo
su carácter divino asociado con el que desde un milenio antes se
veneraba a Imnhotep; este escriba hijo de un famoso legislador vivió
su última etapa bajo el reinado de Amenofis III, conociendo ya las
pugnas entre el clero y la realiza por imponer cultos renovados y
nuevas normas (tal como finalmente haría poco después Amenofis IV,
Akhenatón).
.
7º-
Akhenatón el rey “hereje” y el Yahvismo de los judíos:
.
En
el 1377 a.C. (fechas aprox. +/- 30 años) sube al trono Amenofis IV,
el gran “rey hereje Akhenatón”, quien dedica todo su reinado
al “florecimiento” cultural y espiritual; pero sobre todo a
la reforma religiosa que decide llevar a cabo.
Una “herejía” con
la que intentó imponer lo que se ha denominado “el monoteismo”
de Egipto;
transformando gran parte del culto y costumbres del Imperio hacia la
veneración a un dios único (Atón). Sus cambios llegaron hasta el
punto de modificar la capital del reino, que ya dijimos habían
situado en el actual Luxor hacia el 2050 a.C. -por motivos de defensa
y de nueva política-. Poniendo la nueva ciudad y corte en la llamada
Akhenatón; una urbe “bautizada” con su mismo nombre -que
significaba el “Horizónte de Atón- ubicada junto a la actual
Amarna (a medio camino entre Luxor y la desembocadura del Nilo). Por
su parte, el
monoteísmo de Amenofis IV -del que tanto se habla-, no fue más que
una reforma en la que se sustituye al rey de las divinidades (Amón),
por el nuevo dios único: Atón
(personificado en el disco solar). Un
culto que ya se había iniciado en época de su padre (Amenofis III);
aunque la transformación religiosa del hijo fue de carácter más
reaccionario. Tanto
como para perseguir a quienes venerasen al antiguo dios. Así este
faraón llamado “hereje” y que reinó unos diecisiete años,
ordena
destruir todas las estatuas del antiguo Amón y sustituirlas por la
imagen de Atón; del mismo modo que borra el nombre en las
inscripciones de Amón-Ra, obligando crear nuevos templos
y bajorrelieves en favor del dios único representado en el disco-Sol
(Atón). Asimismo,
Akhenatón, bajo este nuevo rito
se inviste como pontífice supremo; aunque con ello lo que realmente
buscaba era restar poder al sacerdocio, para detentar todo el
gobierno desde la corona.
.
Pese
a todo, el credo del antiguo Egipto se dirigía a un solo dios-rey;
en la forma del Sol (Ra), muy similar al que proclamará luego
Akhenatón.
Y por cuanto hemos expuesto, no nos debe quedar la menor duda de que
en las posteriores creencias de todo el Mediterráneo Oriental, será
fundamental la historia de Osiris primigenio; como “dios padre”
-dios único y creador verdadero-. Por
todo ello, afirmar que Akhenatón pretendía instituir el primer
monoteísmo con fines filosóficos, creemos que pudiera
ser tan erróneo
como
considerar que la armonía de las estrellas fue una idea de Platón
(ya que este filósofo la copió literalmente de los textos y de las
enseñanzas de los pitagóricos -principalmente, los que compró a la
familia de Filolao-). Pero
el hecho importante es que el faraón trató de imitar cultos
canaaneos y mitanios de su época; seguramente para llegar a una
confluencia con estos pueblos vecinos. Pese a ello, infinidad de
estudios que hacen referencia al origen de los hebreos, repiten la
afirmación de que el Yahvé bíblico está muy influido del Atón de
Akhenatón. Aunque
muy por el contrario, en
nuestra opinión fue Amenofis IV quien toma un dios similar al que
adoraban los semitas; posiblemente en un intento por acercarse a
países cercanos y a su organización estatal. Seguramente
con fines de alianza y para evitar guerras con tierras limítrofes,
en un momento de gran crisis fronteriza y de enormes convulsiones
internas en el Nilo.
.
De
tal manera, esa nueva deidad única impuesta por el “faraón
hereje”, se
acerca más al divo del fuego que al dios del Sol; y con ello, se
asimila mejor Atón a los Baal (o reyes) que todas las ciudades y
religiones semíticas tenían. Pues con la voz Baal -que
significaba “señor” en lenguas semita- representaban
al mismo monarca; y así, el señor -su dios- hablaba por boca del
propio gobernante, a través del que era adorado.
También conocemos que para la veneración de estos “Baal” se
realizaban sacrificios humanos en el templo; donde se contenía la
efigie del monarca y señor (de la urbe o del reino). Siendo
así, como “dueño” de la Ciudad o del Estado, fue venerado
simbolizado en el mismo fuego, representando la luz y las estrellas
(el Sol). Por lo que era común entre estos pueblos, quemar en nombre
del Baal a personas -vivas
o recién sacrificadas y ofrecidas sobre un pebetero sagrado-. En
especial a los primogénitos que las familias adoradoras del rey
(las nobles), que entregaban a sus hijos con este fin. Tales ritos y
usos se sabe se llevaron a cabo entre semitas y sobre todo tenemos
testimonio de haberse practicado en los templos fenicios y
cartagineses (especialmente del Baal Melkarte en ciudades como Tiro,
Sidón, Cartago o Cádiz). Pese
a ello, aquellas inmolaciones del primogénito fueron precisamente la
piedra de toque para la creación de una nueva religión y de una
nueva civilización. Nacida desde Abrahám, cuando se acabó con este
cruento ritual de ofrecer el hijo primero
(tal como muestra la historia del famoso Sacrificio de Isaac).
.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Al
lado; imagen
del libro de Athanasius Kircher “Oedipus Aegyptiacus”,
editado por primera vez entre 1652 y 1655. En
esta se representa al dios Moloch de los infieles, que se identifica
con el Melkart de los fenicios y al que se entregaban vidas de niños
para rogarle protección.
Citado por La Biblia y mencionado por los israelitas como una de la
más profanas deidades; se sabe que en
sus templos existía una gran estatua de bronce, donde Moloch
(Melkart) se representaba con los brazos extendidos y con un enorme
pebetero -horno- en su pecho.
Hay diferentes versiones acerca del modo en que se inmolaban sus
víctimas, aunque todos coinciden que los
cuerpos de los niños se ponían entre aquellos brazos de bronce,
para que rodasen hasta el horno;
donde ardían, tras caer por su peso. Se supone que el sacrificio
ritual era realizado con hijos que los padres no deseaban y por ello
ofrecidos al templo; aunque
en caso de grandes desgracias, de guerras o de epidemias, sabemos que
los nobles tenían la obligación de entregar a sus primogénitos
(recordando la Historia holocaustos en los que se inmolaron
trescientos niños a la vez, en un mismo altar de Moloch).
Esta religión de origen semita y que obligaba sacrificar al hijo
primero, era profesada desde la Alta Edad del Bronce por algunos
pueblos canaanitas. Unos cultos que se negaron a seguir los
israelitas (desde el siglo XX a.C.), narrando
la historia bíblica el modo en que el Patriarca Abrahám logra una
nueva “alianza”, consiguiendo no estar obligado a matar a Isaac.
A cambio, circuncida a su hijo y puede ofrecer un carnero a Yahvé;
quien le manda el ángel y la res, para indicar cómo han de ser los
nuevos sacrificios desde aquel momento.
ABAJO:
Máscara
de oro del sepulcro de Tutankhamón -tal
como la exhibe el Museo arqueológico de El Cairo, al que agradecemos
nos permita divulgar nuestra imagen-.
De este rey sabemos con certeza que comenzó llamándose Tutankh-Atón
(el que vive en Atón).
Aunque tras lograr reconciliarse con el clero antiguo del Nilo,
devolvió el pleno dominio al sacerdocio, regresando al culto de Amón
y tomando el nombre con el que le conocemos (cuyo
significado fue “el que vive en Amón”).
No sabemos si era hijo de Akhenatón (como muchos consideran) o si
fue simplemente uno de sus yernos; aunque sí está clara la función
que cumplió, regresando a los cultos antiguos y desechando la
herejía impuesta por Amenofis IV. De
igual modo, parece
que la tumba que ocupó fue la de Nefertiti (mujer principal de su
padre); vaciada
para poder albergar rápidamente a este rey que murió con tan solo
diecinueve años.
Todo ello hace pensar en un verdadero odio hacia Akhenatón y sus
creencias por parte de quienes le continuaron, tanto como para llegar
a desahuciar a Nefertiti de su última morada. Estas
profundas crisis religiosas y familiares, llevaron a que tras
Tutankhamón llegasen al trono de Egipto el visir y suegro de
Akhenatón (Ay) y después un general del mismo Amenofis IV
(Horemheb); finalizando así la dinastía XVIII.
.
8º-
El Atón de Akhenatón inspirado por el Yahvé de los israelitas:
Por
cuanto hemos expuesto, si consideramos que es Akhenatón quien se
inspira en un modelo semita religioso, pretendiendo atraer hacia
Egipto a estas culturas coetáneas, que por entonces nacían e iban
fortaleciéndose en Canaán y el Sinaí (como fueron la fenicia y la
israelita). Comprendemos
bien, como Atón no solo es un nuevo dios, sino principalmente un
intento de aliarse con Mitani, los Canaaneos y Amorritas.
Pretendiendo este faraón débil y decadente aunarse con aquellos
pueblos vecinos. Principalmente cuando
observa como los Hittitas “llegaban” desde Anatolia, realizando
terribles razzias y conquistando antiguas tierras de frontera
faraónica en el Medio Oriente. Pues no hay que olvidar que es en
estos años cuando los pueblos de Anatolia comienzan a experimentar
con el primer armamento de hierro; unas espadas y puñales que
todavía distaban mucho de las de acero (logradas en el siglo XIII
a.C.). La
fortaleza de Hatti y se sus hordas armadas con el primer hierro es
tal que durante
el reinado de Akhenatón pasan a manos hittitas prácticamente la
totalidad de la actual Siria y el Líbano. Zonas que hasta Amenofis
III dominaba perfectamente Egipto; al igual que los territorios
sináicos que alcanzaban hasta Mesopotamia.
Debido a estas circunstancias políticas, creemos que
su retroceso de fronteras fue acompañado por el intento de reformar
la religión; con la intención segura de atraerse la amistad de
mitanios y canaanitas. Pero esta postura y la introducción de nuevos
cultos, produjeron en el Nilo todo tipo de protestas; provocando
escisiones en los ejércitos que guardaban sus tierras lejanas.
Cuanto
antes expresábamos lo comprendemos al observar cómo Amón Ra era
dios del día y de la noche
(es decir de la oscuridad y la luz y por ello, en verdad un dios
único); mientras
el Atón reformado por Akhenatón, es solo el señor de la claridad y
niega las tinieblas. Partiendo desde un planteamiento maniqueo,
plenamente semita; donde las tinieblas no pueden ser adoradas porque
representan el mal. De ello nos atrevemos a afirmar que este faraón
reformador es quien se inspira en religiones extranjeras y no el que
influye en ellas -tal
como comúnmente se dicta-.
Por
tanto habríamos de negar la idea tan proclamada de que los judíos y
su Yahvé nazcan desde este Atón y Akhenatón; siendo
además imprescindible observar que el
Dios de la Biblia es absolutamente distinto a Atón. Tanto que Yahvé
no se puede representar en efigie
y se expresa o simboliza con fenómenos tan semitas como “la zarza
ardiendo”(Exodo, 3, 3) y sobre todo como una simple voz (más
nunca en la forma del Sol, la Luna, ni otro astro). Pues
ya en El Decálogo se prohíbe expresamente la creación de imágenes
de Dios, del cielo o los infiernos (Exodo.
20, 4-6). Siendo
por tanto el Dios de Judá, una idea abstracta, sin representación
terrenal y que se manifiesta solo en la forma necesaria para
comunicarse (la palabra)
-bien para entregar La Ley Mosaica (Gen. 19) o bien para evitar el
sacrificio del primogénito (común en los rituales del Baal)-.
Las
características antes descritas nos enlazan plenamente con algunas
deidades semitas y babilónicas, relacionando este Yahvé con ideas
comunes a códigos de leyes mesopotámicas, como fue el del rey-dios
Hammurabi (del siglo XVIII a.C.). Aunque su vez lo aparta del
sacrificio humano y del primogénito, que se sabe practicaban los
fenicios y mesopotamios en sus templos. Tanto que la transformación
religiosa hacia el Yahvé judío se produce en razón a que el Dios
de la Biblia ordena el llamado “rescate”, con el que se sustituye
un animal por la persona a sacrificar. Así
lo vemos en la inmolación de Isaac (Genesis 22), tanto como en el
“rescate” que se llevaba a cabo en los templos levíticos;
matando un animal en vez de un hombre, cuando el niño se presentaba
ante Dios por primera vez.
Y por cuanto hemos explicado, parece claro que Yahvé ya está
determinado como monoteísmo en época de Abraham (unos cinco siglos
antes de Akhenatón); distinguiéndose además de los dioses semitas,
pues no permite el sacrificio humano en su nombre, sustituyéndolo
por el de una res. Más
tarde estudiaremos
los orígenes de este Dios de los judíos, que en el siglo XIX a.C.
haría nacer unas nuevas civilizaciones; desde las que proceden
algunos pueblos sináicos y las doce tribus de Judá e Israel.
.
Continuando
con la Historia de los judíos y su unión a la figura de Akhenatón,
añadimos que hay numerosas referencias históricas y arqueológicas,
para relacionar al pueblo hebreo con tribus del Sinaí y con hurritas
(tanto como con migraciones de origen mesopotámico).
No debiéndose considerar su inicio en tiempos de Akhenatón y mucho
menos en el momento del Éxodo (como algunos creen). Por lo demás,
en
lo que se refiere a su religión; la gran reforma que genera el
pueblo judío, es la imposición del rescate y la negación de
sacrificio ritual humano -una
inmolación de personas, común en la mayoría de los cultos en estas
épocas-. Transformando así realmente esos ritos semitas, generando
celebraciones que se abrirán hacia una nueva etapa, hasta llegar al
monoteísmo moderno. Puesto
que derogar la inmolación sagrada de humanos a principios del II
milenio a.C., debió de ser un enorme avance. Por cuanto aquel
Sacrificio de Isaac debemos
considerarlo un hecho de enorme relevancia por entonces; todo que
quizás consiguió mantener el espíritu de un pueblo unido durante
siglos -tanto
que aún hoy ha permanecido cohesionado y no ha desaparecido-. Puesto
que en la época que tratamos (hacia el siglo XIX a.C.), la mayoría
del Mundo Antiguo subsistía en el las sombras Eneolítico y tal solo
las zonas más avanzadas habían comenzado una plena Edad del Bronce
-quinientos años antes-. Por ello, en
una etapa donde el poder se organizaba aterrorizando a los súbditos
con ritos esperpénticos, para que rindieran plena pleitesía a los
gobernantes;
la supresión de sacrificios humanos rituales debió de ser tan
novedosa como impensable.
.
Reflexionando
brevemente sobre
ello,
observaremos cómo en la Europa del siglo I a.C., aún todas las
religiones celtas llevaban a cabo en sus santuarios terribles
inmolaciones de personas. Tal como realizaban los etruscos;
quienes solían matar a víctimas propiciatorias con el fin de leer
sus vísceras y el hígado (al igual que hacía casi todos los
pueblos indoarianos asentados por toda Europa). Costumbres que los
romanos combatieron y erradicaron de Italia antes del siglo III a.C.;
aunque no hay que olvidar que entre
los latinos se mantuvo el sacrificio de vírgenes Vestales. Del mismo
modo en Grecia existieron templos
dedicados a diosas como Artemisa, Hécate y deidades demoniacas
(Daimones); donde
se ritualizaba la muerte sagrada de humanos. Todo ello con un último
sentido e intención: Dominar al pueblo,
que impávido y sin hacer nada para salvar al inocente, contemplaba
en grupo las ejecuciones sagradas (donde
se les mostraba que de no obedecer, ellos serían asesinados de
manera igual).
Unos ritos
crueles religiosos comunes a todas las Sociedades neolíticas y
eneolíticas; tanto que los encontraremos igualmente en las culturas
precolombinas. Mantenidos
en América hasta la aparición de los españoles en el siglo XV;
extendidas por lugares como el México amerindio, donde el número de
sacrificados en templos eran más de treinta mil a año. La mayoría
entregados por sus propias familias en el honor de los dioses;
ofreciendo niños para ahogarlos ante el dios de las aguas (Tlaloc) o
doncellas para diferentes rituales de muerte -junto a hombres a los
que extirpaban el corazón en los atares o bien eran desollados vivos
por sacerdotes como los de Hiutchilopotchli-.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Al
lado, tres de mis sobrinos en la entrada al Museo Arqueológico de El
Cairo. Observemos la cara de
estudiosos de arqueología que tienen; principalmente el del centro,
que es japonés. Abajo:
imagen de los llamados
Colosos de Memnón,
junto al Valle de los Reyes (cerca de Medinet Habu). Estas
gigantescas estatuas representaban
al padre de Akhenatón en dos figuras de unos dieciocho metros de
altura; en posición sedente y mirando al Oriente puro.
.
9º-
Abrahám y su reforma religiosa (el origen del pueblo judío):
Por
cuanto hemos expuesto, hubo de ser absolutamente innovadora aquella
religión surgida en Canaán sobre 1850 a.C.; cuando
en la montaña de Moirá
se prohíbe el sacrificio del hijo primogénito
-como recoge la Biblia-. Un ritual de inmolación que muchos semitas
practicaban como rito iniciático y que asimismo era llevado a cabo
por la mayoría de los pueblos por entonces
(12) .
Siendo
este un hecho tan transcendental e importante
-históricamente hablando-, que
explica la creencia de los judíos de ser el pueblo de Dios (tras
haberse negado primero al sacrificio humano ritual). Todo lo que
asimismo explicaría la existencia y cohesión de estas gentes bajo
un mismo culto; pues hay que recordar que el pueblo hebreo no lo
compone una raza y ni siquiera un país determinado, sino de una
religión.
Creencias que entendemos partiendo desde este punto originario;
conociendo
que en el siglo XIX a.C. hubo gentes que se negaron a entregar a sus
hijos para sacrificarlos en nombre del dios (el Baal o el señor-rey).
Una negativa que por entonces suponía la condena al destierro de las
ciudades y la obligación a quedar solos en el desierto.
Comprendiéndose así el significado y origen de aquel grupo que más
tarde se asienta en Canaán; cuya cohesión pudo estar rubricada
durante milenios en base a ese principio:
No admitir sacrificios humanos en el templo y menos entregar
familiares para ese fin (tal como otros hacían). Todo lo
que sería el origen del pueblo hebreo, sin relación alguna con el
monteismo de Akhenatón; y nacido desde tribus que preferían vagar
por el desierto, antes de someterse a las leyes del Baal. Unos
hechos que mantendrían unidos a los judíos por su religión;
absolutamente innovadora en plena Edad del Bronce, donde las
inmolaciones sagradas eran la base del poder y del gobierno
eclesiástico.
.
Consecuentemente,
la Historia religiosa de Canaán es muy distinta a la de Egipto; por
lo que se hace difícil compararla con el cisma de Amarna
(la herejía de Akhenatón; con la que apenas tiene nexos). Pues no
solo hemos visto que el monoteismo de Amenofis IV parece estar
inspirado en el de los pueblos de Canáan. Sino, que además la
historia judía se inicia en etapas muy anteriores las del referido
faraón. Con su episodio más transcendental, que se data hacia el
siglo XIX a.C.. Donde la aparición de Abrahám y del Dios de Judá
tiene como misión acabar con el rito común de inmolar al hijo mayor
(Isaac).
Narrando el Génesis (22) el modo en que Yahvé envía un ángel, que
ordena a Abrahám no sacrificar a su primogénito, cuando ya se
disponía a asesinarle; indicando donde hay una zarza en la que está
atrapado el carnero que ha de inmolarse en sustitución del hijo.
Este
episodio es el que marca la diferencia verdadera entre el pueblo
judío y los demás de Canaán; incluso
entre los hebreos y otras tribus sináicas de igual origen racial,
pero que seguían realizando sacrificios humanos.
Habiendo de suponerse que aquellos que no admitieran estos ritos del
Baal, se verían expulsados de las ciudades y obligados a vagar por
el desierto. Debido
a ello, hemos de entender al pueblo judío como aquellos que
preferían vivir fuera de las urbes protegidas y amuralladas -errando
por Canaán- antes de someterse a la inmolación del hijo.
Generando así un grupo de referencia unido, que nacería entorno al
1850 a.C.; hechos que La Biblia explica en la figura de Abrahám y
que sitúa en tierras de camino entre Ur (Babilonia) y el Sinaí (13)
.
.
Como
venimos repitiendo, este es el momento histórico donde hay que
marcar el inicio de los hebreos; cuya diferenciación con otros no
fue racial, ni de territorio o político; sino solamente religiosa.
Pues el judaísmo marca su orígenes
claramente en esa época de Abraham y con
este hecho que lo distingue totalmente de otras religiones semitas.
Así hemos de considerar claramente como hebreos pudieron ser ya un
pueblo cohesionado en Canaán durante el siglo XIX a.C.;
diferenciándose claramente de otros caananitas que practicaron las
religiones que ofrecían personas al rey (o al Baal). Mientras
aquellos a los que hoy llamamos judíos, nacerían cuando instituyen
la ceremonia llamada de “rescate”, donde se sustituye al niño
por un animal. Acogiendo
entre ellos a todos los expulsados de ciudades o de las fronteras,
cuando se negaban a matar víctimas humanas en efigie y ofrecimiento
al “señor”.
Aunque hubo reyes y poderosos de Judá que volvieron a los ritos
semitas y practicaron el sacrificio del hijo propio. Siendo
considerados monarcas o personajes degenerados entre los judíos; tal
como podremos leer en el libro de los Reyes; donde Jeremías o bien
Ezequiel hablan de ellos -entre otros pasajes bíblicos que recogen
cómo se practicaban esas terribles costumbres; ver cita (14)
-.
.
Por
cuanto hemos expuesto, consideramos
que la afirmación de que el Yahvé de la Biblia nace del monoteismo
de Atón, es una apreciación alejada de la realidad histórica. Muy
por el contrario, en episodios del Antiguo Testamento que se fechan
en tiempos cercanos al reinado de Akhenatón -tal como es el Éxodo
(era de Moisés)-, sí veremos ritos de tipo semita o caananeo en
Egipto.
Basta recordar el
famoso episodio de las Diez Plagas, cuya última maldición consiste
en la muerte de todos los primogénitos (animal o humano) como
narra el Exodo -ver cita
(15) -.
Con motivo de esta décima plaga, que traerá la muerte incluso al
heredero del Faraón; se instituye la Pascua (Exodo 12) por mandato
divino y en la que los judíos tienen la obligación de matar el
cordero (cabrito) de un año de vida -comiéndolo en familia con
agradecimiento a Yahvé-. Realmente, este
relato de la décima plaga que
puede resultar “extraño”; es
comprensible históricamente cuando conocemos las prácticas
religiosas de los caananeos y semitas. Quienes ofrecían sus hijos al
templo; cuando se producían catástrofes climatológicas, epidemias,
hambrunas, guerras o crisis de Estado.
Momentos en los que era obligado llevar a los vástagos ante los
dioses -principalmente primogénitos-, para sacrificarlos sobre el
altar divino y frente a la mirada de la familia (que no debía ni
gemir presenciando la escena; en la que normalmente era degollado el
niño, antes de ser arrojado al fuego sagrado...). Con lo relatado,
comprendemos
el simbolismo de cuanto narra el Éxodo, advirtiendo de que de no
liberar al pueblo judío (que negaba el sacrifico de infantes),
morirían todos los primogénitos; antes los de los animales, pero
después habrían de matar a los de humanos.
Al estar practicándose ritos que admitían esas ceremonias de
inmolación; cuya
pirámide religiosa comenzaba por ofrecer el primer nacido de cada
animal, pero terminaba matando al heredero de cada casa (en efigie
del príncipe real).
.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Al
lado un grabado en que vemos a Abrahám con Melquisadec; abajo un
oleo en que se representa a Abraham
y su esposa Sara, ante el rey Abimelech
-obra
del círculo de Johann Heinrich Roos-.
Sin lugar a dudas, el relato de este gran patriarca narra y recoge el
periodo en que diversas tribus -que compusieron el pueblo amorrita-
trashumaban por el desierto, entre los siglos XX y el XVII a.C..
Viajando desde Mesopotamia hasta Oriente Medio, y de allí al Sinaí;
entablando relaciones de amistad o comerciales con Egipto y con otros
reinos, como el de Amibelech -que
parece simbolizar los pueblos de origen cretochipriota asentados en
las costas de Canaán, posteriormente conocidos con el nombre de
filisteos-. Sobre estos encuentros nos dirá Flavio Josefo: “El
rey de Sodoma se encontró con él en un sitio llamado Campo real,
donde lo recibió el rey de la ciudad de Solima, Melquisédec. Este
nombre significa "rey justo"; y lo era, en opinión de
todos. Por esa razón lo hicieron sacerdote de Dios. Y a Solima luego
la llamaron Jerusalén. Melquisédec abasteció generosamente al
ejército de Abram dándole abundantes provisiones. Y mientras se
hallaban festejando lo elogió y alabó a Dios por haber sometido al
enemigo a sus manos. Abram le dió la décima parte del botín y él
la aceptó”.
.
10º-
Abrahám y José en Flavio Josefo y en El Antiguo Testamento:
Terminaremos
este capítulo recogiendo cuanto se relata sobre las figuras de
Abrahám y sus descendientes, en Antigüedades Judías y en el Libro
del Génesis. Tomaremos la traducción de Flavio Josefo -publicada
por J.Farré- (16)
y la versión de La Biblia de Casiodoro Reina, revisada por Cipriano
Varela -1569 y 1602- (17)
.
ABRAHÁM
EN ANTIGÜEDADES JUDÍAS DE FLAVIO JOSEFO:
LIBRO
I
CAPÍTULO
V
"Los
pueblos derivados de los hijos de Noé. Origen de los
hebreos"
4. Sem, el tercer hijo de
Noé, tuvo cinco hijos, que habitaron las tierras del Asia que
comienzan en el Eufrates y llegan al océano Indico. Elam dejó a los
elamitas, antepasados de los persas. Asur vivió en la ciudad de
Nínive, y llamó a sus súbditos asirios; fué la nación más
afortunada. Arfaxad dió nombre a los arfaxadeos, que son ahora los
caldeos. Aram originó a los arameos, a quienes los griegos llaman
sirios. Lud fundó a los ludos, que ahora son llamados lidos. De los
cuatro hijos de Aram, Us fundó la Traconita y Damasco, entre
Palestina y Celesiria. Ul fundó a Armenia; Geter a los bactrianos;
Mes a los mesaneos, región que ahora se llama Espasina Carax.
Arfaxad fué padre de Salas, y éste de Héber, de cuyo nombre se
llamó originalmente hebreos a los judíos. Héber engendró a Juctas
y a Falec, llamado así porque nació cuando se desparramaron las
naciones en sus respectivas tierras. Porque Falec en hebreo significa
división. Juctas, uno de los hijos de Héber, tuvo los siguientes
hijos: Elmodad, Salef, Azermot, Ires, Adoram, Ezel, Declas, Ebal,
Abimael, Sabeo, Ofir, Evilates y Jobab. Habitaron junto al río
Cofen, un río de la India. y en una parte de la Aria adyacente. Y
con esto será suficiente en cuanto a los hijos de Sem.
.
5.
Ahora hablaré de los hebreos. Falec, hijo de Héber, engendró a
Ragav,
cuyo
hijo
fué
Serug,
a
quien
le
nació
Nacor;
hijo
de
éste
fué
Tare,
que
fué
el
padre
de
Abram,
que
fué
por
lo
tanto
el
décimo
después
de Noé; nació doscientos noventa y dos años después del diluvio.
Porque Tare engendró a Abram a los setenta años
(...) Abram tuvo dos hermanos, Nacor y Arán; de ellos Arán dejó un
hijo, Lot, y dos hijas, Sara y Melca, y murió en una ciudad de
Caldea llamada Ur, donde todavía puede verse su monumento. Los dos
hermanos se casaron con sus sobrinas; Nacor con Melca y Abram con
Sara.
.
CAPITULO VII Abram se
instala en la tierra de Cancún
1.
Como Abram no tenía hijos adoptó a Lot, hijo de su hermano Arán y
hermano de su esposa Sara, y abandonó la tierra de Caldea. A los
setenta y cinco años de edad y por orden de Dios se trasladó a
Canaán, donde residió y dejó la tierra a sus descendientes (...)
Cuando los caldeos y otros pobladores de la Mesopotamia se levantaron
contra él por sus doctrinas, creyó conveniente abandonar la región.
Y por orden y con la ayuda de Dios fué a vivir a la tierra de
Canaán, donde una vez instalado erigió un altar y ofreció un
sacrificio a Dios.
2.
Beroso menciona a nuestro padre Abram sin nombrarlo. cuando dice: "En
la décima generación después del diluvio hubo entre los caldeos un
hombre justo y grande, y entendido en la ciencia del cielo."
Hecateo hizo algo más que nombrarlo; dejó todo un libro sobre él.
Nicolás de Damasco, en el cuarto libro de sa historia, dice: "Abram
reinó en Damasco, siendo forastero, y habiendo llegado con un
ejército de una tierra situada más allá de Babilonia que él
llamaba Caldea. Poco tiempo después se trasladó con su familia a la
tierra llamada entonces Canaán y que ahora se llama Judea...."
.
CAPITULO
VIII "Hambre en Canaán. Abram se transiada a Egipto y en seña
a los egipcios"
1.
Cuando invadió el hambre a la tierra de Canaán y Abram averiguó
que los egipcios estaban en buena situación, se dispuso a
trasladarse allí para participar de su abundancia y escuchar la
opinión de sus sacerdotes sobre los dioses, y luego seguirlos si los
conceptos de ellos fueran mejores que los suyos, o convertirlos si
los de él resultaran más verdaderos. Como tenía que llevar
con-sigo a Sara y temía la intemperancia de los egipcios con
respecto a las mujeres y de que el rey lo matase por la gran belleza
de su mujer, recurrió al expediente de hacerse pasar por su hermano,
y la instruyó para que dijera lo mismo, asegurándole que sería en
su beneficio.
Cuando
llegó a Egipto sucedió lo que Abram había sospechado; la fama de
la belleza de su mujer se había extendido por todas partes. El
faraón, rey de Egipto, no se conformó con lo que le informaron,
quiso verla personalmente, preparándose de antemano a gozarla. Pero
Dios detuvo sus injustos deseos, enviándole una peste y una rebelión
contra su gobierno. Cuando preguntó a los sacerdotes cómo se podría
librar de las calamidades, le respondieron que su desdicha se debía
a la ira de Dios, por haber querido abusar de la esposa del
extranjero. Dominado por el temor, preguntó a Sara quién era y con
quién había venido. Cuando supo la verdad pidió disculpas a Abram;
creyendo que la mujer era su hermana y no su esposa, había querido
emparentar con él casándose con la mujer y no abusar de ella
incitado por la lujuria. Le dió grandes riquezas y lo relacionó con
los egipcios más eruditos, con quienes Abram conversó, destacando y
aumentando su virtud y su reputación.
2.
Los egipcios tenían anteriormente diversas costumbres, y se
despreciaban mutuamente sus ritos sagrados, odiándose y
ridiculizándose entre sí. Abram conferenció con cada uno de ellos
refutando las razones que daban en abono de sus respectivas
prácticas, y demostrando que esas razones eran vanas y carentes de
verdad. Todos lo admiraban como a un hombre sabio, ingenioso y
perspicaz cuando hablaba de cualquier tema; y no sólo para pensarlo
sino también para explicarlo y lograr el consentimiento de los que
lo escuchaban. Les enseñó aritmética y la ciencia de la
astronomía; porque antes de la llegada de Abram a Egipto no conocían
esas disciplinas, que llegó de Caldea a Egipto y de ahí pasó a los
griegos.
3.
En cuanto Abram volvió a Canaán dividió su tierra con Lot, debido
a las disensiones de los pastores sobre las tierras de pastoreo,
dejando a Lot la opción de elegir la parte que quisiese; y él se
quedó con la parte restante, que eran las tierras más bajas
situadas al pie de las montañas. Vivió en Hebrón, ciudad siete
años más antigua que la de Tanis en Egipto. Lot poseyó la tierra
de la llanura y el río Jordán...
.
CAPITULO
IX
Guerra
de los sodomitas con los asirios
.
CAPITULO
X
Abram
vence a los asirios, pone en libertad a los prisioneros y recupera el
botín
2.
Abram libertó a los cautivos tomados por los asirios, salvó también
a su pariente Lot y volvió en paz a su casa. El rey de Sodoma se
encontró con él en un sitio llamado Campo real, donde lo recibió
el rey de la ciudad de Solima, Melquisédec. Este nombre significa
"rey justo"; y lo era, en opinión de todos. Por esa razón
lo hicieron sacerdote de Dios. Y a Solima luego la llamaron
Jerusalén. Melquisédec abasteció generosamente al ejército de
Abram dándole abundantes provisiones. Y mientras se hallaban
festejando lo elogió y alabó a Dios por haber sometido al enemigo a
sus manos. Abram le dió la décima parte del botín y él la aceptó.
4.
Abram vivía cerca del roble llamado Ogiges (un sitio que pertenecía
a Canaán, no lejos de la ciudad de Hebrón). Preocupado por la
esterilidad de su mujer, rogó a Dios que le concediera descendencia
masculina. Dios le dijo que tuviera ánimo, que a todos los dones que
le había acordado desde que lo sacó de Mesopotamía, agregaría el
de darle hijos. Sara, de acuerdo con las órdenes de Dios, le llevó
a la cama a una sierva llamada Agar, de ascendencia egipcia, para que
le diera hijos.
Cuando
ésta estuvo embarazada miró con desprecio a Sara, como si el poder
estuviera destinado a pasar a las manos de su prole. Abram la entregó
a Sara para que la castigara y la mujer optó por huir y rogó a Dios
que se compadeciera de ella (…) En
el desierto le salió al encuentro un ángel de Dios y le ordenó que
volviera a la casa de sus amos; si se sometía a su prudente consejo,
viviría mejor en lo sucesivo. (…)
Volvió y obtuvo el perdón de sus amos y poco tiempo después nació
Ismael, que significa oído por Dios, porque Dios escuchó los ruegos
de su madre.
5.
Abram tenía ochenta y seis años cuando nació el hijo que hemos
dicho. A los noventa y nueve Dios se le apareció y le pro. metió
que tendría otro hijo con Sara, y le ordenó que le pusiera de
nombre Isaac; anunciándole que de su hijo saldrían grandes naciones
y reyes, que por medio de guerras obtendrían toda la tierra de
Canaán, desde Sidón hasta Egipto. Pero le prescribió que, para que
su posteridad no se mezclara con otras, deberían circuncidarse a los
ocho días de haber nacido. La causa de la circuncisión la explicaré
en otro lugar.
Preguntado
por Abram si Ismael viviría, Dios le informó que sería longevo y
padre de grandes multitudes. Después de agradecer a Dios por sus
favores Abram se circuncidó, así como todos los que estaban con él
y el niño Ismael, que tenía a la sazón trece años en tanto que él
contaba noventa y nueve.
.
CAPITULO
XI
Cólera
de Dios por los pecados de los sodomitas. Destrucción de Sodoma.
Las hijas de Lot .
CAPITULO
XII
Los
árabes, descendientes de Ismael, hijo de Abram
1.
Abram partió hacia Gerar, en Palestina, llevando consigo a Sara como
si fuera su hermana, usando la misma simulación que la vez anterior.
Temía a Abimélec, el rey de aquella tierra, que también se enamoró
de Sara y se propuso corromperla. Pero una grave enfermedad que le
envió Dios le impidió satisfacer su lujuria. Cuando sus médicos
desesperaban de curarlo se durmió y recibió en sueños la
advertencia de que no debía inferir agravio a la esposa de su
huésped.
2. Poco tiempo después
Abram tuvo un hijo de Sara, como le había predicho Dios, y le puso
de nombre Isaac, que significa risa. Así lo llamaron porque Sara se
había reído cuando Dios le dijo que pariría; no esperaba tener
prole a su edad. Sara tenía noventa años y Abram cien. El hijo
nació al año siguiente, y fué circuncidado al octavo día, y desde
entonces los judíos acostumbran a circuncidar a sus hijos dentro de
ese término. Los árabes a los trece años, porque Ismael, generador
de su pueblo, hijo de Abram y su concubina, fué circuncidado a esa
edad. De lo cual daré ahora una explicación detallada.
3. Sara amó al principio
a Ismael, nacido de su sierva Agar, con el cariño que hubiese
dispensado a su propio hijo, porque estaba destinado a ser el sucesor
en el gobierno. Pero cuando dió a luz a Isaac, no quiso que Ismael
se educara junto con el niño, porque era mayor y podía perjudicarlo
cuando muriera el padre. Persuadió a Abram que lo mandara con su
madre a un país lejano.
Al principio no accedió
al pedido de Sara, pensando que era una medida inhumana despedir a un
niño y una mujer carentes de recursos, pero al final consintió
(porque Dios estaba conforme con lo que Sara había resuelto) ;
entregó a Ismael a su madre, porque todavía no sabía andar solo, y
le mandó que se llevara una botella de agua y una rebanada de pan y
se fuera, guiada por la necesidad. Marchó hasta que se encontró en
mala situación por falta de provisiones; cuando estaba por
terminarse el agua dejó al niño,
que
estaba por expirar, al pie de un abeto, y siguió andando sola para
no presenciar su muerte. Pero un ángel de Dios le salió al
encuentro, le indicó una fuente próxima y le ordenó que cuidara al
niño y lo criara porque su salvación sería la felicidad de ella.
4.
Cuando el niño creció y llegó a la edad adulta se casó con una
mujer oriunda de Egipto (de donde era también su madre). Con la cual
tuvo Ismael doce hijos
(...)
Habitaron las tierras que se extienden entre el
Eufrates
y el mar Rojo, y llamaron a la región Nabatea. Son
árabes
y sus tribus llevan sus nombres, por su propia virtud y
por
la dignidad de su padre Abram.
.
CAPITULO
XIII
Dios
ordena el sacrificio de Isaac
1. Abram amaba mucho a
Isaac, porque era su unigénito y le había sido dado por Dios en los
límites de la senectud. El niño a su vez se ganaba la benevolencia
y el amor paternos practicando todas las virtudes, cumpliendo con su
deber hacia sus padres y observando piadosamente la adoración de
Dios. Abram también cifraba su felicidad en la esperanza de que a su
muerte dejaría a su hijo en situación próspera, y la obtuvo por la
voluntad de Dios. Queriendo probar la piedad de Abram, Dios se le
apareció y le enumeró todos los beneficios que le había concedido;
le recordó que lo había hecho superior a sus enemigos y que el
nacimiento de su hijo Isaac, motivo principal de su presente
felicidad, se lo debía a él; y le dijo que quería que le ofreciera
a su hijo como sacrificio y víctima. Le ordenó que lo llevara al
monte Morio, que levantara un altar y lo ofreciera en holocausto; esa
sería la mejor manera de manifestar su piedad, anteponiendo a la
salvación de su hijo lo que era grato a Dios.
2.
Abram juzgó que no era justo desobedecer a Dios y que estaba
obligado a servirlo en todas las circunstancias de la vida, porque
todos los seres vivos gozaban de la vida por su providencia y sus
dones. Ocultando la orden de Dios y sus propósitos de sacrificar a
su hijo a su mujer y sus siervos, para que no le impidieran obedecer
a
Dios,
tomó
a
Isaac
con
dos
siervos
y
cargando
en
un
asno
lo
necesario
para
el
sacrificio
partió
hacia
la
montaña.
Los siervos marcharon con
él dos días; al tercer día, cuando vió delante de sí a la
montaña, dejó en el campo a los siervos que lo acompañaban y
siguió adelante con su hijo. Era la montaña en la cual el rey David
levantó después el Templo. Llevaba todo lo necesario para el
sacrificio menos el animal que había de ser ofrendado. Isaac tenía
veinticinco años de edad. Y cuando estaba construyendo el ara
preguntó a su padre qué sacrificio ofrecerían, ya que faltaba la
víctima para el holocausto. Le contestó que Dios proveería la
víctima, porque él tenía el poder de suministrar todo lo que el
hombre necesita y de privar de lo que tienen a los que se creen
seguros; por eso si Dios quería que le fuera propicio el sacrificio
proveería él mismo la víctima.
3.
Cuando estuvo preparado el altar y Abram depositó la leña y todo
estuvo listo, habló de este modo a su hijo: -¡Oh, hijo! Muchos
votos hice a Dios para que tú nacieras. Cuando viniste al mundo te
eduqué con los mayores cuidados, no habiendo nada que te fuera útil
que no me empeñara en conseguir, y nada que me hiciera más feliz
que la idea de verte hecho un hombre y de dejarte a mi muerte como
sucesor de mis dominios. Pero como fué voluntad de Dios que yo fuera
tu padre, y ahora es su voluntad que renuncie a ti, acepta con valor
tu consagración....
4.
Isaac (que era de ánimo generoso, como hijo de su padre), quedó muy
satisfecho del sermón (...)
Y
se dirigió inmediatamente
al
altar
para
ser
sacrificado.
El hecho se habría consumado si Dios no se hubiera opuesto; llamando
en voz alta a Abram por su nombre, le prohibió que matara a su hijo.
Y le dijo que no era por deseo de sangre humana
que le había mandado matar a su hijo, ni quería apartarlo de aquel
a quien había hecho su padre, sino para explorar su ánimo y saber
si obedecería la orden. Conociendo ahora la prontitud y disposición
de su piedad, se alegraba de haberle concedido sus favores y no
dejaría de velar por él y por toda su descendencia. Su hijo viviría
muchos años y después de gozar de una existencia feliz dejaría una
fuerza potente a una posteridad grande y legítima. Le predijo
asimismo que su familia crearía numerosas naciones y que los
patriarcas dejarían una fama eterna. Su posteridad obtendría la
tierra de Canaán y concitaría la envidia de todos los hombres.
Dicho
esto, Dios hizo aparecer de pronto un carnero para el sacrificio.
Habiendo recibido la promesa de tantos grandes favores, res, Abram e
Isaac se abrazaron, y después de hacer el sacrificio volvieron a
reunirse con Sara y vivieron felices todos juntos, asistidos por Dios
en todo lo que necesitaban.
.
CAPITULO
XIV
Muerte
de Sara
1.
Sara murió poco después, habiendo vivido ciento veintisiete años.
La sepultaron en Hebrón; los cananeos les cedieron un sepulcro
público, pero Abram compró la tierra por cuatrocientos siclos a un
tal Efrain, un habitante de Hebrón. Allí edificó Abram su
monumento y el de sus descendientes.
.
CAPITULO
XV
Los
trogloditas, descendientes de Abram y Cetura
1.
Después Abram se casó con Cetura, con la que tuvo seis hijos,
hombres de trabajo y de agudo ingenio: Zambrán, Jazar, Madán,
Madián, Josubac y Suc. Los hijos de Suc fueron Sabatán y Dadán.
Los de éste Latusim, Asuris y Luames. Los hijos de Madián fueron:
Efas, Ofrés, Anoc, Ebidas y Eldas. Para todos sus hijos y nietos
Abram instaló colonias ocupando las tierras trogloditas y la región
de la Arabia
feliz, que
se extendía hasta el mar Rojo. Ofrés hizo la guerra a Libia y la
conquistó, y sus nietos, que la habitaron, pusieron su nombre al
país y lo llamaron Africa.
.
CAPITULO XVII
Muerte de Abram
1. Poco tiempo después
murió Abram. Fué un hombre de virtudes incomparables, favorecido
por Dios por su gran piedad. El total de su vida fué de ciento
setenta y cinco años; fue sepultado en Hebrón, junto con su esposa
Sara, por sus hijos Isaac e Ismael.
.
CAPITULO XVI
Enlace de Isaac con
Rebeca
.
CAPITULO XVII
Muerte de Abram
.
CAPITULO XVIII
Esaú y Jacob, hijos de
Isaac. Matrimonio de Esaú. Isaac
bendice a Jacob
.
CAPITULO XIX
El sueño de Jacob.
Raquel. Jacob huye a la Mesopotamia
.
CAPITULO XX
Jacob vuelve a Canaán.
Su encuentro con Esaú
.
CAPITULO XXII
Muerte de Rebeca y de
Isaac
.
ABRAHÁM
EN EL GÉNESIS (resumen de los capítulos
según la Biblia de Reina y Valera):
.
CAPÍTULO
11
Todos
los hombres hablan el mismo lenguaje — Ellos construyen la torre de
Babel — Jehová confunde su lenguaje y los dispersa sobre toda la
tierra — Entre las generaciones de Sem, se cuenta a Abram, cuya
esposa fue Sarai — Abram sale de Ur y se establece en Harán.
.
CAPÍTULO
12
Abram
llegará a ser una gran nación — Él y su descendencia bendecirán
a todas las familias de la tierra— Él viaja de Harán a la tierra
de Canaán — Debido a la hambruna, Abram desciende a Egipto —
Abram
.
CAPÍTULO
13
Abram
regresa de Egipto — Él y Lot
se separan — Jehová hará
la descendencia de Abram tan numerosa como el polvo de la tierra —
Abram se establece en Hebrón.
.
CAPÍTULO
14
Lot
es capturado en las batallas
de los reyes — Él es
rescatado por Abram — Melquisedec administra pan y vino, y bendice
a Abram — Abram paga los diezmos — Él se niega a aceptar el
botín de la conquista.
.
CAPÍTULO
15
Abram
desea tener progenie — Jehová le promete una descendencia tan
numerosa como las estrellas del cielo — Abram cree en la promesa —
Su descendencia será extranjera en Egipto — Entonces, después de
cuatro generaciones, ellos heredarán Canaán.
.
CAPÍTULO
16
Sarai
da su sierva Agar por esposa
a Abram — Agar huye de Sarai
— Un ángel manda a Agar que vuelva y sea sumisa a Sarai — Agar
da a luz a Ismael.
.
CAPÍTULO
17
Se
manda a Abram ser perfecto —
Él será padre de muchas
naciones — Se le cambia el nombre por el de Abraham — Jehová
hace convenio de ser el Dios de Abraham y de su descendencia para
siempre — Además, Jehová le da la tierra de Canaán en heredad
perpetua — La circuncisión llega a ser una señal del convenio
sempiterno entre Dios y Abraham — Se le cambia el nombre a Sarai y
se le da el de Sara — Ella concebirá a Isaac, con quien Jehová
establecerá Su convenio — Abraham y los varones de su casa son
circuncidados.
.
CAPÍTULO
18
Abraham
atiende a tres hombres
santos — Ellos prometen que
Sara tendrá un hijo — Abraham mandará a sus hijos ser justos —
Jehová se le aparece — Conversan sobre la destrucción de Sodoma y
Gomorra.
.
CAPÍTULO
19
Lot
atiende a los hombres santos
— Los hombres de Sodoma
tratan de abusar de los huéspedes de Lot y son heridos con ceguera —
A Lot se le manda salir de Sodoma — Jehová hace llover azufre y
fuego sobre Sodoma y Gomorra — Las hijas de Lot conservan su
descendencia en la tierra.
.
CAPÍTULO
20
Abimelec
desea a Sara, quien es
protegida por Jehová —
Abraham ora por Abimelec, y Jehová bendice a Abimelec y a su casa.
.
CAPÍTULO
21
Sara
da a luz a Isaac — Él es circuncidado — Agar y su hijo son
echados de la casa de Abraham — Jehová salva a Agar y a Ismael —
Abraham y Abimelec se tratan honorablemente.
.
CAPÍTULO
22
Se
manda a Abraham que sacrifique
a su hijo Isaac — Padre e
hijo se someten a la voluntad de Dios — La descendencia de Abraham
será tan numerosa como las estrellas y como la arena — En su
descendencia serán bendecidas todas las naciones — Betuel engendra
a Rebeca.
.
CAPÍTULO
23
Sara
muere y es sepultada en la
cueva de Macpela, la cual
Abraham compra a Efrón, el heteo.
.
CAPÍTULO
24
Abraham
manda que Isaac no se case con mujer cananea — Jehová guía al
siervo de Abraham para que escoja a Rebeca como esposa para Isaac —
Rebeca es bendecida para ser la madre de millares de millares —
Ella se casa con Isaac.
.
CAPÍTULO
25
Abraham
se casa de nuevo, tiene
descendencia, muere y es
sepultado en la cueva de Macpela — Se enumera su descendencia a
través de Ismael — Rebeca concibe, y Jacob y Esaú luchan en su
vientre — Jehová revela el destino de ellos a Rebeca — Esaú
vende su primogenitura por un plato de guisado.
.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Al
lado, famosa estatua de etapa ptolomáica representando a Imhotep,
deificado como sumo arquitecto y príncipe sagrado (agradecemos
al Museo de El Cairo nos permita divulgar esta pieza de su
propiedad). Abajo, una fotografía general del gran templo de Karnak,
en Luxor. Publicamos en este caso la imagen de Imnhotep como dios,
para explicar que su figura es un caso similar al de los personajes
bíblicos. Pues este príncipe sagrado se supone que fue el gran
arquitecto del faraón Djoser; y pese a que no hay testimonios
históricos que puedan ratificar su verdadera existencia, parece
obvio que hubo un gran artífice en toda la obra de este periodo
llamado Saaqara, donde se elevaron las primeras pirámides (como la
escalonada de Djoser). De un mismo modo, figuras
como las de Abrahám o José personifican etapas del pueblo hebreo,
narrando una historia “simplificada” que se conservaba en verso y
con cánticos
(ya que por aquel entonces no tenían escritura propia). De este
modo, conservaron
poemas ancestrales que relataban la historia de personajes homónimos
o héroes semilegendarios; con los que se rememoraba lo acontecido
durante una época o una dinastía. Debiendo entenderse por Abrahám
una etapa en la que aquel pueblo amorrita que trashumaba entre
Mesopotamia y el Sinaí, se regía con estos patriarcas; llegando a
tener contacto con el Nilo, estableciéndose en Canaán. Mientras
otras, como la de José, describiría una fase posterior en la que
estos antecesores de los judíos se internan en el Egipto Hicso.
.
LOS
DESCENDIENTES DE ABRAHÁM, HASTA JOSÉ, EN FLAVIO JOSEFO:
Antigüedades
Judías; LIBRO II
Abarca
un lapso de doscientos veinte años
.
CAPITULO I
Esaú y Jacob se reparten
sus dominios. Esaú se queda con la Idumea y Jacob con Canaán
.
CAPITULO II
Prosperidad de Jacob. Los
sueños de José
1. Jacob alcanzó una
felicidad tan grande que difícilmente algún otro hombre la habrá
igualado. Era el más rico de los habitantes de su tierra, y fué
envidiado y admirado además porque tenía hijos virtuosos, sin
defectos, laboriosos y aptos y de aguda inteligencia. Dios le
concedió su providencia y cuidó su dicha, acordándole grandes
beneficios aun en las condiciones que parecían las más penosas y
preparó la salida de nuestros antepasados de Egipto, por medio de
Jacob y sus descendientes. Fué de la siguiente manera: José, hijo
de Raquel, era al que más amaba de todos sus hijos, por la belleza
de su cuerpo y las virtudes de su alma (porque era superior a todos
en sabiduría). El afecto de su padre y los sueños que vió y que
contó a su padre y sus hermanos, y que predecían su felicidad
futura, provocaron la envidia y el odio de sus hermanos. La
naturaleza humana es proclive a envidiar la prosperidad ajena,
incluso la de los parientes más próximos....
4. Esta fué la
interpretación, no desacertada, que hizo Jacob del sueño; pero el
presagio causó gran pesar a los hermanos de José. Lo sintieron como
si fuera un extraño el que recibiría las cosas buenas contenidas en
el sueño, y no un hermano con el que podrían compartir todos los
bienes. Estando unidos por el parentesco del nacimiento serían
también partícipes de la felicidad.
Resolvieron matar a su
hermano, y confirmándose en su resolución, en cuanto recogieron la
cosecha se trasladaron a Siquem (tierra apta para el pastoreo). Allí
llevaron a pacer a sus rebaños, sin comunicar a su padre el sitio
adonde iban. Jacob, que no sabía dónde estaban sus hijos ni tenía
noticias de los rebaños, temiendo por ellos envió a José con el
encargo de que averiguara lo que ocurría y le trajera la
información.
.
CAPITULO III
Los hermanos de José
traman su muerte
1. Cuando los hermanos lo
vieron venir se alegraron, no por la llegada de un pariente y un
enviado de su padre, sino por la presencia de un enemigo que la
voluntad de Dios ponía en sus manos. Resolvieron no dejar pasar la
oportunidad y matarlo.
2. Estas y otras cosas
dijo Rubén, rogándoles y tratando de impedirles que mataran a su
hermano (…) Les pidió que no mataran a su hermano con sus propias
manos, y que más bien lo arrojaran a la cisterna que había en el
desierto, y lo dejaran morir allí; de ese modo no se mancharían las
manos con su sangre. Los jóvenes aceptaron rápidamente el consejo.
Rubén tomó una cuerda, ató al niño y lo descendió suavemente al
pozo, que no tenía nada de agua. Hecho esto, siguió su camino
buscando pastos para el ganado.
3. Judá, otro de los
hijos de Jacob, al ver unos árabes, descendientes de Ismael, que
conducían a Egipto especias y productos de Siria de la tierra de
Galaad, después de irse Rubén aconsejó a sus hermanos que sacaran
a José del pozo y lo vendieran a los árabes; porque si moría entre
extraños a mucha distancia de allí, ellos se librarían de la
responsabilidad de esa acción brutal. Así lo resolvieron; sacaron
a José de la cisterna y lo vendieron a los mercaderes por veinte
minas. Tenía diecisiete años.
.
CAPITULO IV
José en la casa de
Putifar. La castidad de José
1. Los mercaderes
vendieron a José a Putifar, un egipcio que era jefe de los cocineros
del rey Faraón y que lo trató con mucha amabilidad y le dió la
educación y los alimentos correspondientes a hombres libres y no a
esclavos. Además, lo nombró administrador de sus bienes. Gozando de
todas estas ventajas, José no abandonó, sin embargo, con motivo de
su cambio de posición, las virtudes que poseía anteriormente,
demostrando que la prudencia puede fiscalizar las inseguras pasiones
de la vida cuando se la posee realmente, y cuando no es solamente
apariencia impuesta por una prosperidad pasajera.
2. Cuando la esposa de su
amo se enamoró de él, por la belleza de su cuerpo y su habilidad
para manejar las cosas, la mujer pensó que con sólo decírselo lo
haría acostarse con ella, considerando una gran dicha el que su ama
quisiera divertirse con él. (Ella pensaba en su condición de
esclavo, y no en su moralidad, que siguió siendo la misma después
de su cambio de condición.) Le comunicó, por lo tanto, sus
inclinaciones y lo invitó a satisfacerlas. Pero él rechazó sus
ruegos, considerando que sería injusto ceder a sus instancias e
inferir una ofensa al que lo había comprado y le había concedido
tantos favores. La invitó, en cambio, a refrenar su pasión,
haciéndole ver la imposibilidad de conseguir sus deseos, los que
podría dominar al saber que no lograría complacerlos. Estaba
dispuesto a sufrir cualquier contratiempo antes que cometer ese
delito. Porque aunque un esclavo, como él, no debía contrariar a su
ama, podía ser disculpado en un caso como aquél. La negativa
inesperada de José exacerbó la pasión de su ama. Acosada
dolorosamente por su perversa pasión, trató de satisfacerla
haciendo una nueva
tentativa.
5.
Diciendo estas y otras cosas José trató de refrenar la violenta
pasión de la mujer, y retrotraer sus sentimientos a los límites de
la razón. Pero ella sintió cada vez más vehementes sus deseos, y
desesperada de convencerlo le puso las manos encima para obligarlo
por la fuerza. (…) Putifar no podía dejar de creer lo que le
decían las palabras y las lágrimas de su mujer, y lo que él mismo
veía, y seducido por su amor a su mujer no se detuvo a investigar
la verdad. Seguro de que su esposa era una mujer púdica, condenó a
José por perverso y lo envió a la prisión de los malhechores. Y
se formó una opinión más elevada de su mujer, de cuya modestia y
castidad había recibido el mejor testimonio.
.
CAPITULO V
En la cárcel. Los sueños
del copero y del panadero. Las visiones del Faraón
1. José, encomendando
todas sus cosas a Dios, no trató de defenderse ni de relatar la
verdad de lo sucedido, y aceptó silenciosamente el cautiverio,
creyendo firmemente que Dios, que sabía la causa de su contrariedad
y la verdad de los hechos, sería más fuerte que los hombres que lo
castigaban (…) Los demás prisioneros, terminadas sus pesadas
labores, solían conversar entre sí, como es habitual entre los que
comparten el mismo sufrimiento, y preguntarse las causas que a cada
uno de ellos los habían llevado a la prisión. Entre ellos estaba el
copero del rey, a quien éste apreciaba y luego lo había encarcelado
en un momento de enojo. Este hombre estaba en la misma cadena que
José y se hizo muy amigo de él. Después (al advertir que José era
más inteligente que los demás), le contó un sueño que había
tenido y le pidió que se lo interpretara, quejándose de que aparte
de las penas que debía sobrellevar a causa del rey, Dios le había
añadido las que le producían sus sueños.
2. Y le dijo que había
visto en sueños tres racimos de uvas colgando en tres ramas de una
vid, grandes y maduros para ser recogidos; y que él los exprimió
dentro de una copa que el rey sostenía en la mano. Después de colar
el vino se lo dió a beber al rey, quien lo recibió amablemente.
Esto era lo que había visto, dijo, y quería que José, si entendía
algo de esas cosas, le dijera qué pronosticaba su visión.
José le respondió que
no se desanimara y conservara la esperanza de que dentro de tres días
lo pondrían en libertad, porque el rey requeriría sus servicios y
lo repondría en su antiguo cargo. Le hizo saber que el fruto de la
vid era un bien que Dios concedía a los hombres; el vino es ofrecido
a Dios, es el compromiso de fidelidad y confianza entre los hombres,
pone fin a las disputas, aleja el dolor y la pasión y alegra las
mentes. (…) El copero, como es natural, se alegró al oír esa
interpretación de su sueño, y esperó que se cumpliera lo que le
había presagiado.
3. Pero había otro
servidor del rey, jefe de panaderos, que estaba en la prisión con el
copero. Alentado por la interpretación de José del sueño del
copero, quiso que José le interpretara el suyo (porque había tenido
uno la noche anterior), y le dijera lo que significaban las visiones
que se le habían presentado. Eran las siguientes:
-Me parecía -dijo-, que
llevaba en la cabeza tres canastas, dos llenas de hogazas y la
tercera llena de dulces y otras viandas, como las que suelen
prepararse para los reyes; pero las aves venían y se lo comían
todo, sin hacer caso de mis esfuerzos por ahuyentarlas.
El panadero esperaba una
predicción semejante a la del copero. Pero José, después de
reflexionar sobre el sentido del sueño, le dijo que de buena gana
hubiera preferido ser intérprete de buenas noticias y no de las que
el sueño declaraba; pero que sólo tenía dos días de vida (que era
lo que significaban las canastas), y que al tercer día sería
crucificado y devorado por las aves, sin poder evitarlo. Ambos sueños
se cumplieron tal como José lo había predicho; al tercer día,
cuando el rey celebró su cumpleaños, hizo crucificar al panadero y
libertó al copero y lo repuso en su cargo anterior.
4. Después de sufrir
José dos años de encierro, sin que el copero lo ayudara, porque
había olvidado su promesa, Dios lo libró de la cárcel arbitrando
el siguiente medio: El rey Faraón había visto en sueños dos
visiones en una misma noche, junto con las interpretaciones de ambas;
pero olvidó las interpretaciones, reteniendo solamente las visiones.
Preocupado por lo que había visto (que le parecía triste), al día
siguiente reunió a los más grandes sabios de Egipto para que le
interpretaran los sueños. Como ellos vacilaran en hacerlo, el rey se
sintió más perturbado aún. Fué entonces cuando el copero del
rey, viendo la confusión de Faraón, recordó a José y su
inteligencia para entender los sueños. Habló de él a Faraón
contándole el sueño que había tenido en la cárcel y de qué modo
se cumplió su predicción. Añadió que el jefe de los panaderos
había sido crucificado el mismo día de su liberación, también de
acuerdo con la interpretación de su sueño hecha por José. Le
informó que José había sido enviado a la cárcel por Putifar, el
jefe de los cocineros, por ser esclavo, pero que pertenecía a la
clase más noble de los hebreos, y era hijo de un padre ilustre. (…)
El rey ordenó que condujeran a José a su presencia, y así lo
hicieron los enviados, después de ocuparse por indicación del rey
de atenderlo y acicalarlo. (...)
5. El rey lo tomó de la
mano y le dijo: (…) Quiero queno me ocultes nada por miedo, que no
me adules con mentiras o diciéndome cosas que me agraden, aunque la
verdad tenga aspecto horrible. En mi sueño me pareció ver marchando
junto al río unas vacas gordas, muy grandes, en número de siete,
que iban del río hacia los pantanos; otro número igual de vacas fué
a su encuentro procedente de los pantanos; eran vacas muy delgadas y
feas y se comieron a las gordas y grandes, pero no mejoraron de
aspecto y siguieron siendo consumidas por el hambre. Después de esa
visión desperté, pero preocupado por lo que pudiera significar mi
sueño me volví a dormir y vi otro sueño, más extraordinario que
el anterior, que me preocupó y atemorizó aún más: vi siete
espigas que crecían en una misma caña, dobladas por el peso de los
granos y maduras para la siega; y cerca de ellas vi otras siete
espigas, magras y marchitas por falta de lluvia, que con gran
estupefacción mía devoraron a las que estaban maduras.
6. José respondió:
-Este
sueño, ¡oh, rey! aunque se presentó bajo dos formas, se refiere a
un mismo acontecimiento; las vacas, animales hechos para el arado y
el trabajo, que viste devoradas por las otras más débiles, y las
espigas comidas por las más estropeadas predicen hambre en Egipto,
por falta de productos de la tierra, que seguirá a un lapso de igual
número de años de prosperidad. La abundancia de los años de
fertilidad será consumida durante el mismo número de años de
escasez, y esa escasez de provisiones necesarias será difícil de
subsanar. (…)
7. El rey se maravilló
de la discreción y la sabiduría de José; y le preguntó de qué
modo podría disponer de las cosechas abundantes de los años buenos
que precederían al hambre, para hacer tolerable el período de
austeridad. José agregó entonces el siguiente consejo: Que
escatimara las cosechas buenas y no permitiera a los egipcios
derrocharlas, guardando los sobrantes para satisfacer las necesidades
de la época de escasez. También le exhortó a que retirara el trigo
a los agricultores y les diera sólo lo suficiente para su
alimentación. El rey, admirado no sólo por la interpretación de
José, sino también por el consejo que le había dado, le encargó
que se ocupara del trigo, dándole poder para hacer todo lo que
creyera beneficioso para el pueblo de Egipto y para el rey,
convencido de que el mismo que había ideado el recurso sería el más
indicado para ponerlo en acción.
.
CAPITULO VI
José, después de
haberse hecho famoso en Egipto, somete a sus hermanos
1. José cumplió treinta
años de edad, gozando de grandes honores de parte del rey, que por
su prodigiosa sabiduría lo llamaba Psotomfanej, palabra que
significa "descubridor de secretos". Se casó con una mujer
de alta alcurnia, la hija de Potifera, uno de los sacerdotes de
Heliópolis; era una virgen llamada Asenet. Tuvo con ella hijos antes
de que llegara la escasez: Manasés, el mayor, nombre que significa
"olvido", porque su actual felicidad le había hecho
olvidar su desventura anterior, y Efraím el menor, nombre que
sinificaba "restituidor" porque le había sido devuelta la
libertad de sus antepasados. El rey llamó a José, que distribuyó
trigo, convirtiéndose en el reconocido salvador del pueblo. Pero no
sólo abrió el mercado del trigo para los del país; todos los
extranjeros tuvieron libertad para comprarlo. José quería que todos
los hombres, que eran parientes entre sí, recibieran ayuda de los
que vivían en la prosperidad.
2. Cuando Jacob supo que
el mercado estaba abierto para los extranjeros, envió a todos sus
hijos a Egipto a comprar trigo, porque la tierra de Canaán sufría
terriblemente por el hambre; (la calamidad había invadido a todo el
continente). Sólo retuvo a Benjamín, hijo de Raquel y hermano de
José de la misma madre. Los hijos de Jacob llegaron a Egipto y se
dirigieron a José para pedirle que les permitiera comprar trigo;
porque nada se hacía sin su aprobación, y hasta el homenaje que se
tributaba al rey sólo era provechoso cuando se honraba también a
José. José reconoció a sus hermanos, mientras que ellos no lo
reconocieron a él, porque era muy joven cuando lo dejaron, y ahora
había alcanzado una edad mucho mayor y las facciones de su rostro
habían cambiado. Además la gran dignidad que revestía no les
permitía ni sospechar siquiera que pudiera ser él. José los puso
a prueba para tantear sus sentimientos; se negó a venderles trigo
diciendo que habían ido a espiar los asuntos del rey: y que
procedían de distintos países, habiéndose reunido para simular que
eran parientes; porque no era posible que un particular hubiese
criado tantos hijos, y de tan hermosa prestancia; ni los mismos reyes
podían dar a tantos hijos una educación como la de ellos. Esto lo
dijo para averiguar qué había sido de su padre después de su
partida, y la suerte que había corrido su hermano Benjamín; porque
temía que hubiesen hecho víctima a Benjamín de la misma perfidia
que habían cometido con él.
3.
Los hermanos, llenos de terror y confusión, creyeron que los
amenazaba un gran peligro; pero sin pensar en su hermano José se
defendieron rechazando con firmeza la acusación, Rubén habló en
nombre de todos. (…) Nuestro padre se llama Jacob, un hebreo que
tuvo doce hijos con cuatro esposas. Cuando los doce vivían,
formábamos una fa. milia feliz; pero cuando murió uno de nuestros
hermanos, llamado José, nuestras cosas empeoraron, porque mi padre,
sin poder evitarlo, lo lloró durante mucho tiempo y nosotros
sufrimos doblemente, por la pérdida de nuestro hermano y por la
aflicción de nuestro anciano padre. Ahora vinimos a comprar trigo,
después de dejar la atención de nuestro padre y de nuestra familia
al cuidado de nuestro hermano menor, Benjamín. Si mandas a
comprobarlo a nuestra casa, podrás averiguar que no hemos incurrido
en ninguna falsedad en nuestras palabras.
4. De este modo trató
Rubén de inspirar en José una opinión más favorable a su
respecto. Después de enterarse de que su padre vivía y que sus
hermanos no habían matado a su hermano, los envió temporariamente a
la, cárcel, para estudiar detenidamente el caso cuando tuviera más
tiempo. Al tercer día los mandó llamar y les dijo: (....) Con esto
la pena de los hermanos aumentó; lloraron, se lamentaron, recordando
la desdichada historia de José, diciendo que esa desgracia era el
castigo que Dios les infligía. Rubén los reprochó largamente por
su tardío arrepentimiento, que no beneficiaba a José. Y los exhortó
a sobrellevar con paciencia los sufrimientos, porque era un castigo
de Dios. De este modo hablaron entre sí, sin imaginarse que José
entendía su idioma. Ante las palabras de Rubén todos sintieron una
honda tristeza y se arrepintieron por su acción, como culpables del
hecho cometido y por el que Dios los castigaba con justicia. Cuando
José los vió afligidos de ese modo, se sintió conmovido hasta las
lágrimas, y no queriendo que lo vieran llorar, se retiró. Un rato
más tarde volvió y reteniendo a Simón como garantía de que sus
hermanos volverían, les mandó tomar el trigo que habían comprado y
que se marcharan. A su mayordomo le ordenó privadamente que pusiera
en cada uno de los sacos el dinero que habían traído para comprar
el trigo, y los despidiera; aquél hizo lo que le ordenó.
5. Cuando los hijos de
Jacob llegaron a la tierra de Canaán contaron a su padre lo que les
había ocurrido en Egipto; que fueron sospechados de haber ido a
espiar al rey, y que cuando dijeron que eran hermanos y habían
dejado a su undécimo hermano acompañando al padre de ellos, no les
habían creído; añadieron que habían dejado a Simón en poder del
gobernador hasta que Benjamín fuera a atestiguar la verdad de sus
manifestaciones. Rogaron a su padre que no temiera nada y enviara a
su hermano con ellos.(...) Pero el trigo que compraron se terminó y
como el hambre seguía apretando, Jacob, obligado por la necesidad,
resolvió enviar a Benjamín con sus hermanos, ya que no podían
volver a Egipto si no lo llevaban como lo habían prometido. Como la
miseria era cada día mayor y sus hijos le rogaban, no le quedó otro
recurso que adoptar en aquellas circunstancias.(...) Jacob quedó
finalmente convencido; les entregó a Benjamín, y les dió el doble
del precio del trigo. Envió también obsequios a José, frutos de
la tierra de Canaán, bálsamos, resinas, trementina y miel. Tanto
ellos como su padre derramaron
muchas lágrimas al
partir. (...)
7. Cuando se acostaron a
dormir, después de la cena, José ordenó a su mayordomo que les
diera las medidas de trigo, y que volviera a esconderles el precio en
los sacos; y que en la bolsa de Benjamín pusiera la copa de plata en
la que a José le gustaba beber. Lo cual tenía por objeto poner a
prueba a sus hermanos y comprobar si defenderían a Benjamín cuando
éste fuera acusado de haber robado la copa y se hallase en peligro,
o si lo abandonarían y basándose en su propia inocencia volverían
a la casa de su padre sin él. Los sirvientes cumplieron las órdenes
recibidas, y los hijos de Jacob, sin sospechar nada, se pusieron en
marcha llevando consigo a Simón y sintiéndose doblemente felices,
porque también volvía con ellos Benjamín, a quien llevaban de
vuelta a su padre,
como le habían
prometido.
De
pronto los rodeó un pelotón de soldados a caballo, acompañados por
el sirviente de José, el mismo que había puesto la copa en el saco
de Benjamín. Alarmados por el inesperado ataque, les preguntaron a
qué se debía que asaltaran de ese modo a un grupo de hombres que
poco antes habían sido considerados por su amo dignos de una
honorable y hospitalaria recepción. Los hombres respondieron
llamándolos malvados y diciéndoles que habían olvidado el trato
amable y hospitalario de José, no vacilando en perjudicarlo; se
habían llevado la copa con la que José tan amistosamente había
brindado por ellos, sin considerar su amistad, como tampoco el
peligro que correrían si fueran
apresados.
8. Los soldados
condujeron a Benjamín a presencia de José, seguidos por sus
hermanos. Cuando José vió a Benjamín arrestado y a su hermanos con
ropas de duelo, les dijo: (...)
Los hermanos se
confesaron culpables para salvar a Benjamín, y recordaron de nuevo
la perversa acción que habían cometido con José. Manifestaron que
él era ahora más feliz que ellos, si estaba muerto, porque se había
librado de las miserias de la vida, y si estaba vivo porque podía
gozar viendo la venganza de Dios tomada contra ellos. Añadieron que
eran una calamidad para su padre, porque al anterior dolor por José
le agregaban ahora el nuevo pesar por Benjamín.
9. José, dominado por la
emoción e incapaz de seguir fingiendo enojo, ordenó a todos los
presentes que salieran para darse a conocer a sus hermanos cuando
estuvieran solos. Todos se retiraron y José se dió a conocer a sus
hermanos,diciendo:
-Alabo vuestra virtud y
vuestra bondad para con nuestro hermano. Veo que sois mejores de lo
que esperaba por lo que hicísteis conmigo. La verdad es que hice
todo esto para probar vuestro amor fraternal. (...)
Dicho esto José abrazó
a sus hermanos, que lloraban conmovidos. Pero la generosa bondad de
su hermano no les dejaba lugar al temor de que fueran castigados por
lo que habían tramado y hecho contra él. Luego celebraron un
banquete. Cuando el rey se enteró de que los hermanos de José
habían ido a verlo, se alegró mucho, como si fuera un acontecimento
de su propia familia; les dió carros llenos de trigo, oro y plata
para que los llevasen a su padre. Recibieron otros presentes de José,
para llevarlos a su padre y como regalos para ellos, siendo mayores
los de Benjamín. Luego partieron.
CAPITULO VII
El traslado del padre de
José con toda su familia, a causa del hambre
1. En cuanto Jacob se
enteró, al regreso de sus hijos, de las noticias sobre José, de que
no sólo había escapado a la muerte, por la que todavía Jacob
llevaba luto, sino que vivía feliz, rodeado de esplendor y
gobernando a Egipto, junto con el rey que le había encargado casi
todas las cosas, no consideró increíble lo que le decían, juzgando
la grandeza de la obra de Dios y su bondad para con él, aunque esa
bondad había sido intermitente en los últimos tiempos, e inmediata
y fervorosamente se preparó para ir a reunirse con José.
2. Cuando llegó al pozo
del juramento, ofreció sacrificio a Dios. Luego se sintió temeroso
de que la felicidad que reinaba en Egipto tentara a su posteridad a
quedarse allí, y no pensara volver a la tierra de Canaán para
poseerla como Dios les había prometido; temió también que su
descenso a Egipto no contara con la voluntad de Dios y que su familia
fuera por eso destruida; le preocupaba, sobre todo, la idea de
abandonar esta vida sin haber visto a José. Revolviendo esas dudas
en su mente se quedó dormido.
4. Animado por su sueño,
Jacob fué más alegremente a Egipto, con sus hijos y todas sus
pertenencias. Eran en total setenta. Pensé que sería mejor no
anotar los nombres de esa
familia, sobre todo por
su difícil pronunciación. Pero en general creo que es necesario
mencionarlos, para refutar a los que creen que no procedemos
originalmente de Mesopotamia, sino que somos egipcios. (....)
5.
Cuando José supo que venía su padre, porque su hermano Judá llegó
antes y le anunció su arribo, salió a recibirlo, y se encontraron
en Herópolis. Jacob se sintió desfallecer ante la grande e
inesperada alegría. José lo reanimó, aunque él mismo tampoco
pudo resistir la impresión, y el placer del encuentro estuvo a punto
de provocarle el mismo efecto que a su padre. Pero logró dominarse
mejor que éste. (...)
6. Jacob se presentó
ante el rey y lo saludó y le deseó prospe. ridad a su gobierno.
Faraón le preguntó qué edad tenía; cuando le respondió que tenía
ciento treinta años, se admiró de su longevidad. Jacob añadió que
no había vivido tanto como sus antepasados, y el rey le dió permiso
para residir con sus hijos en Heliópolis. Porque en esta ciudad
tenían sus prados los pastores del rey.
7. El hambre aumentó
entre los egipcios. El grave flagelo se hizo más opresivo; el río
no desbordó porque no había llegado a su anterior altura, ni Dios
les mandó lluvia. Tampoco hicieron acopio de provisiones, porque
ignoraban lo que debían hacer. José les vendió trigo por dinero.
Cuando les faltó el dinero, compraron trigo con el ganado, y con los
esclavos, y los que tenían algún pequeño terreno lo cedieron para
adquirir comida; de ese modo el rey se convirtió en dueño de todas
sus cosas. Tuvieron que ser trasladados unos a un sitio, otros a
otro, para que la posesión del país quedara firmemente en las manos
del rey; excepto las tierras de los sacerdotes, que siguieron en su
poder. El hambre los convirtió realmente en esclavos, de cuerpo y
alma; finalmente los obligó a procurarse el sustento por medios
deshonrosos. Pero cuando terminó la miseria, y el río desbordó y
cubrió la tierra, y ésta dió abundantes frutos, José fué a todas
las ciudades, reunió en cada una al pueblo y les devolvió la
tierra que, por su propio consentimiento, debía ser de propiedad
exclusiva del rey y para su exclusivo provecho. Los exhortó a
considerarla como propiedad de cada cual, y a que se dedicaran con
entusiasmo a la agricultura y pagaran como tributo al rey la quinta
parte de los frutos de la tierra que el rey, siendo suya, les
devolvía. Todos se alegraron al verse inesperadamente dueños de sus
tierras, y cumplieron con diligencia lo que les mandaron. De este
modo aumentó el ascendiente de José sobre los egipcios, y el cariño
que sentían por el rey. La ley de pagar la quinta parte como tributo
se mantuvo hasta el último de los reyes.
.
CAPITULO VIII
Muerte de Jacob y de José
1 Después de vivir
diecisiete años en Egipto, Jacob cayó enfermo y murió en presencia
de sus hijos (...) En cuanto a José, lo elogió por haber olvidado
la maldad de sus hermanos, y haber sido generoso con ellos, dándoles
favores que ni siquiera concedían los benefactores.
Ordenó luego a sus hijos
que admitieran a los hijos de José, Efraím y Manasés, entre los
suyos, y dividieran en común entre ellos la tierra de Canaán, sobre
lo cual hablaremos más tarde. (…) Con permiso del rey José
condujo el cadáver de Jacob a Hebrón, y allí lo sepultó con gran
pompa. Sus hermanos no quisieron al principio volver con él, porque
temían que, muerto el padre, los castigaría por sus conspiraciones
contra él, ya que había desaparecido aquel por quien los había
tratado tan bien. Pero José los convenció de que no temieran nada
ni desconfiaran de él. Los llevó consigo, les dió grandes
propiedades y nunca dejó de preocuparse por ellos.
2. José murió a los
ciento diez años, habiendo sido un hombre de admirable virtud;
condujo todos sus asuntos con prudencia. Usó su autoridad con
moderación, causando la felicidad de los egipcios, aun cuando
procedía de otro país y en las terribles circunstancias que ya
hemos relatado. Con el tiempo sus hermanos murieron, después de
haber vivido felices en Egipto. Los descendientes de estos hombres un
tiempo después condujeron sus cuerpos a Hebrón y allí los
inhumaron. En cuanto a los restos de José lo llevaron después a la
tierra de Canaán, cuando los hebreos salieron de Egipto, porque José
lo había hecho prometer con juramento. Pero lo que a cada uno de
esos hombres ocurrió, y con qué medios tomaron posesión de la
tierra de Canaán, se verá luego, después que haya explicado por
qué dejaron la tierra de Egipto.
LOS
DESCENDIENTES DE ABRAHÁM, HASTA JOSÉ, EN EL GÉNESIS (según
resúmenes de capítulos editados en la Biblia de Reina y Valera):
.
CAPITULO
26
Jehová
le promete a Isaac una posteridad tan numerosa como las estrellas del
cielo —
En
su descendencia serán bendecidas todas las naciones — Jehová
hace prosperar a Isaac
temporal y espiritualmente por causa de
Abraham — Isaac ofrece sacrificios
—
Esaú se
casa con mujeres heteas para tristeza de sus padres.
-
CAPÍTULO
27
Rebeca
guía a Jacob para que éste
reciba bendiciones — Jacob es bendecido para tener
dominio y para gobernar sobre pueblos y naciones — Esaú aborrece a
Jacob y piensa matarlo — Rebeca teme que Jacob tome esposa de entre
las hijas de Het.
.
CAPÍTULO
28
Isaac
prohíbe a Jacob casarse con
una cananea — Isaac bendice a Jacob y a su descendencia
con las bendiciones de Abraham — Esaú se casa con una de las hijas
de Ismael — Jacob ve en una visión una escalera que toca el cielo
— Jehová le promete que su descendencia será tan numerosa como el
polvo de la tierra — Jehová también promete a Jacob que en él y
en su descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra
— Jacob hace convenio de pagar diezmos.
.
CAPÍTULO
37
Jacob
ama y favorece a José, quien es aborrecido por sus hermanos —
José sueña que sus padres y hermanos se inclinan ante él — Sus
hermanos lo venden para Egipto.
.
CAPÍTULO
39
José,
prosperado por Jehová, llega a
ser mayordomo de la casa de Potifar — José se resiste a
las insinuaciones de la esposa de Potifar; es acusado falsamente y
echado en la cárcel — El jefe de la cárcel pone los asuntos de la
prisión en manos de José.
.
CAPÍTULO
40
José
interpreta tanto el sueño del jefe de los coperos como el del jefe
de los panaderos de Faraón — El copero se olvida de hablar acerca
de José a Faraón.
.
CAPÍTULO
41
Faraón
sueña con las vacas y con las espigas — José interpreta los
sueños como siete años de abundancia y siete de hambruna — José
propone un programa de almacenamiento de grano — Faraón lo hace
gobernador de todo Egipto — José se casa con Asenat — José
recoge grano como la arena del mar — Asenat da a luz a Manasés y a
Efraín — José vende grano a los egipcios y a otras personas
durante la hambruna.
.
CAPÍTULO
42
Jacob
envía a sus hijos a Egipto a comprar grano — Ellos se inclinan
.
CAPÍTULO
43
Persuaden
a Jacob a que envíe a Benjamín a Egipto — Los hermanos de José
le muestran respeto — Todos ellos comen y beben juntos.
.
CAPÍTULO
44
José
dispone las cosas para detener
el regreso de sus hermanos a
Canaán — Judá se ofrece para tomar el lugar de Benjamín por
causa de su padre.
.
CAPÍTULO
45
José
se da a conocer a sus hermanos — Todos ellos se regocijan
juntamente — Faraón invita a Jacob y a su familia a morar en
Egipto y a comer de la grosura de la tierra.
.
CAPÍTULO
46
Jehová
envía a Jacob y a su familia, compuesta de setenta almas,
a
Egipto — Se enumeran los descendientes de Jacob — José se reúne
con Jacob.
.
CAPÍTULO
47
Los
israelitas se establecen en Gosén — Jacob bendice a Faraón —
José vende grano a los egipcios — Faraón recibe el ganado y las
tierras de los egipcios — Jacob desea ser enterrado con
sus padres en Canaán.
.
CAPÍTULO
48
Jacob
narra la aparición de Dios a él en Luz — Adopta a Efraín y a
Manasés como sus propios hijos — Jacob bendice a José — Pone a
Efraín antes que a Manasés — La descendencia de Efraín formará
multitud de naciones — Los hijos de Israel volverán a la tierra de
sus padres.
.
CAPÍTULO
50
El
cuerpo de Jacob es embalsamado
— José lo sepulta en Canaán
— José consuela a sus hermanos — Los hijos de Israel se
multiplican — José promete que Dios sacará a Israel de Egipto y
lo llevará a Canaán — José muere en Egipto y es embalsamado.
.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Al
lado,
fotografía del “padre del psicoanalisis” Sigmund Freud; quien
basó gran parte de su teoría analítica en interpretar los sueños;
tal
como intituló su trabajo de mayor importancia (“La interpretación
de los sueños”, publicada en 1900). Fundamentando
su obra desde esa comprensión del subconsciente manifestado mientras
dormimos; revelará siempre un profundo sentido arqueológico y
mítico en todos sus postulados. Pues no solo interpreta a través de
figuras mitológicas los hechos cotidianos o el comportamiento, sino
que -creemos- pudo sentirse profundamente identificado con “el
lector de sueños” José.
Generando unas nuevas teorías sobre la psique y el pensamiento,
nacidos de algún modo desde la sabiduría y el recuerdo de este
personaje bíblico. Ya que Freud, al igual que José, interpretará
los sueños de un modo personal; ligado a su propia forma de ver la
vida y al valor de los símbolos en su Sociedad (conforme al tiempo
en que vivió). Tanto es así, que -a mi modo de ver- pienso
firmemente que Sigmund Freud se sintió abducido y hasta inmerso en
la figura de José; creyendo de algún modo que aquella
interpretación de los sueños -como arte milenario- podía capacitar
al hombre del conocimientos superiores (tal como le sucedió al hijo
de Jacob).
Abajo,
famosísimo lienzo de Velázquez representando “La túnica de
José”; momento
en que los hijos de Jacob enseñan al padre las ropas de su hijo,
para hacerle creer que había sido atacado y devorado por alguna
fiera (agradecemos al museo Monasterio de El Escorial, Madrid; nos
permita divulgar la imagen de esta obra de su propiedad). Tal como
hemos dicho, José
simboliza sin lugar a dudas las juventudes que los pueblos del Sinaí
facilitaron a los hicsos; ofreciéndoles gentes de sus tribus para
que luchasen contra los egipcios (sin
gran esperanza de que estos pudieran vencer en el Nilo). Pero los
hiscos, al llegar al delta faraónico, encontraron un territorio
medio abandonado, donde casi todos los súbditos de importancia y
rango habían huido hacia el Sur (marchando
hasta Luxor, tras el terremoto del Tera-Santorino, que hacia 1680
a.C. había sumido esta zona del Mediterráneo en una catástrofe).
Así
fue cómo se asentaron pronto los nuevos reyes del delta del Nilo y
allí atrajeron a sus aliados en Canaán (entre ellos los judíos);
todo lo que se conservaría en la famosa historia de José.
Cuyo relato bíblico termina recogiendo el modo en que este visir de
origen hebreo habló a los suyos; diciendo antes de fallecer:
“-Yo
voy a morir; más Dios ciertamente os visitará y os hará subir de
esta tierra a la tierra que juró
Abraham, a Isaac y a Jacob”-. Y José hizo jurar a los hijos de
Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de
aquí mis huesos.
Y murió José a la edad de ciento diez años; y lo embalsamaron, y
fue puesto en un ataúd en Egipto” (Génesis 50; 25 y 26). Para
finalizar añadiremos que estos ciento diez años que vivió José
son los que más o menos duró el reinado hicso de Egipto; que
comenzó hacia el 1670 a.C. para finalizar hacia el 1560 a.C. (con el
inicio del Imperio Nuevo). Confirmándonos que José simboliza la
personificación de aquellos judíos que lograron una gran categoría
y relevancia durante el reinado hicso de Avaris.
----------------------------------------------------------------
CITAS:
----------------------------------------------------------------
(1):
CANAÁN Y LOS PUEBLOS QUE COLONIZARON IBERIA: Capítulo 1º
INTRODUCCIÓN (Fenicios, cartagineses e israelitas).
.
http://historiasdelflamenco.blogspot.com/2015/09/parte-primera-origenes-del-flamenco-y.html
.
(3):
Autores
como Grehard Herm, en LOS FENICIOS (Ed. Destino, Barcelona 1986)
afirman que Canaan significa “país de la púrpura”; dando este
significado como etimología generalmente aceptada en el siglo XX.
Otros autores, principalmente de origen judío, la asocian con el
vocablo hebreo “CAN” que se traduciría por “fundación” y
con “MSD” que es “comercio”; en esta linea escribe Isaac
Asimov que se trataría de una fundación comercial.
.
(4):
GÉNESIS
VI
10-
Y engendró Noé tres hijos: a
Sem,
a Cam y a Jafet.
GENESIS
X
1
ÉSTAS son las
generaciones
de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos
después del diluvio.
2
Los hijos de Jafet: Gomer, y Magog, y Madai, y Javán, y Tubal, y
Mesec y Tiras.
3
Y los hijos de Gomer: Askenaz, y Rifat y Togarma.
4
Y los hijos de Javán: Elisa, y Tarsis, Quitim y Dodanim.
Por
éstos fueron repartidas las
5
islas
de
las
gentes en sus tierras, cada cual según su lengua, conforme a sus
familias en sus naciones.
6
Los hijos de Cam:
Cus,
y
Mizraim,
y Fut y Canaán.
7 Y
los hijos de Cus: Seba, Havila, y Sabta, y Raama y Sabteca. Y los
hijos de Raama: Seba y Dedán.
8
Y Cus engendró a
Nimrod;
éste comenzó a ser poderoso en la tierra.
9
Éste fue poderoso cazador delante de Jehová, por lo cual se dice:
Así como Nimrod, poderoso cazador delante de Jehová.
10
Y fue el comienzo de su reino
Babel,
y Erec, y Acad y Calne, en
la
tierra de Sinar.
11
De esta tierra salió Asur y edificó Nínive, y Rehobot, y Cala
12
y Resén entre Nínive y Cala,
la
cual es ciudad grande.
13
Y Mizraim engendró a Ludim,
y
a Anamim,
y
a Lehabim,
y
a
Naftuhim,
14
y a Patrusim, y a Casluhim,
de
donde provinieron los filisteos,
y
a Caftorim.
15
Y Canaán engendró a Sidón,
su
primogénito, y a Het,
16
y al jebuseo, y al amorreo, y
al
gergeseo,
17
y al heveo, y al araceo, y al
sineo,
18
y al arvadeo, y al zemareo
y
al hamateo; y después se
dispersaron
las
familias de los
cananeos.
19
Y fue el territorio de los cananeos
desde
Sidón, viniendo a
Gerar
hasta
Gaza, hasta entrar
en
Sodoma
y Gomorra, Adma
y
Zeboim,
hasta
Lasa.
20
Éstos son los hijos de Cam
por
sus familias, por sus lenguas,
en
sus tierras, en sus naciones.
21
También le nacieron hijos
a
Sem, padre de todos los hijos
de
Heber, y hermano mayor de
Jafet.
22
Y los hijos de Sem: Elam, y
Asur,
y Arfaxad, y Lud y Aram.
23
Y los hijos de Aram: Uz, y
Hul,
y Geter y Mas.
24
Y Arfaxad engendró a Sala,
y
Sala engendró a Heber.
25
Y a Heber le nacieron dos hijos:
el
nombre
de
uno fue
Peleg,
porque
en sus días se
dividió
la
tierra; y el nombre de su hermano,
Joctán.
26
Y Joctán engendró a Almodad, y a Selef, y a Hazarmavet,
y
a Jera,
27
y a Adoram, y a Uzal, y a
Dicla,
28
y a Obal, y a Abimael, y a
Seba,
29
y a Ofir, y a Havila y a Jobab;
todos
éstos fueron
hijos
de
Joctán.
30
Y fue su habitación desde
Mesa,
camino a Sefar, hasta la
región
montañosa del oriente.
31
Éstos fueron los hijos de Sem
por
sus familias, por sus lenguas,
en
sus tierras, en sus naciones.
32
Éstas son las familias de los
hijos
de Noé por sus descendencias,
en
sus naciones; y de éstos
fueron
divididas
las naciones en
la
tierra
después del diluvio.
-SANTA
BIBLIA por Casiodoro
de Reina (1569) Revisada
por Cipriano de Valera (1602)
Otras
revisiones: 1862, 1909
.
(5):
HISTORIA DEL ANTIGUO EGIPTO
Jaques Pirenne (Capítulo del Reino Hicso; tomo II; edición DESTINO
Barcelona 1977) Reino Hicso, lo fecha hacia el 1730 a.C.
.
(6):
LA VIDA COTIDIANA EN LA CRETA
MINÓICA. Paul Fauré. (Argos Vergara, Bercelona 1984). Concusión y
cronologías comparadas -pag 284-
.
(7):
La
catástrofe del Tera se sabe que fue mayor que la del Kratatoa,
desastre que en 1883 de nuestra era, fue documentado por quienes allí
sobrevivieron. Así se pudo comprobar que las explosiones del
Krakatoa se oyeron a mas de tres mil quinientos kilómetros y su
derrumbe provocó un maremoto con una ola de mas de cuarenta metros
de muro, que barrió costas a miles de kilómetros. Estuvo
erupcionando durante más de dos días liberando lava, cenizas y
magma con gases que llovieron de forma continuada en un area de
cuatromil kilómetros a la redonda del volcán. Piedras volcánicas,
gases y hasta cadáveres, en semanas llegaron a mas de diez mil
kilómetros desde su lugar de origen. Tras ello, durante años, la
atmósfera de toda la Tierra se cubrió de azufres y partículas de
cenizas, que proyectaron una luz solar distinta, tanto como para
bajar varios grados la temperatura de todo nuestro planeta.
ACERCA
DE LA DATACIÓN DE LA ERUPCIÓN DEL TERA HAY DIFERENTES TEORÍAS. LA
MÁS COMÚN LA FECHA ENTORNO AL 1630 A.C.; AUNQUE NOSOTROS SEGUIMOS
DOS CRONOLOGÍAS DIFERENTES.
LA
EXPLOSIÓN DE 1680 Y LA DE 1580 COMO FECHAS MÁS PROBABLES DE LOS
GRANDES CATACLISMOS EN SANTORINI.
Sobre
el tema recomendamos el libro:
EL
FIN DE LA ATLÁNTIDA de J.V. Luce (Ed. Destino; Barcelona 1975)
Capítulo III “Tera y su volcán”.
Acerca
de la datación del Tera, les recomendamos leer este artículo de
TERRAE ANTIQVUAE
Para
más información. Pueden consultar la página Erupción Minóica de
WIKIPEDIA
.
(8):
Pese
al pequeño área en que quedaron relegados estos filisteos; el
emperador Adriano denominó a toda esa región con su nombre.
Llamando a esa tierra Palestina (Philistea), con el fin de borrar de
allí el recuerdo de los rebeldes judíos e israelitas -continuamente
sublevados contra Roma-.
.
(9):
I
Paralip. 18, 1: “después de esto, David batió a los filisteos y
los sometió, arrancándole a Gat sus villas anejas de manos
filisteas” .
A
los interesados en la formación de Israel y en la historia de los
filisteos, recomendamo leer mi artículo:
LOS
HEREDEROS DE MICENAS: Su establecimiento en Israel y su relación con
Tartessos
.
PARA
LLEGAR AL ARTÍCULO PULSAR:
.
(10):
A
LOS INTERESADOS EN EL TEMA, RECOMENDAMOS LEER NUESTROS ARTÍCULOS:
-PROTOCOLONIZACIÓN
Y PRECOLONIZACIÓN A DEBATE (PARTE PRIMERA: ANÁLISIS DE LAS
CONCLUSIONES DEL PROFESOR ESCACENA)
-Capítulo 117 de: "Los bueyes de Gerión en el tesoro de El
Carambolo"-. Comenzamos
desde este artículo a analizar el libro “Contacto
cultural entre el Mediterráneo y el Atlántico (siglos XII-VIII ane)
La precolonización a debate"; un magnífico compendio del
análisis de distintos investigadores; dirigido y coordinados por el
prof. Sebastián Celestino (junto a N. Rafel y X.-L. Armada). En el
presente capítulo estudiamos la aportación del prof. Escacena;
donde expresamos no estar de acuerdo en su planteamiento. Pues la
colonización ibérica no pudo ser simplemente una aculturación
fenicia; algo que se observa comprobando que los alfasilabarios con
los que escribieron los iberos eran de origen cretochipriota y no
púnicos. No habiendo una aculturación fenicia en el Sur peninsular
(propiamente dicha); pues estas civilizaciones procedentes de Tiro,
Sidón o Cartago no dejaron en nuestras tierras ni un corpus de
inscripciones que pueda destacarse como ibero-fenicio (o
tartesso-fenicio). Siendo los epigramas prerromanos peninsulares
resdactados con unos caracteres que procedían de Creta y Chipre; o
en el mejor de los casos, de la Jonia (como el grecoibérico
levantino). Por lo demás, negar la unión entre el mundo nurágico y
el mundo ibérico; nos parece una contranatura. Dado que Cerdeña y
la Península eran riquísimas en cobre y las únicas tierras con
minas de estaño en todo el Mediterráneo; teniendo en cuenta que
hablamos de la Edad del Bronce donde el mineral cúpreo y la
casiterita eran imprescindibles. Finalmente, debido al trabajo en
orfebrería de las piezas de El Carambolo; y su valor, al ser casi
tres kilos de oro puro. No podemos considerar gran parte de este
tesoro en la forma que lo interpreta el profesor Escacena: Como un
ajuar para colgar de la frente y solomillos de unas reses antes del
sacrificio. Tampoco creemos que hubiera sido arrojado al cenicero
sagrado del templo, tras haberse "amortizado" (dejado de
usar); pareciendo más lógico pensar en una ocultación en el
basurero ritual -antes de huir y quemar el edificio, tal como hacían
los tartessios al verse asediados-. En el artículo datamos El
Carambolo en las siguientes fases: 1º.- Carambolo V y IV -quinto y
cuarto estrato que se corresponden con el más antiguo edificio y el
siguiente- (entre el 850 y el 750 a.C.) "Periodo del santuario
indígena // 2º.- Carambolo III y II; el tercero de influencia
frigia (entre el 740 y el 672 a.C.) y el segundo de influjo fenicio
(entre el 672 y el 550 a.C.) "Fase oriental" // 3º.-
Carambolo I, destrucción por los cartagineses hacia el 535 a.C.
PARA
LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR ENLACE:
-CHIPRE,
COLONIZADOR PENINSULAR DURANTE LA EDAD DEL BRONCE
(Mariano Torres Ortiz y Jose Ma. López Castro en “Contacto
cultural entre el Mediterráneo y el Atlántico. La precolonización
a debate") -Capítulo 118 de: "Los bueyes de Gerión en el
tesoro de El Carambolo"-. Continuamos
analizado la obra que en nuestro anterior artículo habíamos
comenzado a estudiar: “Contacto
cultural entre el Mediterráneo y el Atlántico (siglos XII-VIII ane)
La precolonización a debate"
. En este caso comentando el artículo del prof. Torres Ortiz: LOS
«TIEMPOS» DE LA PRECOLONIZACIÓN; y el del prof. López Castro: LAS
RELACIONES MEDITERRÁNEAS EN EL II MILENIO A.C. Y COMIENZOS DEL I EN
LA ALTA ANDALUCÍA (EL PROBLEMA DE LA ‘PRECOLONIZACIÓN’
FENICIA). Vemos como con gran acierto Torres Ortiz comienza señalando
que el profesor Almagro Gorbea, hace unos veinte años, clasificó
cronológicamente diversos artículos encontrados en la Península, y
que este investigador consideraba “objetos precoloniales”(...)
diversos elementos vinculados con Chipre o los Pueblos del Mar; todos
ellos, previos a la aparición de los fenicios en nuestro litoral. En
su siguiente epígrafe trata ya de “la colonización, como un
fenómeno diacrónico”; donde comienza expresando que este periodo
anterior a la llegada de los fenicios, hubo de ser muy largo y
complejo (tal como señaló Almargo Gorbea). Un tiempo especialmente
difícil de seguir en su etapa intermedia y que parece de enorme
influencia chipriota; en la que hay que dilucidar si quienes vienen a
nuestras tierras eran chipriotas autóctonos o bien de gentes
influidas por los micenios (durante los siglos XII y XI a.C.). Por su
parte, el profesor López Castro, escribe que
“En
lugar de precolonización, que implica un vicio teleológico como es
la consideración de la posterior colonización; sería más sensato
hablar de contactos durante l Edad del Bronce o durante el II milenio
a.C.".Añadiedo
con gran inteligecia que “El
problema estriba en que admitimos los contactos atlánticos pero
dudamos de los mediterráneos o los sobrevaloramos, sin término
medio”
(SIC). Parasá el profesor a fechar los periodos de precolonización
como: “1º-Un
Bronce Tardío postargárico comprendido
entre
1615
a.C. y
1375/1350
a.C., con intervalos
extremos
en
torno a c. 1700-1300 a.C. // 2º-Le seguiría el Bronce
Final
del
Sureste,
datado
entre
c.
1300-920 a.C.// 3º-Para
Andalucía Occidental el Bronce Final Tartésico, coetáneo en líneas
generales del Bronce Final del Sureste estaría comprendido en el
intervalo c. 1250-950 a.C., aunque sólo estaría bien documentado
arqueológicamente entre 1150-900 cal a.C.// 4º-Entre
920 y 750 a.C.; o a partir de 890/800, como mínimo se situaría el
intervalo cronológico de la etapa inicial de la colonización
fenicia". Partiendo
desde estas idea añadimos las nuestras que se resumen en la
evidencia de que en una nave de remo y vela se puede llegar desde
Creta a tierras de Iberia en unas tres semanas. Así, considerando
que nos encontramos en la Edad del Bronce donde era imprescindible el
cobre y el estaño; que escaseaban totalmente en el Mediterráneo.
Habiendo visto en nuestros estudios como tan solo había minas de
casiterita en Cerdeña (con muy mala calidad); mientras la Península
era riquísima en estaño, cobre, plata y oro. Parece obvio que el
contacto entre ambas orillas del Mediterráneo hubo de ser constante
y continuado (eso sí, a mi juicio llegando a Iberia de manera tan
secreta como vigilada; pues en el secreto de las rutas del estaño y
el cobre residiría el poder y la riqueza de imperios como el
minóico).
PARA
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-LA
PRECOLONIZACIÓN A DEBATE:
La precolonización a debate (parte tercera): Jose Clemente Martín
de la Cruz -comentario a su estudio, intercalando ideas del profesor
Delibes-. Capítulo 119 de: "Los bueyes de Gerión en el tesoro
de El Carambolo". Continuamos
comentando y resumiendo y la obra que hemos analizado en los dos
últimos artículos: “Contacto
cultural entre el Mediterráneo y el Atlántico (siglos XII-VIII ane)
La precolonización a debate". En este caso analizando el
capítulo del prof. Martín de la Cruz: EL VALLE MEDIO DEL
GUADALQUIVIR. Donde comienza el prof. Martín de la Cruz enumerando
diversos hallazgos que demuestran la llegada a nuestras tierras de
gentes del Mediterráneo oriental, en épocas anteriores a la
colonización (previas al siglo VIII a.C.). Consecuentemente con
cuanto plantea el autor, diferenciamos en cuatro grupos estas
distintas muestras de precolonización. Objetos que conforme a su
tipología podemos clasificar en: Mesas altares con cuernos; puntas
de flecha y armas; cerámicas a torno; joyas o abalorios. De
tal manera, durante todo el extenso artículo vamos a estudiar
primero las mesas con forma de toro (o con astas) que se dan en
Creta, Chipre y el Egeo. Cuyos más antiguos ejemplares contienen
cuernos y asemejan toros; aunque a final del Bronce comenzarían los
altares a parecer un Labrys (bipenna) y asimismo una piel de buey
(como veneración al metal y al comercio en reses, cueros y en
lingotes valorados como cabezas de ganado). En segundo lugar, pasamos
a estudiar las puntas de lanza y los objetos del Bronce; llegando a
la conclusión de que son muchas las influencias orientales de cuanto
aparece en la Península durante el Bronce. En toda nuestra
exposición anterior recogemos ideas del Prof. Delibes sobre la Edad
del Bronce y épocas anteriores; observando que estas aportaciones
pueden darnos una visión más clara y certera de la época. Por
último, exponemos cuanto Martín de la Cruz escribe acerca de las
cerámicas a torno y los abalorios procedentes del Levante
mediterráneo; fechados antes del siglo IX a.C. y hallados en
nuestras tierras (comprobando que son muchos los datos que inciden en
un contacto continuado entre las dos orillas). Para finalizar
proponemos una cronología partcular de la Península, comprendiendo
desde el megalitismo a la colonización. Cuyas fases serían: 1º-5500
al 4500 a.C.: INICIO DEL MEGALITISMO Civilización ballenera y
canoera: // 2º-4500 al 3500 a.C.: MEGALITISMO PLENO Rutas del ámbar
y pepitas de oro o plata, viajes de canoa por el Atlántico europeo
// 3º-3500 al 2700/2500 a.C.: LOS MILLARES (megalitismo bajo;
eneolítico y cobre) Contactos entre Oriente medio y la Península
(cultura de los ojos) // 4º-2700/2500 al 1800/1600 a.C.: VASO
CAMPANIFORME Y ARGAR (Bronce Antiguo y Pleno) Aculturación llegada
de Oriente // 5º-1800/1600 al 1200/1100 a.C.: COGOTAS I, ARGAR EN
DECADENCIA (Bronce Bajo) Protocolonizadores // 6º-1200/1100 al 850
a.C. PRECOLONIZACIÓN EN EL BRONCE FINAL (decacencia de Cogotas I;
final del Bronce hasta inicio del Hierro y colonización).
Precolonizadores
PARA
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.
(11):
Las palabras (SIC) refiriéndose a lo reyes Hicsos
fueron escritas por el sacerdote Manetón (siglo III d. C.) y están
recogidas en el libro LOS FENICIOS de Grehard
Herm, (Barcelona 1986); capítulo III
.
(12):
La Biblia menciona el modo en que los
fenicios sacrificaban niños a sus dioses (II Reyes 23,10) y lo
prohíbe condenando a muerte a los que incumplieran esa ley (Levítico
18,21; 20,1-5)
.
(13)
: Lo que según el Antiguo
Testamento, sucedería en el monte de
Moriá y en la ruta que seguía este
pueblo pre-israelita. En un altozano cuyo nombre se repite en la
colina donde Salomón edifica su templo; aunque el nombre de Moirá
habríamos de interpretarlo más bien como los
“montes Ammorreos”.
.
(14):
Así
podemos leerlo entre otros pasajes en:
1
REYES 11, 7
7
Entonces edificó Salomón un
lugar
alto a Quemos, dios abominable
de
Moab, en el
monte
que
está enfrente de Jerusalén, y
a
Moloc, ídolo abominable de los
hijos
de Amón.
8
E hizo lo mismo para todas
sus
mujeres extranjeras, las cuales
quemaban
incienso y ofrecían
sacrificios
a
sus dioses.
9
Y se enojó Jehová contra Salomón,
por
cuanto se había desviado
su
corazón de Jehová Dios
de
Israel,
quien se le había
aparecido
dos
veces.
Jeremias
7, 31 y ss.
31
Y han edificado los lugaraltos de Tofet, que está en el valle
del
hijo de Hinom, para quemaren el
fuego
a sus hijos y a sushijas, cosa que yo no les mandéni estuvo en mi
corazón.
32
Por tanto, he aquí, vendrándías, ha dicho Jehová, en queno se
dirá más Tofet ni valle del
hijo
de
Hinom,
sino
valle de laMatanza; y serán enterrados enTofet, por no haber lugar.
Jeremias
19, 5 y ss.
5
Y edificaron los lugares altos a Baal, para quemar en el fuego
a
sus hijos en holocaustos a Baal,
cosa
que no les mandé, ni dije ni me vino al pensamiento.
6
Por tanto, he aquí, vienen días, dice Jehová, en que este lugar no
se llamará más Tofet ni valle del hijo de Hinom, sino valle de la
Matanza.
7 Y
haré nulo el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar; y les
haré caer a filo de espada delante de sus enemigos y en las manos
de los que buscan su vida; y daré sus cuerpos como comida a las aves
del cielo y a las bestias de la tierra.
8 Y
pondré a esta ciudad por espanto y por objeto de burla; todo aquel
que pase por ella se
maravillará
y se burlará a causa de todas sus calamidades.
9 Y
les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas; y cada
uno comerá la carne de su amigo, en el asedio y en el apuro con que
los afligirán sus enemigos y los que buscan su vida.
10
Entonces quebrarás la vasija ante los ojos de los hombres que
van
contigo,
11
y les dirás: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Así
quebrantaré a este pueblo y a esta ciudad, como quien quiebra una
vasija de barro, de modo que no puede restaurarse más; y en Tofet se
enterrarán, porque no habrá otro lugar para enterrar.
Ezequiel
20, 26
26
Y los contaminé en sus
ofrendas
cuando hacían pasar
por
el fuego
a todo primogénito,
para
que yo los
desolase,
a
fin
de que supiesen que yo
soy
Jehová.
27
Por tanto, hijo de hombre,
habla
a la casa de Israel y diles:
Así
ha dicho Jehová el Señor: Aun
en
esto me
han
blasfemado vuestros
padres
cuando
cometieron
infidelidad
contra
mí.
-SANTA
BIBLIA
por Casiodoro
de Reina (1569)
Revisada
por Cipriano de Valera (1602)
Otras
revisiones: 1862, 1909
.
(15):
Sobre la última plaga de Moisés:
EXODO
11
4
Y dijo Moisés: Jehová ha dicho
así:
A la media noche yo pasaré
por
en medio de Egipto,
5
y morirá todo primogénito
en
la tierra de Egipto, desde el
primogénito
de Faraón que se
sienta
en su trono, hasta el primogénito
de
la sierva que está tras
el
molino,
y todo primogénitode
las
bestias.
6
Y habrá gran clamor por toda
la
tierra de Egipto, cual nunca
hubo
ni jamás habrá.
7
Pero contra todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta
la
bestia, ni un perro moverá
su
lengua, para que sepáis que
Jehová
hará
diferencia
entre los
egipcios
y los israelitas
EXODO
12
29
Y aconteció que a la medianoche
Jehová
hirió
a todo
primogénito
en
la tierra de Egipto,
desde
el
primogénito de Faraón
que
se
sentaba sobre
su
trono
hasta
el
primogénito del cautivo
que
estaba
en la cárcel,
y
todo
primogénito
de
los animales.
30
Y se levantó aquella noche
Faraón,
él y todos sus siervos
y
todos los egipcios; y hubo un
gran
clamor en Egipto, porque
no
había casa donde no hubiese
algún
muerto.
31
E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche y les dijo:Salid de en
medio de mi pueblo
vosotros
y los hijos de Israel; e
id,
servid a Jehová, como habéis
dicho.
32
Tomad también vuestras ovejas
y
vuestras vacas, como habéis
dicho,
e
idos; y bendecidme también
a
mí.
33
Y los egipcios
apremiaban
al
pueblo,
dándose prisa a echarlos
de
la tierra, porque decían: Todos
moriremos.
-SANTA
BIBLIA por Casiodoro
de Reina (1569) Revisada
por Cipriano de Valera (1602)
Otras revisiones: 1862,
1909
.
(16):
Flavio
Josefo Antigüedades judías. Texto traducido desde el griego por J.
Farré; publicado
en Buenos Aires, en 1961 (Ed. Acervo Cultural). Pags. 25 a la 98
.
(17):
SANTA
BIBLIA- ANTIGUO
Y NUEVO TESTAMENTO (REINA-VALERA
2009)
Antigua versión de
Casiodoro de Reina (1569) . Revisada por Cipriano de Valera (1602)
Otras revisiones: 1862,
1909
PRIMER
LIBRO DE MOISÉS LLAMADO GÉNESIS