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artículo se desarrolla en un texto escrito en negro y se acompaña
de imágenes con un amplio comentario explicativo (en
rojo y cuya finalidad es razonar las ideas).
Podrá leerse completo, pero si desea hacerlo entre líneas, bastará
con seguir la
negrilla o
las letras rojas destacadas.
.
ABAJO:
Pitágoras de Samos, dibujado
por mí (modelo tomado desde una escultura clásica).
C
) : LOS NOMOI Y EL ETHOS
Otros
dos aspectos de muy difícil resolución el la música helena, son
los llamados “Nomos” y el concepto de la moral musical,
denominado “ethos”.
.
C
– 1 ) : Los Nomos
David
Martínez Sánchez nos dice que: “Es
difícil establecer una definición clara de lo que eran los nomoi
aunque, según Fubini, se piensa que debió de significar `ley,
costumbre, tradición´y, aplicado a la música, aquélla que era
compuesta con reglas estrictas, o también melodías que se asignaban
rigurosamente a ocasiones determinadas. Con
respecto a su origen, se considera que el inventor de los nomoi fue
Terpandro, poeta y músico del siglo VIII a.C. que además instauró
la enseñanza de la música en Esparta y perfeccionó la lira
aumentando su número de cuerdas de cuatro a siete para mostrar su
superioridad sobre la flauta. A cada nomo se le asignaba la tonalidad
que se consideraba más adecuada y que debía ser respetada, es
decir, no se permitía cambiar de tono, de ritmo, ni la afinación de
cada cuerda. Durante los siglos VII y VI a.C. la música se
desarrolló junto a la poesía y sólo un tipo de ejecución musical,
los nomoi, pertenecen más a la música que a la poesía; además
existían competiciones en las que se mostraba la habilidad para
componer y ejecutar este tipo de composiciones” (38a)
.
.
Tras
ello, David Martínez Sánchez, nos explica cuales eran los
principales instrumentos musicales griegos -la cítara y el aulos
(flauta doble)- pasando a determinar cuáles son los diferentes tipos
de Nomos existentes en la antigua Grecia:
"Nomos
citaródicos: que
consisten en interpretar con la voz un texto, generalmente épico,
con acompañamiento de cítara, la cual dobla a la voz o improvisa
mientras ésta descansa. Destaca Terpandro de Lesbos (s. VII a.C)
Nomos
citarístico: interpretaciones
de solo de cítara.
Nomos
aulódico: canto acompañado por el aulos. Destaca Polimnesto (s.
VI a.C).
Nomos aulético: interpretación de solo de aulos, sin canto. El más famoso es el nomos Pítico, referido a la victoria de Apolo con la serpiente Pitón de Delphi” (38b)
Nomos aulético: interpretación de solo de aulos, sin canto. El más famoso es el nomos Pítico, referido a la victoria de Apolo con la serpiente Pitón de Delphi” (38b)
Una
catalogación que nos muestra como esos Nomos eran simplemente “un
estilo” de acompañamiento en la interpretación. Algo que
entendemos perfectamente si los relacionamos con los “palos
flamencos”; cuya determinación y relación se basan en una
evolución de “toques” y “cantes” que a lo largo de siglos
han ido cambiando y modificando su sentido (musical y social).
.
C
– 2 ) : El concepto de “ethos” musical.
El
significado de este otro valor musical heleno, ya ha sido expuesto y
se basa fundamentalmente en la “ética” matemática o física,
para hallar una Escala y el valor de sus intervalos. Debido a que los
helenos buscaban un “sistema perfecto”; similar al que solo
lograría el salmantino Salinas, en el Renacimiento. Considerando la
musicología griega que la “moral armónica” consistía en
aplicar un código de leyes, conforme a ciencia y exactamente
regulado, que resolviera todas las Octavas. A todo ello, unieron el
carácter de las Escalas y de los Modos (las bases melódicas para
componer); catalogando las “músicas” lastimeras y facilonas,
como de categoría menor.
Consecuentemente, Curt Sachs nos dirá:
“Una
armonía debe tener un carácter o sentimiento (...) El famoso
termino ethos denota la potencia emocional de las melodías unidas a
sus escalas. Aristóteles dice en su Metafísica (8:5), que `las
escalas musicales difieren esencialmente la una de la otra y que
aquellos que las escuchan son diferentemente sensibles a una o a
otra. Alguna hace a los hombres tristes y penosos, como la tan
mencionada Mixolidia, otras debilitan la mente como las armonías
fuera de regla (aneiménas), y otras producen un modesto y sereno
temperamento, el cual parece ser el singular efecto de la Dórica: la
Frigia inspira entusiasmo´”
(39)
.
.
Como
podemos observar en las frases anteriores, las muy distintas formas
de afinar usadas en época de Aristóteles, provocaba este caos;
debido a lo que estetas y pensadores se plantean aquello que llamaron
la “fórmula moral” para obtener las Escalas. Una ética que
comprenderemos perfectamente si comparamos nuestro sistema Igual
Temperado; que halla las Notas basándose en un principio tan simple
y matemático como es la raíz doceava de 2 (o
bien 2 elevado a 1/12).
Es
decir, que multiplicando cualquier sonido por 2 elevado a 1/12 (el
valor de la Octava), se halla la Nota musical siguiente. Este número
matemático que logra encontrar cualquier tono y su contiguo se
denominó “Lambda” y su valor es 1,059463094.... = 2 elevado a
1/12 = raíz doceava de 2. El hallazgo del número l
(lambda) se atribuye al matemático Maestlin, y hasta su “invención”
como resolución de la Escala musical, se usaron infinidad de métodos
de afinación. Entre los que destacó el Sistema Perfecto, de
Francisco Salinas; o el “Bien Temperado” (que dominaría Bach y
que prácticamente era el que usamos actualmente, con Igual
Temperamento). Todos
ellos se atenían a una “ética” musical, que en gran parte
olvidaron los sabios griegos. En especial los aristogénicos, que
desarrollaban fórmulas para encontrar la Octava, basadas en “oído
perfecto se sus maestros”. Sin tener como principios la matemática,
ni la física. Todo lo que llevó al caos a la teoría musical
helena, al ser rebatidos muchos de estos sistemas de afinación,
considerados “poco éticos” (ajenos a la realidad acústica y
contrarios a la ciencia).
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Dos
casos de estética, ciencia y ética. Al
lado, la
famosa estatua de Felipe IV en la Plaza de Oriente de Madrid.
Modelada y fundida por Pompeo Leoni, tuvo que ser calculada por
Galileo Galilei; porque su peso se sustenta sobre las patas traseras
y principalmente en la cola del caballo, que sujeta gran parte de la
escultura. Abajo,
edificio de la Fundación Albéniz
(Escuela
Superior de Música Reina Sofía);
muy próximo a la Plaza de Oriente en Madrid.
Luce en su fachada como lema: “Nulla
Ethica sine Aesthetica. Nulla aesthetica sine Ethica” (no hay
ética sin estética y no hay estética sin ética).
La frase se basa en el concepto del Ethos griego, sobre música y
moral.
.
D
) : ESCALAS Y ESFUMATURAS
Repetidamente
hemos mencionado que en Grecia instituyeron tantas variantes de
Escalas, como escuelas o tendencias musicales existieron. Llegando a
crear cada sabio y templo, su propio sistema de hallar las Notas;
conforme a los “ethos” que estimaban como “morales”. Basando
esta ética armónica, en dogmas numéricos o en fórmulas, que en
varios casos nada tenían de científicas; llegando a incluir como
principio para valorar los intervalos, hasta el “oído absoluto”
del maestro que las instituía. Ello generó infinidad de
afinaciones; en su mayoría ajenos a los principios de la física y a
toda regla de equilibrio matemático.
.
Consecuentemente,
las diferentes Escalas recogidas o enseñadas por filósofos y
escritores helenos, se catalogan como “esfumaturas”.
Posiblemente, porque generan un “esfumato” sobre cada armonía;
creando intervalos irregulares y muy parecidos en las melodías,
multiplicando por cientos los sonidos de referencia musical. De tal
manera, Curt Sachs en su maravilloso libro LA MÚSICA EN LA
ANTIGÜEDAD, muestra algunas de estas “esfumaturas”. Explicando
que Aristóxeno indicaba seis tipos, con los siguientes
intervalos de referencia (40)
:
“Enharmónion
400 + 50 + 50
Chrôma
malakón 366 + 67 + 67
Chrôma
hemiólion 350 + 75 + 75
Chrôma
toniaíon 300 + 100 + 100
Diátonon
malakón 250 + 150 + 100
Diátonon
sýntonon 200 + 200 + 100”
.
Continúa
Curt Sachs refiriendo
lo siguiente acerca de estas “esfumaturas” y sus diferentes
escuelas:
“Tolomeo
y sus seguidores, eran fuertemente hostiles al temperamento: siendo
matemáticos creían exclusivamente en las razones numéricas de las
cuales obtenían las ratificaciones sobre su monocordio.
Especialmente insistían en la
división del tono en diferentes semitonos: (a) el apotomé ó
“trozo” que es la diferencia entre una cuarta justa y una tercera
mayor (4/3 : 5/4 = 16/15 o bien 112 cents.); y (b) el leimma ó
“residuo”, que tomaba en relación con un tono entero (9/8 :
16/15 = 135 : 128 o bien 92 cents.).
Las
“esfumaturas” de Tolomeo, traducidas a centésimas, se leen así:
Enharmónion
386 + 74 + 38
Chrôma
malakón 316 + 120 + 62
Chrôma
sýntonon 267 + 151 + 80
Diátonon
malakón 233 + 182 + 83
Diátonon
toniaîon 204 + 233 + 62
Diátonon
sýntonon 182 + 204 + 112
Diátonon
ditoniaîon 204 + 204 + 90
Diátonon
homalón 182 + 165 + 151
.
Los
dos sistemas eran tomados en igual consideración
-el de Aristógenos y el de Ptolomeo-.
Arquitas, amigo de Platón (S. IV a.C.) propuso un
enarmónico 386-50-62 centésimas, mientras un siglo más tarde
Erastóstenes, bibliotecario de Alejandría, prefería un enarmónico
de 410-45-44 y un croma de 316-94-88 centésimas: y otros tanto
tenían sus distintas opiniones (...) En total, los griegos
tenían al menos tres terceras mayores, respectivamente de 386, 400 y
411 cents; cinco terceras menores estaban entre 267 a 374 cents;
siete segundas de 150 a 250 cents; trece semitonos de 62 a 151 cents;
nueve cuartos de tono de 38 a 74 cents. Había relaciones perfectas
entre terceras y segundas e incluso sobreposiciones de segundas,
semitonos y los llamados cuartos de tono” (41)
.
.
“Y
ahora, entre toda esta extraordinaria experiencia debe ser puesto en
consideración otro hecho más sorprendente: los griegos no se
contentaron con toda la clasificación de géneros, modos, escalas,
esfumaturas y llaves (de transposición); estos cuidaron incluso la
simetría de los tetracordos iguales, y formaban octavas extras, no
equilibradas, de tetracordos contrastantes, más bien señalados por
géneros contrastantes. Los dos himnos Délficos son ejemplos de
escalas mixtas. (...) Los griegos habrían debido taparse los oídos
si escucharan nuestra escala del pianoforte; o bien, al contrario, el
amante de la música moderna, poco familiarizado con los principios
de las escalas orientales, no gustarían en lo absoluto de las
melodías griegas. Ya que las melodías griegas son de hecho
`orientales´ y sus parientes han vivido en el Medio Oriente hasta
nuestros días, y no en el Oeste. Casi un centenar de escalas del
Oriente islámico no son más que copias exactas de las esfumaturas
griegas, pero la gran mayoría de estas son en realidad `mixtas´
”(42) .
.
ABAJO:
Imagen que ya hemos publicado, con la formulación
del
teorema
de Pitágoras explicado en los siglos del XX al XVII a.C. -al
menos mil doscientos años antes del nacimiento del sabio de Samos-.
Recogido sobre
una tablilla babilónica
catalogada como "PLIMPTON
322, cara A", es
propiedad de la Universidad de Columbia (a la que agradecemos nos
permita divulgar la imagen). La
descifraron Neugebauer and Sach, publicándola
por vez primera en "Mathematical Cuneiform Text", New Haven
1945 (43)
;
documento donde tradujeron el fragmento cuneiforme, demostrando
que los mesopotamios describían "números pitagóricos" ya
a comienzos del segundo milenio a.C.. Conteniendo
la tablilla una
relación de cifras en la que a través de sistemas trigonométricos,
se explica el resultado de los cuadrados y de sus raíces
(hiponenusas cuadradas). La
base simple
para su entendimiento también
la explicaba la matemática india, en el segundo milenio a.C.; tal
como expongo en un dibujito mío -incluido junto a la imagen-. Donde
se observa que si realizamos dos lineas unidas en un punto y en
ángulo recto ("a" y "b" -en amarillo y verde-),
para conocer el resultado de la diagonal entre ambas ("c"
-en rojo-); habremos de trazar un cuadrado bajo cada una de ellas.
Siendo
el cuadrado de la hipotenusa igual a la suma de ambos cuadrados
anteriores (en
azul); o bien, siendo esa diagonal (en negro), igual a la raiz de los
dos cuadrados sumados (en este caso = 8).
.
Pese
a todo, ante
esta tablilla o frente al teorema indio ancestral, no debemos pensar
peyorativamente de los filófos griegos, ni menos acerca de la
importancia de la cultura helena. Cuyo enorme valor fue, escribir y
transmitirnos estos conocimientos
-heredados en una gran mayoría de casos-. Una sabiduría, que hasta
Grecia había estado prácticamente vetada al mundo ajeno al templo o
al poder, con el fin de mantener en secreto las ciencias y las artes,
en manos de una élite dominante. Por lo que el
gran tesoro que nos dejó la Hélade fue hacernos llegar, y
divulgarnos gran parte de la ciencia milenaria; conocimientos que se
habían mantenido ocultos en los templos del Nilo o de Babilonia
-donde difundir estos dogmas, se llegaba a castigar con pena
capital-. Pese a ello, al
haber heredado los helenos muchos de estos principios científicos,
quizás no supieron valorarlos del todo. Algo que -a mi juicio-
sucedió con el sistema pitagórico de templar la Escala; un método
que en sí mismo era perfecto (como también lo fue el enarmónico) y
que desde el siglo IV a.C. fueron desechando en Grecia. Seguramente
por efecto de nuevas escuelas helenas y de distintos filósofos, que
desearon crear su propio sistema de afinaciones.
La
última frase que hemos recogido de Curt Sachs antes de las imágenes,
define lo que fue la música en la Hélade: “un
centenar de escalas del Oriente islámico no son más que copias
exactas de las esfumaturas griegas".
Cuyo horizonte acústico estaba dominado por centenares
de variantes en las “Escalas”; a las que llamaron “esfumaturas”,
puesto que no diferían unas de otras más que unas cents. de
intervalos.
Pese a ello, no
podemos considerar música armónicamente ajustada la que se
interpreta con estas “esfumaturas”, nacidas de una pluralidad
criterios subjetivos (incluso
de principios estéticos particulares). Todo lo que se observará en
Oriente Medio; cuya
falta de armonización matemática en múltiples casos; nos lleva a
percibir “melopeas”, en vez de “melodías”. Ello sucede
porque -a mi juicio- la música debe ajustarse a unas leyes físicas
o matemáticas; tal como el calendario debe estar regulado por ciclos
astrales.
Pues de lo contrario, no será un calendario, sino un almanaque que
determina con aproximación, la venida de las lluvias, los vientos o
los cambios en el clima. Del
mismo modo, una escala musical debe regirse por unos principios
ligados a la ciencia (empírica o teórica); ya que de lo contrario,
solo serán sonidos regulados conforme a gustos o modas.
.
Pese
a todo, sabemos que Grecia tenía desde sus inicios fórmulas
exactas, para descubrir Escalas de un modo físico y matemático
correcto. Con métodos heredados de otras civilizaciones más
antiguas; aplicando el proceso Enarmónico (atribuido a
Terpandro) o a través del cálculo de Quintas continuas y de
Cuartas concatenadas (que se consideró inventado por Pitágoras).
Modelos que fueron desechando, probablemente al considerarlos
procedimientos ajenos; importados de Egipto y Babilonia. Por cuanto
al no entender bien su significado, los helenos pasaron a crear sus
fórmulas particulares de templar las Notas; generando Escalas con
“esfumaturas” conforme a gustos y teorías de cada sabio, zona o
templo. El hecho cierto, es que el sistema pitagórico y el
enarmónico, eran bastante perfectos y se ajustaban a filosofía,
tanto como a razones físicas o matemáticas. Aunque el mundo heleno
las desechó desde el siglo IV a.C., por efecto de sabios y teóricos
convencidos de que la ciencia se podía inventar (cuando
realmente, la ciencia se intuye o se estudia; pues ciencia y realidad
son dos parámetros que no pueden separarse). De tal manera, la
acústica está sometida a unas leyes que nacen hechos tangibles y
todo lo que sea “inventar” sin tener en cuenta la física o la
matemática, es como pensar que en medicina pueden formularse teorías
que a nadie cura, ni ayuda, ni sana.
.
Pese
a o expuesto, es muy distinta la opinión de Curt Sachs, cuyas
palabras acerca de esta proliferación de Octavas y de “esfumaturas”
recogemos a continuación -respetándolas, aunque no las compartamos;
pues este magnífico investigador es una autoridad mundial en materia
de musicología-:
“El
teórico que a menudo se confunde buscando las razones matemáticas
en las condiciones relativamente simples de un tetracordo, tiene
dificultad mucho mayor en las complicadas relaciones que se
desarrollan en el ámbito de una octava entera. Y de por sí se ayuda
partiendo de diferentes especies de tetracordos y pentacordos para
llegar a justificarlos mediante una combinación de relaciones
matemáticas que en sí mismas son irracionales y no mensurables. Las
esfumaturas, lejos de ser sutilezas hiperestéticas o sofisticaciones
matemáticas; eran series, o más bien tentativas vitales para llegar
a un tipo que satisficiera naturaleza y gusto. Al respecto de todas
las cavilosas disputas, el verdadero fin de quien canta y quien toca
no consiste en expresar enigmas”
(44)
.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Al
lado y
sobre la muralla de Urueña (Valladolid), el modo en que se van
obteniendo las notas en un monocordo; cuando se toma un tono inicial
(el de la cuerda tocada al aire) y luego se va pulsando en razón a
Quintas. Es decir, “cortando” la cuerda al presionarla contra el
mástil, en mitades de mitades. Lo que se puede expresar por
distancias en relación a 2 y 3. De
este modo, partiendo desde un “MI” inicial; se obtienen en razón
a ¾ : “LA”, “RE”, “SOL”, “DO”, “FA”, “LA#”,
“RE#”, “SOL#”, “DO#”, “FA#”, “SI”.
Abajo;
el
monocordo, como sistema para calibrar y averiguar las Octavas
empíricamente (pulsando en su única cuerda y trasladando los
valores a un instrumento musical que afinamos).
SOBRE
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Dos
ejemplos de afinación pitagótica por Quintas, sobre el monocordo.
Arriba,
vemos este instrumento usado para afinar y temperar las Escalas;
consistente en una larga cuerda, tensada sobre dos puentes y que
sujeta la caja de resonancia. Hemos
considerado que la cuerda tiene 660 mm. y suena como un Mi, tocada al
aire (sin pulsarla). Consecuentemente, partiéndola en mitades,
veremos que en el milímetro 330 se halla otro Mi-2º; a la mitad de
esta longitud otro Mi-3º (en el milímetro 165) y en medio de esta
otra distancia, el Mi-4º (el milímetro 82,5). A continuación vemos
como uniendo los dos primeros Mi, obtenemos las siguientes notas; así
el (Mi-2º + Mi-3º) = (330 + 165) = 495 mm. = LA 1º. Después
podremos obtener el La-2º , La-3º y etc. ; dividiendo por la mitad
los LA o bien sumando Mi-3º + Mi-4º y etc.. Por lo que el La-2º =
495/2 = 247,5 mm = (165 + 82,5). Todo ello, en una cadena en que una
vez realizada once veces, nos dará como resultado las doce Notas;
templadas por Quintas en sistema pitagórico. Un sistema que está
relacionado con el equilibrio armónico, matemático y físico.
Abajo,
resultado
de intervalos entre las Notas; en una primera Escala comenzada sobre
una cuerda de 660 mm. y que al aire suena “MI” (como sucede con
la “sexta” de la guitarra).
Tras ello, para localizar el resto de Octavas -más altas o más
bajas- bastará con dividir o multiplicar por 2, cada intervalo
obtenido en la primera Escala (que vemos en imagen).
E
) : LOS GÉNEROS
Otro
de los problemas musicales griegos es definir qué eran sus géneros.
Acerca de ello, nos
dice David Martín Sánchez: “Según
Arístides Quintiliano (...) un género es una determinada división
del tetracordio, pudiendo ser de tres tipos: diatónico, cromático y
enarmónico, los cuales se diferencian por la estrechez o amplitud de
sus intervalos (…)
El género diatónico se corresponde con la secuencia de intervalos
que existe en: MI-FA-SOL-LA, es decir: semitono, tono, tono; ( ½, 1,
1 ) (…) El género cromático corresponde a la secuencia de
intervalos que hay en: MI-FA-FA#-LA (semitono, semitono, tono y
medio) (½, ½, 1 ½) (…) El género enarmónico corresponde a: MI,
MI*, FA, LA (cuarto de tono, cuarto de tono, dos tonos) (¼, ¼, 2)”
(45)
.
.
Por
su parte, Curt
Sachs, los define del siguiente modo: “El
diatónico, el cromático y el enarmónico, los tres géneros de la
música griega, fueron la máxima prueba
de que las dos notaciones eran más bien tablaturas que designaciones
escritas de alturas sonoras. Los griegos llamaban diatónico –como
nosotros– a una escala compuesta de cinco tonos enteros y dos
semitonos, o sea que tenía dos tonos enteros y un semitono en cada
tetracordo. El género (genus) cromático
(en las palabras de Arístides Quintiliano “como `croma´ color,
introducido entre le blanco y el negro) era
el `dulcísimo´ género y el mejor para expresar la tristeza, porque
tenía una tercera menor y dos semitonos en cada tetracordo. Un
tetracordo enarmónico consistía en una tercera mayor y dos
microtonos de (más o menos) un cuarto de tono cada uno”
(46)
.
.
Con
las frases antes recogidas podemos entender que estos “Géneros”
eran formas de afinar o de cantar; siendo el Diatónico el que
recogía los intervalos (tono, semitono, tono, tono). El cromático
(semitono, semitono, tono y medio tono) (½, ½, 1 ½) (…). El
enarmónico (cuarto de tono, cuarto de tono, doble tono)(¼,
¼, 2).
Todo lo que en nuestra notación se puede interpretar como hace David
Martín Sánchez, al definirlos del siguiente modo:
MI-FA-SOL-LA (diatónico); MI-FA-FA#-LA (cromático); MI, MI*, FA, LA
(enarmónico).
Esta
descripción se basa en lo que nos dicen los textos de Arístides
Quintiliano; retórico heleno, nacido en el siglo I a.C., que define
de este modo los Géneros grecorromanos -ya en época cercana a la
imperial-. Aunque
con toda probabilidad los Géneros originales fueron formas más
sencillas nacidas de los distintos temperamentos que le dan nombre
(tal como expongo al final de este capítulo).
.
Por
su parte, Luis Calero en su tesis doctoral sobre el canto en la
Antigua Grecia, explica: “De
cómo estén organizadas las otras dos notas internas que conforman
el tetracordo dependerá el genos musical. Los teóricos griegos
distinguían tres géneros: el diatónico, el cromático y el
enharmónico. Los tres géneros se distinguen entre sí por la
estrechez o amplitud de sus intervalos (...) El
diatónico, probablemente el más antiguo (...), es un universal
musical que aparece en todos los repertorios de todo el planeta. Iría
seguido del cromático en dificultad y del enharmónico en último
lugar, al que se acostumbra uno sólo con gran esfuerzo
(...) . De esta misma opinión es Aristides Quintiliano (...), para
quien el diatónico es el más natural, porque lo pueden cantar todas
las personas, incluso quienes carecen de instrucción, mientras que
el cromático sólo lo pueden cantar los instruidos por su carácter
más técnico y el enharmónico era imposible de cantar para la
mayoría por estar basado en el intervalo de diesis (el cuarto de
tono) considerado por los teóricos como amelódico (...) De este
modo, el
diatónico estaría formado por dos intervalos superiores de tono
cada uno de ellos y por un semitono en el intervalo inferior, el
cromático tendría un intervalo superior de dos tonos y medio,
mientras que los dos inferiores serían semitonos, y, por último, el
enharmónico estaría formado por dos intervalos” (47)
.
.
La
descripción de Luis Calero cuadra plenamente con nuestra idea, pues
creemos que originalmente estos Géneros pudieron ser las
afinaciones, procedentes de las diferentes Octavas que se obtienen
con el método Pitagórico y el Enarmónico. Cuyas notas nacen en el
siguiente orden:
.
Diatónico
puro; multiplica seis veces el Tono inicial por ¾ y obtiene las
siete notas que unidas a la primera son una Escala Diatónica de:
“MI” “LA” - “RE” - “SOL” - “DO”
- “FA” - “LA#”
Diatónico
Enarmónico: Siete primeras Notas obtenidas por 5 Quintas y 1 por
Cuarta; multiplicando cinco veces un tono inicial por ¾ (encontrando
así el “MI” “LA” - “RE” - “SOL”
- “DO” - “FA” ) y dividiéndolo por ¾ una ultima,
para obtener el “SI”
(marcado con subrayado el MI
inicial,
desde el que se parte para hallar todas las Notas) :
“SI”
- “MI” -
“LA” - “RE” - “SOL” - “DO” - “FA”
.
Escala
Cromática, obtenida por Quintas; multiplicando once veces un tono
inicial por ¾
(marcado con subrayado el MI
inicial,
desde el que se parte para hallar todas las Notas):
“MI” -
“LA” - “RE” - “SOL” - “DO” - “FA” - “LA#” -
“RE#” - “SOL#” - “DO#” - “FA#” - “SI”
.
Escala
Enarmónica, obtenida multiplicando por Quintas y dividiendo por
Cuartas. Es decir; multiplicando por ¾ cinco veces un tono inicial
(para llegar a “LA” - “RE” - “SOL”
- “DO” - “FA”); y dividiéndolo luego por ¾ seis
veces (obteniendo “LA#” - “RE#” -
“SOL#” - “DO#” - “FA#” - “SI”). El total,
incluido el Tono inicial; son las seis primeras Notas y seis
semitonos, obtenidos de forma inversa; en razón a (¾ cinco veces) y
a (4/3 seis veces) -marcado con subrayado el MI inicial, desde
el que se parte para hallar todas las Notas-:
“LA#”
- “RE#” - “SOL#” - “DO#” - “FA#” - “SI” -
“MI” - “LA” - “RE” -
“SOL” - “DO” - “FA”
.
Consecuentemente
-a mi juicio-, los Géneros podrían haber sido en la Grecia Antigua,
una fórmula para elegir notas y trasportarlas a la lira o al canto;
en el orden armónico en que surgen, cuando partimos desde cada uno
de los métodos más antiguos para crear una Escala: Diatónica,
Cromática o Enarmónica.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Al
lado, portada
del libro SOBRE LA MÚSICA de Arístides Quintiliano; donde este
erudito heleno del siglo I a.C. expresa lo que eran los Géneros en
su tiempo. Abajo,
las diferentes afinaciones en un heptacordio; tomando de siete en
siete, las Notas que se obtienen armónicamente al temperar la Escala
de con cada método: Diatónico, Cromático y Enarmónico. Estos son
los que en mi teoría formarían los Géneros, a los que se debían
de atener los músicos para elegir las Notas en sus instrumentos
(fueran de cuatro, de siete o de más cuerdas). Incluyendo
series seguidas en cada forma de Escala, empezando por el Tono que
deseasen. Consecuentemente, habría 7 formas de afinar un heptacordio
Diatónicamente; 6 afinaciones Cromáticas y otras 6 Enarmónicas.
F
) : LOS MODOS Y LOS TONOS
.
F-
1) CASIFICACIÓN GENERAL DE LOS MODOS
Otra
de las características de la música helena, era la clasificación
en Modos, dependiendo desde la Nota en la que se iniciaba la Escala.
Algunos tratadistas griegos los denominaban también “Tonos”;
aunque Curt Sachs distingue perfectamente entre Tonos y Modos, cuya
diferencia reside solo en la “dominante”
(tal como veremos a continuación). Pues
las Escalas en los Modos, no están ordenadas conforme a DO, RE, MI,
FA, SOL, LA ,SI , DO; teniendo como centro de la Escala el “SI”,
algo que más tarde explicaremos en profundidad. Cuya razón -a mi
juicio- se debe a que nuestras notas: DO, RE, MI, FA, SOL, LA nacen
concatenadamente por Quintas (multiplicando una Nota inicial por 4/3
cinco veces). Mientras el “SI” se halla después de 11
multiplicaciones por 4/3, del Tono inicial (o bien multiplicando por
3/8 el Tono Inicial; si temperamos con el método enarmónico). De
tal manera, entre los griegos existían unos siete Modos y Tonos
diferentes, cuando comenzaban y terminaban sus melodías en una misma
Nota (que
ellos definían como una cuerda -mese; trite; paranete; nete etc.).
Siendo algo muy
parecido a lo que en nuestra música se denomina “Tonalidad”; un
término que repetidamente hemos oído, cuando nos dicen que una
sinfonía está escrita en “Mi menor”
o en “Do mayor”. Para que lo comprendamos estos distintos Modos
helenos principales; nos explica Curt Sachs que eran los siguientes:
“todos los libros modernos sobre
el tema enseñaban que las escalas modales de los griegos eran
inversiones (o sea regresiones) sacados de la serie de las teclas
blancas (48a)
:
Hipodórica
La Sol Fa Mi Re Do Si La Sol Fa
Mi Re Do Si
Hipofrigia
Sol Fa Mi Re Do Si La Sol Fa Mi Re
Do Si
Hipolidia
Fa Mi Re Do Si La Sol Fa Mi Re
Do Si
Dórica
Mi Re Do Si La Sol Fa Mi
Re Do Si
Frigia
Re Do Si La Sol Fa Mi
Re Do Si
Lidia
Do Si La Sol Fa Mi
Re Do Si
Mixolidia
Si La Sol Fa Mi Re Do
Si
.
Continúa
el mismo autor recogiendo los Tonos, que él también clasifica en
siete tipos -aunque los tratados de música antigua grecorromanos,
llegan a diferenciar hasta en quince Modos y un igual número de
Tonos- (48b)
:
Séptimo
tono o Mixolidia
Sol La Si Do Re Mi Fa Sol
Quinto
tono o Lidia Fa
Fa Sol La Si Do Re Mi Fa
Tercer
tono o Frigia
Mi Fa Sol La Si Do Re Mi
Primero
y octavo tono o Dórica y Mixolidia Re Mi Fa Sol La
Si Do Re
Sexto
tono o Hipolidia Do Re Mi
Fa Sol La Si Do
Segundo
tono o Hipofrigia Si Do Re Mi Fa
Sol La Si
Segundo
tono o Hipodórica La Si Do Re Mi Fa Sol
La
.
No
hay mucha unanimidad en definir estos Modos y los Tonos, debido a que
los textos antiguos difieren en sus exposiciones; acerca de sus notas
iniciales y sobre las que contenía cada estilo. Sea como fuere y tal
como hemos dicho, estos Modos y Tonos, se conocen igualmente en
nuestra música; siendo lo que hoy en día llamamos “Tonalidad”.
De las que a continuación presentamos algunos ejemplos, para que
entendamos lo que significaban los Modos y Tonos helenos:
-
Tono actual de DO mayor, contiene las siguientes notas:
DO,
RE, MI, FA, SOL, LA, SI DO2,
SI, LA, SOL, FA, MI, RE, DO.
-
Tono moderno de DO menor, contiene la siguiente armadura; de “Do”
a “Do” y con “Mi”, “La” y “Si” bemoles:
DO,
RE, MIb,
FA, SOL, LAb,
SIb,
DO2...
-
Tono actual de RE mayor, contiene estas notas:
RE,
MI, FA#, SOL, LA, SI, DO#, RE2,
DO#, SI, LA, SOL, FA#, MI, RE1.
-
Tono moderno de RE menor, contiene una armadura iniciada en RE y con
el Si bemol:
RE,
MIb,
FA. SOL, LA, SI DO, RE2,
DO, SI, LA, SOL, FA, MIb,
RE1
SOBRE
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Tal
como expresamos, son muchas las teorías acerca de qué Notas
(cuerdas) contenían estos Modos griegos. Arriba,
clasificación según Luis Calero, recogida en su tesis doctoral
(Madrid 2016) -al
que agradecemos nos permita divulgar la imagen- (49)
.
Abajo,
dibujo
mío con los Modos griegos, tal como generalmente se clasifican.
F-2)
ORIGEN Y SIGNIFICADO DE LOS MODOS Y TONOS:
En
la tesis doctoral de Luis Calero se explica con gran acierto el
significado de estos Modos y Tonos; para lo que recoge las Notas
musicales griegas, tal como se concebían en la antigüedad. Siendo
denominadas como las cuerdas de la lira; debiendo traducir nosotros
una Nota por cada cuerda. Sin marcar cual es la primera y dejando que
cada Tono o Modo, se defina por la cuerda inicial. Así pues, las
cuerdas -Notas- helenas, eran las siguientes (correspondiendo
alternativamente con DO, RE, MI, FA, Sol, LA SI, DO):
-“nete
(νήtη,
νeάtη),
nota fija
-
paranete (paρaνήtη),
nota móvil (κινούµeνος
o feρόµeνος
fθόγγος);
-
trite (tρίtη,
i.e. la tercera desde el agudo), nota móvil;
-
paramese (paρaµέsη),
fija
-
mese (µέsη),
que, como su nombre indica, es la nota media o central;
-
lícano (λιχaνός),
nota producida por el dedo índice, el λιχaνὸς
dάκtυλος,
nota
móvil
-
parípate (paρυpάtη),
nota móvil
-
hípate (ὑpάtη),
nota fija” (49)
.
.
Tras
ello, Luis Calero, expone el sistema que seguían los instrumentistas
y los cantantes, para interpretar las diferentes obras conforme a
estos Modos y Tonos. Explicando que aquellos poemas: “Eran
cantados por profesionales, acompañados habitualmente por lo que
Homero denomina forminge
(fόρµιγξ),
un instrumento parecido a la cítara (…) Hay
muchas probabilidades de que este tipo de práctica sobreviviera
después de la destrucción de los palacios micénicos,
puesto que sabemos que compositores como Arquíloco o Terpandro, o
incluso Hesíodo antes que ellos, dedicaron sus esfuerzos a la épica
conservadora en el siglo VII a.C.. Sin embargo, el contexto en que se
desarrollaba la representación en sí había cambiado definitivamente
para pasar al ámbito de los festivales, primero el cuatrienal de
Delos y, a partir de mediados del siglo VI a.C. (…) Sea como sea,
la describe, de nuevo, Pseudo Plutarco
(...), cuando nos informa de que
se atribuía a Terpandro la introducción de la nete doria, de la que
sus predecesores no habían hecho uso (…) Con esta invención de
Terpandro se obtiene igualmente el acorde o intervalo de quinta entre
la nete doria y la mese y el intervalo de cuarta entre la mese y la
hípate, ambos consonantes (…)
No obstante, como acabamos de
observar, las tablillas mesopotámicas (...) prueban el conocimiento
en Mesopotamia de la heptatónica completa (...) Posiblemente, este
tipo de escalas se usaba en la época de los palacios micénicos,
como atestiguan los vestigios de liras heptacordes, que, a su vez,
dependen de modelos minoicos anteriores (…) la Creta minoica pudo
haber sido el enlace transmisor de este instrumento y de su práctica
musical al resto de Grecia y Terpandro es la figura mítica que
representa ese trasvase en el
ideario historiográfico de la Antigüedad griega (...) Los poemas
de Safo y Alceo (finales del VII-VI a.C.) también revelan la
proximidad geográfica de Lidia” (50)
.
.
Por
su parte, Curt Sachs, afirma lo siguiente acerca del uso y
significado de estos Modos:
“A
Terpandro, el mayor músico griego del siglo VII a.C. le es atribuido
la creación de las octavas complejas,
tanto aquella de la escala mixolidia.
Esta evolución también se refleja en un lineamiento de la música
japonesa: en la diferente disposición de la escala zoku-gaku (que
nosotros transcribimos en el grado de entonación de las escalas
griegas).
Hirajoshi
mi’ re’ do’ si la sol fa# mi
Kumoi
mi’ re’ do’ si la sol fa mi
Iwato
mi’ re’ do’ siь
la sol fa mi
Exactamente
las mismas tres disposiciones aparecen en Grecia, y fueron más tarde
llamadas Hipodórico, Dórico, Hiperdórico ó Mixolidio. Los
griegos, como los japoneses, desarrollaron tres distintos modos más
allá del tetracordo dórico”.
“El
primer desarrollo visible en la música griega es la construcción de
liras con más de cuatro cuerdas; cinco cuerdas aparecen en vasijas
del siglo VIII a.C. y siete cuerdas sobre vasijas del siglo VII a.C.
Tales instrumentos eran más bien antienarmónicos, en el momento en
que forzaban a los músicos a saltar cuerdas. En vez, eran
perfectamente adaptadas tanto para melodías en tercera menor
pentatónica, como para melodías diatónicas. En otras palabras, la
aparición de cinco cuerdas en el siglo VIII acierta a la llegada de
improviso de escalas de tercera menor con o sin las derivaciones
heptatónicas. Esta sustitución esta quizá, o más bien
probablemente, conectada con la sustitución de nombres: los térmicos
homéricos Phorminx y Kitharis que dejaron el puesto a términos
clásicos de Kithara y Lyra”.
.
“La
lira, casi indispensable en la música griega, sea como sostén de la
voz del cantante, o como instrumento solista, no estaba hecha para
resolver esta red de tonalidad, ni siquiera en el ámbito
simplificador creado con el sistema perfecto. Con su afinación
pentatónica, la lira restringía al músico, o lo obligaba a evitar
ciertas notas, o a producirlas con la ayuda de arreglos artificiales,
difíciles técnicamente. Por lo tanto era frecuente que los músicos
variaran la afinación cada vez que tales cambios concedían un mayor
número de cuerdas al aire en la melodía que se ejecutaba. Pero
ni aún así abandonaron nunca el modelo pentatónico de tres
segundas y dos terceras menores en la octava. Una de estas
afinaciones era la mas natural que se pueda desear. Se
cuenta que el músico comenzaba a afinar en la nota central la
saltando hacia abajo al mi con una cuarta, y después volvía hacia
atrás hasta el si; y de la misma manera
subía al re’ con una cuarta y de nuevo bajaba al sol con una
quinta obteniendo: la - sol - re’ - si - mi” (51)
.
.
En
nuestro capítulo último analizaremos en profundidad las anteriores
frases de Curt Sachs y de Luis Calero; para comprenderlas mejor. Pero
antes de terminar este epígrafe deseamos expresar nuestra opinión
sobre esa multiplicidad de Géneros, Modos y Tonos. Nacida -a mi
juicio- de los instrumentos con cinco y siete cuerdas usados por los
griegos; lo que condicionaba la necesidad de afinar en cada
interpretación. Obligados los músicos, a crear y estudiar estas
Escalas modales. Ya que para generar acordes de acompañamiento al
canto, solo se pueden mantener Notas armónicas en la cítara. Por lo
que interpretar, ayudado con una lira de solo cinco o siete cuerdas;
supone ajustarlas en cada ocasión (armonizando esas pocas notas).
Para todo aquel que no sea docto en el tema, bastará explicarlo en
una guitarra; entendiendo que la cítara o el formix tenían Notas
fijas (eran una caja con cinco o siete cuerdas). La guitarra es
asimismo un cordófono de seis; pero en este instrumento pueden
cambiarse las Notas pulsando los trastes. De tal modo, cada vez que
acompañamos con la guitarra una melodía (canto); apretamos sobre el
mástil y señalamos unas Notas elegidas, logrando de inmediato el
acorde armónico con la melodía que entonamos. Pero eso no sucede en
la Cítara ni en el Formix, que tenían Notas fijas; por lo cual,
para interpretar una melodía compuesta en DO mayor, tendríamos que
ajustar las cuerdas en armonía con este Tono (que como hemos visto,
eran DO, RE, MI, FA, SOL, LA, SI DO2).
Pero si cantamos luego en DO menor, las cuerdas deberíamos
templarlas con las Notas correspondientes a ese otro Tono (que como
sabemos, son: DO, RE, MIb,
FA, SOL, LAb,
SIb,
DO). Esta
era la única solución que tenían los aedos -poetas y trovadores
helenos- para poder acompasarse con acordes armónicos en sus
recitativos o melodías, interpretados con instrumentos tan limitados
como el formix (tetracorde) la cítara (de cinco cuerda) o la lira
(heptacorde)
SOBRE
ESTE PÁRRAFO:
Los
instrumentos griegos más comunes y antiguos; conforme los recoge
Luis Calero en su tesis doctoral (LA VOZ Y EL CANTO EN LA ANTIGUA
GRECIA -pag 182-). Acerca de las afinaciones, nos dice este autor en
su tesis doctoral -reocogiendo palabras de Jenofonte y otros-:
“Jenofonte
(X. Smp. 3.1.2), los instrumentos de cuerda se podrían afinar
con respecto a la altura de un instrumento de viento, aunque este
ejemplo no es argumento suficiente como para pensar que siempre
sucediera al igual que entre los instrumentistas modernos; que,
ayudados de distintos diapasones, pueden afinar calculando el la a
distintos hertzios. En este sentido debemos entender el texto de
Ateneo
(14.31.5), donde se nos informa de que Prónomo de Tebas, auleta del
siglo V a.C. (...), recibió su fama del hecho de haber sido capaz de
interpretar todas las harmonías con él aulos -en un alarde virtuoso
de desarrollo técnico del instrumento-”
(52)
.
BAJO
ESTE PÁRRAFO:
Los
instrumentos de cuerda griegos, según Jose Luis Navarro González
(al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).
Este autor en su obra INTRODUCCIÓN
TEÓRICO-PRÁCTICA A LA MÚSICA Y A LA DANZA EN LA GRECIA ANTIGUA;
SUGERENCIAS, ENIGMAS, EXPERIENCIAS; explica
de modo magistral la música helena. En el epígrafe tercero de este
gran trabajo, define los cordófonos -textos que resumimos en nuestra
cita (53) -.
F-3)
CARÁCTER DE LOS MODOS:
En
nuestro sistema musical moderno -tras la creación de la Escala Bien
Temperada-; conocemos que el Tono (mayor, menor) y las Notas (bemoles
o sostenidas) le dan un carácter a la melodía. Del mismo modo
sucede con los ritmos musicales, que provocan un sentimiento muy
diferente si son binarios (2/2; 4/4) o terciarios (¾). Pero que
asimismo, cambian nuestra sensación, si fueran rápidos o lentos;
pues es muy distinta una Bulería a 6/8 que un Waltz a ¾ ; y una
marcha a 4/4 que una Polka a 8/8. En el caso de nuestras
Tonalidades (comúnmente llamadas Modos entre los griegos), la
melodía en “Do mayor”, se correspondería con su Modo Lidio. De
la misma forma que nuestras obras compuestas en “Mi menor” serían
casi iguales que el Modo Frigio heleno -conteniendo tan solo la
diferencia de que el Fa es sostenido (MI, FA#, SOL, LA, SI, DO, RE,
MI2)-. Si queremos
comprender bien qué son los Tonos en la música occidental; podemos
ver el siguiente video de Jaime Altozano en Youtube (donde los
explica perfectamente).
.
En
el caso de Grecia, los Tonos y los Modos cumplían una función
similar, aunque mucho más importante. Pues como hemos visto en
imágenes anteriores, la mayoría de sus cordófonos eran
tetracordios, pentacordes y heptacordios; teniendo los “aedos”
que acompañar sus canciones tañendo entre cuatro y siete cuerdas.
Algo que les obligaba a templar perfectamente esas pocas Notas, con
las que podían adornar sus melodías. Debido a ello, entre los
Helenos los Modos eran un verdadero dogma musical; tanto que las
melodías se clasificaban según aquellas fórmulas que usaban.
Conforme a ello, David Martínez Sanchez nos narra que:
.
“Platón
considera que las armonías lidias tienen carácter lastimero y es
preciso suprimir porque son malas tanto para los hombres como para
las mujeres; las armonías utilizadas en los festines son algunas
variedades de la jónica y la lidia, consideradas como armonías
relajantes mientras que las únicas armonías que pueden tener algún
uso para los guerreros son la dórica y la frigia (…) Arístides
Quintiliano señala que `generalmente los tonos son tres: dórico,
frigio y lidio. De ellos, el dórico es útil para las
interpretaciones vocales más graves, el lidio para las más agudas y
el frigio para las intermedias. Los restantes se observan sobre todo
en las composiciones instrumentales, pues éstas se construyen en
sistemas muy extensos´ (…) Por
su parte:
“Según Damón, `cada armonía provoca en el alma un movimiento
propio: el Lidio de carácter lamentoso tiene una influencia
afeminante, el Jonio conviene a los banquetes y las tonalidades
Frigia y Doria invitan a la moderación y al valor respectivamente
porque sus sonidos imitan los nomos antiguos´”(… ) Mientras
que Pseudo-Plutarco en LA MÚSICA: “defiende
que el mixolidio es un modo patético que se ajusta a la tragedia, la
cual surgió de unir el modo Dorio, que produce efecto de grandeza y
dignidad, con el mixolidio que produce un efecto patético”
(54) .
.
.
Las
palabras del párrafo anterior, pueden resultar incomprensibles; pero
vamos a entenderlas rápidamente, cuando imaginemos una guitarra como
un hexácordio sin mástil (una lira de seis cuerdas). A
continuación, pondremos unos ejemplos con fotos y frente a esas
imágenes, hemos de pensar que las seis cuerdas de la guitarra son
las de una lira (que haremos sonar del modo en que se tañe un
arpa -arpegiando o rasgueando-). Una vez pensado que la guitarra
es como un formix o cítara de seis cuerdas; nos será fácil
entender que no podemos cambiar las Notas, debiendo mantenerlas
pulsadas e iguales -desde que comenzamos, hasta que terminamos un
recitativo o canto-. Así, el resultado de las diferentes posturas
sobre el mástil (los acordes) son lo que en la antigua Grecia
suponían las afinaciones; debiendo acompañarse con las mismas las
Notas, hasta que terminaba una pieza y se cambiaba el templado de
cuerdas.
SOBRE
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Arriba,
acorde de “LA mayor”; imaginemos que la guitarra fuera una cítara
griega de seis cuerdas. Comprendemos que desde que comenzaba hasta
que terminaba un recitativo, se mantendría esta postura, con las
notas MI, LA, MI2, LA2, DO#, MI3; pudiendo cantarse en esa tonalidad
de La Mayor, y acompañado solo de de estas notas.
Abajo:
Acorde
de “LA menor”, que solo varía del anterior en que contiene un
“DO” natural. Acompañaría el canto en LA menor, cuyo carácter
es más melancólico que el anterior.
BAJO
ESTE PÁRRAFO: Acorde
llamado “LA séptima”, que tan solo varía de los anteriores en
contener un SOL natural. Pese a la poca diferencia entre unos y otros
acordes, el sentido de las melodías que se pueden cantar con los
tres tipos de acordes en LA -que hemos visto-, es completamente
diferente. Siendo alegre el “LA mayor”, triste el “LA menor”
e inquietante el “LA séptima” (un tanto disonante).
G)
CONCLUSIONES FINALES
.
G
– 1) Orígenes de la música y armonía griega:
Para
conocer algunas de las principales características de la música
helena, bastará leer el magnífico libro de Curt Sachs LA
MÚSICA EN EL MUNDO ANTIGUO; donde este investigador afirma con
enorme visión:
.
“Aunque
Grecia es geográficamente parte de Europa, su música era
predominantemente asiática. Los mismos griegos admitían, incluso
subrayaban este hecho. Ellos debían a los egipcios, a los sirios, al
Asia Menor, y a Fenicia la invención de los instrumentos que usaban;
dieron a dos de sus principales tonalidades nombres derivados de
países asiáticos, Frigia y Lidia; se referían a Egipto como la
fuente de sus ideas músico-pedagógicas, y atribuían la
creación de la música a Olimpo, el hijo de Marsias el Frigio. (...)
Contrariamente a los autores orientales, estos han mostrado la larga
línea de una evolución que se ha prolongado por 1,500 años de
civilización antigua. Gracias a ellos distinguimos un periodo
primitivo en el que el canto de las tribus griegas se funde con la de
los vecinos asiáticos, tracios y cretenses; un periodo clásico de
música nacional griega inaugurado por Terpandro de Lesbos en el
siglo VII a.C (...) Las cuestiones que los estudios griegos sobre
música sugieren son mayores respecto a las respuestas que pueden
dar. La principal preocupación es la imposibilidad de ordenar los
hechos cronológicamente. Los autores antiguos aprendían la música
de otras maneras, así como las opiniones de las fuentes anteceden a
su época por generaciones, incluso por siglos; y todo esto se
fundaba sin ninguna preocupación con las ideas contemporáneas. Toda
esta mezcla de tiempos, de hombres, de ideas, de países, y de
estilos han producido confusiones en la terminología. Palabras como
harmonía, eidos, tónos, trópos, sistema, eran cosas de poca
claridad, más engañosas que útiles. Como consecuencia, la
historiografía de la música griega y romana está expuesta a ser
mal interpretada” (54)
.
Por
su parte David Martínez Sánchez nos narra como “Hay que
llegar hasta época imperial para asistir a la proliferación de toda
una serie de tratados teóricos de tipo técnico sobre la música,,
que entrañan una complejidad y una dificultad de comprensión, y por
ende de traducción, más que notables. Me refiero a la
obra de Arístides Quintiliano Sobre la música o la del epicúreo
Filodemo de Gádara, del mismo título, o la de Nicómaco y de
Ptolomeo, ambas con el mismo título, Harmónica” (55)
.
.
A
lo antes expuesto por Curt Sachs y David Martínez Sánchez, hemos de
añadir que -a mi juicio- esta ininteligibilidad de los tratados
grecolatinos sobre música, se debe a una gran camelística. Por
no decir que la falta de claridad de esos estudios musicológicos
grecorromanos, se debió a una enorme pedantería académica; que no
buscó el origen y la verdad en su música, sino pretendió crear
nuevos métodos de afinar y clasificar la armonía. Pudiendo
distinguirse multitud de tratados simplemente académicos, pero sin
base ni razón; que aparecerán en tiempos cercanos al Imperio
romano, redactados por matemáticos de tradición griega o astrónomos
tardo helenos. Personajes que como Ptolomeo, muestran muy poco
sentido musical en sus reglas y definiciones; pese a ser un gran
geógrafo, con enormes conocimientos sobre matemáticas, astronomía
y geodesia. Pero es que para el estudio de la armonía, no basta con
la ciencia; sino que hemos de guiarnos por la intuición; ya que si
la Octava vale 2; todas las Notas han de estar reguladas por el
principio de ½ o bien por 2, bajo un ajuste bello y físicamente
justificado. Por cuanto expreso, el equilibrio de la Escala no
debe depender de teoremas simplemente matemáticos, tal como afirmaba
la escuela de Ptolomeo. Pese a lo expuesto, no nos cabe duda de que
el tratado de Ptolomeo (TA HARMONIKÁ) fue uno de los más serios y
profundos de su época. Deseando imponer unos criterios
renovados, para crear una “nueva música”; pero tan solo se
basaba en fórmulas matemáticas, prescindiendo de la física y la
estética.
.
Pudiéramos
decir algo similar al estudiar el sistema de temperar que actualmente
utilizamos. Porque tan solo atiende a fórmulas matemáticas y
físicas; sin contemplar conceptos estéticos, ni menos filosóficos.
Un método de afinar, que -como sabemos- nació tras el hallazgo
de la raíz doceava de 2 (Lambda); equivalente a 2 elevado a ½ =
1,05946... . Número en el cual se basan la Escala moderna, que desde
el siglo XVIII. Aunque ese mismo teorema de afinación, podría
trasladarse a Octavas de diez Notas, simplemente aplicando raíz
décima de 2 (o bien 2 elevado a 1/10) = 1,07177... . Bastando con
multiplicar el Tono inicial diez veces por este número “l
10”, para hallar la Octava Igual Temperada de diez Notas.
Asimismo, si queremos encontrar una Escala heptatónica perfecta,
bastaría realizar la operación de multiplicar sus intervalos por
raíz séptima de 2; o lo que es lo mismo, 2 elevado a 1/7 =
1,10408... .
.
La
disertación anterior, muestra el modo en que hoy en día la música
y sus temperamentos están absolutamente dominados por la matemática.
Debiendo afirmarse que su regulación es perfecta; aunque resulta
imposible encontrar un significado filosófico a su base. Al menos,
hasta poder demostrar que el Universo se sometiera a “Lambda”;
con fuerzas gravitatorias, sínodos, órbitas y distancias astrales,
en base a esta fórmula: Raíz doceava de 2 (1,05946...). Dicho
esto, mucho menos podemos creer en estos tratadistas antiguos sobre
armonía; siquiera en los que basaron sus teorías armónicas solo en
matemática (como Ptolomeo). Pues nuestro sistema actual, aún siendo
perfecto, no es ideal; porque -a mi entender- ha supuesto una
desviación de la realidad física y moral. Quedando ajena la
Escala Igual Temperada a toda exposición filosófica; sin podernos
aún explicar qué significa esta raíz doce de 2, en nuestra
Naturaleza. Por lo que no considero el modo de afinar moderno
correcto, aunque sí hay que admitir su perfección -pero como el
refranero popular afirma: “Lo perfecto es contrario a lo bueno”-.
Muy por el contrario, los métodos pitagóricos y enarmónico de
templar las Escalas, tenían una base cierta y física; como era la
de su medida en 2 y ½. Mitad de 2 (igual a 1) que significa el
equilibrio natural absoluto. Ya que “todo” se mantiene
armónicamente estable, si se le sujeta en su punto exactamente
medio.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Imágenes
que ya habíamos publicado en nuestro artículo EN BUSCA DEL PLANETA
PITAGÓRICO (56) . En
ellas vemos la razón filosófica del temperamento pitagórico,
basado en ½; que es la base de todo equilibrio natural.
Al
lado, balanza minóica de periodo
Neopalacial (1500-1450 a.C.) procedente de Gournia -tal
como la exhibe el Museo nacional de Creta, Heraklion, al que
agradecemos nos permita divulgar su imagen-. Podemos
observar la enorme precisión de esta, que seguramente se utilizaría
para pesar valiosas mercancías,
como las especias, o bien oro y plata -principalmente en polvo, antes
de trabajarlo-. No debe extrañarnos que se encuentren pesas del
segundo y tercer milenio a.C. con el valor de 0,045 gramos (que
correspondía al “grano” en Mesopotamia). Todo ello demuestra en
enorme grado de tecnología y civilización que gozaron culturas como
la sumeria o la akkadia, junto a la egipcia; miles de años antes de
que Grecia naciera. Debiendo
considerarse al mundo heleno, heredero de estas otras civilizaciones
milenarias; cuyos maestros -babilonios o caldeos-, enseñaron a los
sabios del Egeo muchos de sus secretos de ciencia y artes. Entre
estos, el enigma de la temperación de Escalas, cuya base filosófica
residía en el equilibrio universal; hallando las notas “dividiendo
en medios sus distancias” (pulsando
en su mitad la cuerda), sucesivas veces; hasta encontrar los doce
Tonos. Temperando bajo el mismo principio de una balanza: Localizar
justo en su mitad, cada intervalo musical.
Abajo:
Ejemplo de cómo actúa una
balanza romana, en la que si ponemos dos pesos iguales, su punto de
apoyo será el centro. Pero si colocamos en un lado uno tres veces
mayor, tendremos que equilibrarla guardando la misma proporción en
distancia; es decir, situando
su apoyo a ¾ partes (5 ctms. para que los 15 ctms. restantes hagan
la fuerza necesaria y contrarresten la diferencia de fuerzas). Del
mismo modo, si colgamos de un lado un peso siete veces superior, la
diferencia de distancia será igual,
debiéndose equilibrar el punto central a 2,5 ctms; con el fin de que
los 17,5 ctms. restantes actúan como contrapeso. En
imágenes, a continuación describimos la base filosófica en que se
basaban los temperamentos pitagóricos y enarmónicos; nacidos de
este concepto del equilibrio.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Al
lado, Dibujo
sencillo, en el que
vemos cómo la estátera al llegar al punto medio de distancia, no
puede medir.
Ya que su fórmula es la de la palanca y pierde una de las variantes
(distancia2).
Por lo que siendo D2
= 0; el resultado sería siempre 0. Este principio es el que se pudo
considerar que regía el modo de temperar pitagórico y enarmónico;
basado en buscar la el equilibrio en distancias (mitades en la
cuerda).
Abajo:
Ejemplo
sobre una balanza romana del modo en que encontraban las notas hasta
el la afinación moderna
(bien temperada) y
la llegada del Hertzio. Primero calculaban la mitad la cuerda,
logrando saber así donde estaba el
principio y el final de la Octava
(en nuestro caso e imagen un MI1
y
MI2).
Volvían a buscar el centro entre ambos (la
mitad de un medio de la cuerda), que
está en el milímetro 165; punto en el que se halla el LA (pues lo
que vibra al tocarse pulsando allí son 495 milímetros de cuerda).
La misma operación puede hacerse simplemente multiplicando por ¾ .
Como
podemos comprender, este
proceso se correspondería con lo que habíamos hecho en a balanza,
tras encontrar su punto de equilibrio en el centro y volviendo a
buscar luego una mitad de la anterior longitud. Cuando
la barra de la balanza era de 20 ctms, y poníamos su apoyo en el
centímetro 10, viendo simplemente su centro exacto cuando se
equilibraba (con pesos a cada lado). El siguiente paso dijimos que
era buscar su apoyo en ¼; en el centímetro 5 (buscando el medio de
la anterior mitad), lo que se equilibraba con 1/3 (al soportar 1
kilo de un lado y 3 kilos en el opuesto). Observemos aquí cada Nota
tratada como fuerzas de pose, que actúan sobre el equilibrio de la
balanza. Hemos colocado su punto de apoyo a la distancia que tiene
cada Nota y después calculado el peso que se necesitaría para
equilibrarla.
.
De
tal manera la balanza se regula con las siguientes distancias y
pesos:
0
-MI a MI = Punto de apoyo en el centro justo 330 mm. // Contrapeso
1000 gramos
1ª-FA
a MI = Punto de apoyo en 313, 24 mm. // Contrapeso 1053 gramos
2ª-FA#
a MI = Punto de apoyo en 297,335 mm. // Contrapeso 1109,8 gramos
3ª-SOL
a MI = Punto de apoyo en 278,4375 mm. // Contrapeso 1185 gramos
4ª-SOL#
a MI = Punto de apoyo en 264,298 mm. // Contrapeso 1248,5 gramos
5ª-LA
a MI = Punto de apoyo en 247,5 mm. // Contrapeso 1333,333... gramos
OBSERVEMOS
AQUÍ EL EFECTO QUE TIENE UNA NOTA QUINTA, LLEVADA A LA FÍSICA. LA
QUINTA ARMÓNICA DE “MI”, QUE ES “LA”; PRECISA UN CONTRAPESO
CON UN EXCESO DE 0,75 = ¾ (valor de la Quinta)
G
– 2) Una música, cuyas raíces se olvidaron:
Mi
hipótesis acerca de los tratados sobre armonía grecorromana, es que
la mayoría de estos se escriben cuando las técnicas originales
habían caído en desuso; olvidando el verdadero sentido de los
Temperamentos (heredados de Oriente Medio o de Egipto). Provocando
entre las distintas escuelas de estudio musical, un manierismo
egocéntrico y hasta enfermizo. Barroquismo de ideas técnicas
-en su mayor parte inventadas- donde cada filósofo y templo, buscaba
imponer sus propio método; pretendiendo demostrar que las
propuestas ajenas a sus estudios, eran defectuosas o imperfectas. Lo
que se produce desde que Platón nos “hacer perder el hilo” de
los conceptos pitagóricos; copiando sin conocimientos suficientes la
teoría de la Escuela de Crotona -pretendiendo ser él quien primero
explicó el sistema para templar la Octava-.
.
Todo
lo que afirmo, porque como dijimos; este sabio aristócrata
ateniense, se trasladó al Sur de Italia tras morir el discípulo más
distinguido de Pitágoras, llamado Filolao. Comprando allí Platón
las obras escritas de ese pitagórico recién fallecido; pagando
cuarenta minas de plata a sus herederos (57)
. Tras ello, debió hacer desaparecer la mayor parte
de los documentos adquiridos y escribió varios textos (basados en
estos de Filolao; pero sin mencionarle). Explicando en sus Diálogos
de un modo muy oscuro, el método de hallar las Octavas. De este
modo, la exposición de Platón sobre el sistema de lograr la
Escala, es tan ininteligible como mal escrita. Lo que motivaría que
tras él, las ideas de los piagóricos fueran desechadas por muchas
de las escuelas musicales helenas (quizás al observar los fallos y
el oscurantismo del Timeo platónico). Pasando posteriormente a
inventar cada templo y cada sabio, una teoría personal armónica; en
muchos casos ajena a la belleza del sonido, y en otros, sin
comprender preceptos matemáticos, ni físicos. Lo que generaría un
decenas de métodos de afinar y cientos de fórmulas para comprender
arte arte; convirtiendo la música helena, en un verdadero avispero
acústico-estético.
.
Después
de Platón, surgieron dos escuelas fundamentales; una nacida
desde quienes creyeron en el Timeo y a los pitagóricos. Que tuvo
como rivales a quienes pensaron que el Diálogo platónico era un
“timo” (nunca mejor dicho). Ambas escuelas musicales
surgen en Tarento, con Arquitas como figura principal de los que
siguen a Pitágoras -o a Platón-; mientras quienes oponían a las
teorías musicales de Crotona, estaban liderados por Aristóxeno. Así
fue como Arquitas de Tarento y Aristógenos de Tarento, se
convirtieron en los líderes de las dos tendencias musicales
helenísticas, que a continuación referimos brevemente: Arquitas
había sido discípulo de Filolao y conoció a Platón, cuando el
ateniense viajó al Sur de Italia. Finalmente, logró recuperar
algunos fragmentos de su maestro Filolao, y escribió diversos
tratados matemáticos; en los que explicará sus fórmulas para
templar la Octava siguiendo la teoría pitagórica. Por su parte,
Aristóxenos, era discípulo de Aristóteles, el que a su vea era
el alumno más aventajado de Platón. Pese a ello, como Aristóteles
creyó poco en la filosofía de su preceptor (quizás observando
que era “copiada”); negó muchos de los preceptos platónicos
-principalmente los musicales y la Teoría de las Ideas-. Así
fue como Aristógenos bebió de esa “fuente errónea” que es
el Timeo y de los prejuicios aristotélicos; conformando una
escuela y tendencia armónica conocida como aristogénica (contraria
a la pitagórica). Cuyos preceptos indican que para hallar una
Escala, lo fundamental es el oído musical y otros conceptos
subjetivos (sin atender a leyes matemáticas o físicas). Tras
Aristarco y Aristóxeno, a partir del siglo IV a.C., surgieron
un sin fin de tratadistas musicales -como los que antes hemos
referidos: Ptolomeo, Pseudo-Plutarco, Arístides Quintiliano etc..-.
Todos, presentando una visión particular en cada método propio
armónico. Pese a ello, ninguno reparó en buscar los orígenes
primigenios en este arte de temperar en Grecia; ni menos, recabar
información sobre los temperamentos del antiguo Egipto o de
Babilonia (de donde procedía la ciencia armónica helena). Todo lo
que llevó a crear un sin fin de teorías grecorromanas, que en su
mayoría no son más que una multitud de ideas subjetivas, sometidas
al manierismo o modas de sus épocas.
.
Para
mostrar lo que decimos, vamos a tomar algunas palabras de Curt Sach,
donde este gran maestro advierte sobre el origen de la armonía
helena; escribiendo entorno a la música de Oriente Medio:
“Entre
los instrumentos principales, estaba el arpa (...) No sabríamos como
eran afinadas si no fuera por una sola palabra descubierta de una
fuente inesperada: “Antigüedades judías” de Flavio Josefo (...)
en la cual el arpa egipcia viene definida como organom trigonon
enarmonion usado por los arpistas del templo (hieropsaltai). El arpa
egipcia era por lo tanto enarmónica (...)
En una época más tardía los griegos separaron el semitono en dos
microtonos; pero esta variación “moderna” no es considerada en
los relatos de tradición milenaria de los templos griegos. En
consecuencia la escala era aproximadamente, La, Fa, Mi, Do, Si, (...)
Lo que significa que los egipcios tenían la misma escala arcaica que
los griegos consideraban como el género más antiguo (...) En cuanto
a la lira que aparece en Egipto en el siglo XV a.C. (…)
difícilmente puede suponerse que habían seguido el mismo género de
tercera mayor pentatónica. Josefo llamó explícitamente enarmónicas
a las arpas, más no a toda la música egipcia (...) No se duda en
asegurar que los antiguos arpistas e intérpretes de la lira debían
de afinar al oído, al igual que los modernos músicos en la
afinación del arpa, piano y órgano; y al oído, se aplica a las
tres medidas innatas: los intervalos de octava, quinta y cuarta.
Iniciando en una nota media que convenía” (58)
.
.
En
nuestra cita (59)
, recogemos otras ideas acerca de las afinaciones en Sumer y el
Egipto más antiguo, que expone Curt Sachs en su magnífica obra (ya
referida). De las que queremos recoger las siguientes frases: “dos
flautas egipcias halladas en una tumba del Imperio Medio (c. 2000
a.C.) (...)
tiene agujeros a ocho, nueve y diez doceavos (...) De la antigua
Sumer (c. 2700 a.C.) hay dos delgados oboes conservados en el Museo
de la Universidad de Filadelfia (…) aproximadamente en tonos
enteros”. Todo
lo que significa que en Sumer -hacia el 2700 a.C.- conocían el valor
del Tono y que en Egipto -durante el tercer milenio a.C.-, dominaban
la escala de doce notas. Pues la graduación de los agujeros en esas
flautas halladas junto al Nilo y fechadas hacia el 2000 a.C.,
coincide con los valores la de la Octava Pitagórica (y nuestra):
1/12. Todo lo que demostraría que Pitágoras aprendió el sistema de
afinar y templar escalas, durante su estancia en Tebas (hoy Luxor),
donde se sabe que se internó como sacerdote del templo de Ra (quizás
el de Karnak). Diciendo
los biógrafos del maestro de Samos, que durante su estancia en el
Nilo, fue secuestrado por los babilonios (hacia el año 525 a.C.)
cuando invadió Egipto, Cambises -hermano del rey del imperio
mesopotámico-. Tras
ello, sería llevado hasta la capital de Babilonia, donde también
estudiaría con los sacerdotes asirio-caldeos; para regresar años
después a su Samos Natal. Donde residió un tiempo; aunque al no ser
bien aceptadas sus teorías, marchó a Crotona (en el Sur de Italia)
para fundar la escuela Pitagórica.
SOBRE
Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Dos
imágenes en las que vemos que los cordofonos se podían afinar
empíricamete; sin necesidad de hacerlo de “oído”. Muchos
expertos en musicología afirman que el modo de templar las cuerdas
para las cítaras o liras helenas, era tener un buen oído;
“trasladando” los intervalos desde el monocordo a los cordófonos.
Logrando llevar esas Notas halladas en el monocordo, a las cítaras o
el formice. Pese
a ello, mi teoría demuestra que hasta un sordo podría llegar a
afinar los cordófonos. Debido a que una cuerda tensada en igual
tono, vibra cuando se hace sonar cerca otra con la misma tensión. Es
decir, si tañemos un monocordo afinado en MI, cuya caja está en
contacto con la de una lira. Conforme vamos tensando la clavija que
ajusta esa lira; al llegar a MI, la cuerda que afinamos finalmente
vibrará. Con gran movimiento si es un Mi en la misma Octava y con
uno menor, si es Mi en otra Escala. Igualmente, veremos que la cuerda
vibra levemente; si la nota que sonamos en el Monocordo, es Quinta o
Cuarta, de la que hay afinada en la lira. Por lo que cualquier músico
-hasta los muy inexpertos- podrían trasladar las notas desde un
Monocordo a cualquier cordófono; simplemente observando si sus
cuerdas entran en vibración alta (lo que significa que contiene una
misma Nota).
G
– 3) Final:
No
sabemos, ni jamás conoceremos, si Pitágoras fue realmente un
hombre del siglo VI a.C.; o si su vida recoge la biografía de varios
sabios de Samos, que viajaron hasta Egipto y Oriente Medio, con el
fin de aprender los fundamentos matemáticos y musicales de los
sacerdotes faraónicos y semitas. Sea como fuere, parecen reales los
datos biográficos de Pitágoras, cuando suponen que ingresó en un
templo de Egipto, como novicio y que salió de allí, al invadir
Cambises el Nilo. No solo cronológicamente e históricamente
verdaderos; sino también culturalmente, porque aquellos que entraban
a formar parte del clero faraónico no podían abandonar su casta,
ni dejar de obedecer a su jerarquía. Debiendo permanecer de por
vida en el templo y teniendo prohibido divulgar los secretos allí
aprendidos; estando castigado con pena capital la revelación de
dogmas sagrados y de ciencia (tanto como el abandono del recinto
sagrado). Ello justificaría que Pitágoras prohibiese a sus
discípulos escribir las teorías que promulgaba; tal como hizo
consigo mismo, sin dejar textos que los recogieran. Pero también
mostraría la historia del secuestro de Cambises, que pudiera el
samio salir de Egipto, con todos los secretos científicos y
artísticos; salvando la vida al ser heleno. Además, explicaría por
qué el sabio de Samos completó sus conocimientos entre los
sacerdotes asirio caldeos. Cuando Cambises trasladó a cientos de
sacerdotes y arquitectos desde el Nilo a Babilonia, para que
revelasen sus dogmas a las élites de Mesopotamia.
.
Es
posible que la historia de Pitágoras no sea del todo una biografía
y parte pertenezca a la leyenda. Pero de lo que no nos debe caber
duda es que los conocimientos que enseñaba la Escuela Pitagórica,
eran teorías egipcias o babilónicas. Unas ideas que los helenos no
llegaron a comprender del todo y que siquiera supieron recoger bien
en sus bibliotecas (quizás por falta de interés al considerarlas de
origen bárbaro -extranjero-). Del mismo modo, sucedió con las obras
de otros sabios samios, que habían estudiado en el Nilo. Como fue
-por ejemplo- las de Aristarco; que a comienzos del siglo III a.C. se
formó en Alejandría (donde -al parecer- dirigió la
Biblioteca). Quien hacia el 280 a.C. formuló una teoría -propia
o aprendida en la referida biblioteca-; en la que el Sol se situaba
en el centro de nuestro sistema. Proponiendo una idea
heliocéntrica, que se enfrentaba con lo enseñado por de Aristóteles
y a los dogmas de veneración del Sol que promulgaban los sacerdotes
helenos. Debido a ello, Aristarco de Samos fue considerado un impío
-tal como decía el propio Plutarco-; y su condición de “hereje”
entre los griegos le impidió regresar a su tierra natal, muriendo en
Alejandría. Así fue como se desestimó la teoría heliocéntrica
de Aristarco; promulgándose las de Aristóteles, que se seguirían
hasta después de Copérnico. Afirmando que la Tierra era el
centro del Universo, tal como demostró fervientemente Ptolomeo;
astrónomo y geógrafo que justificó el geocentrismo, con miles de
cálculos matemáticos erróneos (pero que casi nadie podía
comprender y menos aún rebatir).
.
En
este estado y con las teorías Aristotélicas como fundamentos
científico-filosóficos, se llegó a la Edad Moderna.
Pero tras caer Constantinopla (en el 1453 d.C.), transportaron hasta
Italia miles de libros procedentes de las antiguas bibliotecas de
Bizancio. Pudiendo
leer los sabios de las universidades italianas del Quatrocento, obras
hasta entonces desconocidas; como las de Aristarco de Samos. Que se
supone cayó en manos de Copérnico, mientras
estudiaba en Roma, Ferrara o Padua (entre 1500 y 1503) y siendo el
fundamento de su teoría. Modelo
heliocéntrico que luego defenderían Johannes Kepler y Galileo
Galilei; costando a este último el mismo trato que recibió
Aristarco, diecisiete siglos antes (acusados ambos de impíos o
herejes).
.
Por
su parte, algunos de “Los fragmentos”, salvados de la obra de
Filolao -recogidos por Gaffurio-; habían llegado a manos de Vicenzo
Galileo; laudista y tratadista musical, que fue el padre de Galileo.
Quien hacia 1570 planteó que las bases del pitagorismo eran
erróneas; demostrando experimentalmente que la extraña
historia recogida por Filolao no se ajustaba a ciencia. Pues
narraba que
Pitágoras
descubrió en una
herrería
cuatro martillos que al
golpearse
sonaban con intervalos de
Octava,
Quinta y Cuarta;
en
razón
de
que uno era al doble del otro y
los
dos restantes 3/2 y 4/3 del
primero.
Los biógrafos del samio, recogieron
que
tras ello, el sabio tensó con
esos
martillos cuatro cuerdas y que
guardarán
los mismos intervalos (de Octava, Quinta y Cuarta).
Pero Vicenzo
Galilei descubre que el
experimento pitagórico no estába
bien
descrito,
pues para que sea
así
la razón en el peso (masa) de
los
martillos ha de ser del
cubo
y
en
la de tensión de cuerda, ha de
ser
del cuadrado. Ambas proporciones, diferentes enter sí y distintas a
los valores cuando hallamos la Octava por distancias en cuerda (que
recordamos eran de
1/2;
3/2 y 4/3).
Así fue cómo hasta Vicenzo
Galilei
y después de casi 2.000 años; no se comprobaron dichos intevalos
pitagóricos. Además, el descubrimiento de la razón
del
cubo y cuadrado que el padre
de
Galileo encuentra al “recrear”
el
monocordio de Pitágoras; tendrá
una
gran importancia, pues
volverá
a relacionar la música con
el
Universo en base a la tensión
gravitatoria
proporcional al
cuadrado
y al cubo (como hizo
Johanes
Kepler)
(60)
.
.
Cuanto
hemos narrado en los párrafos anteriores demuestra que siquiera los
pitagóricos sabían describir las proporciones de intervalos en el
sistema que promulgaban. Todo lo que demuestra que esta fórmula
magistral para hallar las razones de la Octava había sido importada
a Grecia (en tiempos de Pitágoras o de Terpandro de Lesbos); pero
que muy pocos la conocieron en su significado y profundidad.
Tanto, que ni el mismo Filolao acierta al definir el modo de hallar
los intervalos; pues los martillos que él manifiesta, escuchó y
midió Pitágoras, no pudieron graduarse en razón al doble de peso,
sino al cubo de su masa. Esta
es la historia de los temperamentos y de la ciencia; en Grecia y en
Occidente. Una historia que en ocasiones fue tétrica; pues se
fundamentó en rechazar verdades absolutamente comprobables
(como la teoría heliocéntrica de Aristarco). Mientras
se aceptaban fórmulas como el geocentrismo de Aristóteles,
considerándolo irrefutable; al igual que el modelo de Ptolomeo -con
el globo terráqueo gravitando en medio y todos los planetas-.
.
Estas
teorías totalmente erróneas
-fueran aristotélicas o ptolomáicas-, se
consideraron durante miles de años, verdades absolutas. Del mismo
modo que se estudiaban y promovían como dogmas, infinidad de
sistemas para hallar la Escala musical, propuestas por los sabios
admitidos. Olvidando los sistemas atribuidos a Terpandro y a
Pitágoras; que eran los únicos métodos conocidos en la antigüedad
para templar una Octava, matemáticamente justos y filosóficamente
explicables. Fórmulas
de hallar las Notas que los maestros griegos heredaron -o bien
importaron- desde Oriente Medio y del Nilo. Por cuanto fueron
desestimados por los griegos, seguramente al sentirse superiores al
resto de países vecinos, durante su etapa helenística; deseando
crear su propia ciencia y su sistema original armónico. Desechando
los temperamentos enarmónicos y pitagóricos venidos de culturas
milenarias -al considerarlos bárbaros-; pasando así a inventar
cientos de métodos originales (pero sin base matemática, física o
estética comprobable). Lo mismo sucedió con los teóricos romanos,
que en época imperial escribieron numerosos tratados musicales; cuya
esencia armónica es tan pobre, como incomprensible.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Al
lado, contraportada del libro de
Franchino Gaffurio “De harmonia musicorum instrumentorum opus”
(1518). Este tratadista, experto en música y matemática fue amigo y
asesor de Vicenzo Galilei. Gracias a él, el padre de Galileo pudo
estudiar la relación pitagórica de las Octavas; dándose cuenta de
que o que narraba Filolao era erróneo.
Pues en una cuerda, la sucesión de Octava es de ½ y de Quinta ¾ ;
pero en una superficie bidimensional y plana (como un platillo de
metal) la relación era del cuadrado y de ¾ al cuadrado. Mientras en
un objeto sólido tridimensional (como un martillo) la relación de
la Octava es igual al cubo y la Quinta (¾) elevada al cubo. Abajo,
xilografía publicada en el libro de Gaffurio antes mencionado (De
Harmnia...) donde se representa el hallazgo de las Octavas a través
de martillos. Figura el
nombre de Tubalcaín junto a los herreros que baten los yunques;
porque La Biblia supone la invención de las armas y de los metales a
este Tubal, hijo de Caín.
H)
TEORÍA PERSONAL SOBRE LOS MODOS Y TONOS; LAS VERDERAS ESCALAS
MUSICALES EN LA ANTIGUA GRECIA
.
H
– 1) Ética y estética:
Comenzamos
este último capítulo refiriendo un breve comentario a la “verdad
moral” en el arte. Pues vivimos una etapa “posmoderna” donde el
concepto de verdad tan solo sirve para fórmulas científicas;
considerando que en las humanidades, todo vale. Debido a ello,
actualmente es posible oír y leer que no hay valores absolutos en la
música; un hecho que repite nuestro posmodernismo, pero que ya
proclamaban los “ismos” -a comienzos del pasado siglo-.
Sobre todo, teorías como las futuristas, que lideró Marinetti hacia
1910; “pensador” del fascismo y que manifestaba: “el
rechazo frontal hacia el pasado y sus tradiciones; en busca de un
arte anticlasicista mirando al futuro” (…) Porque
(...)
“el
esplendor del mundo se ha enriquecido con una belleza nueva; la
belleza de la velocidad. Un automóvil de carreras (...) es más
hermoso que la Victoria de Samotracia”
(61)
.
.
Las
frases anteriores, no solo demuestran que Marinetti era un hortera;
un ignorante, que despreciaba la cultura y el Mundo Antiguo.
Considerándolos por debajo del automovilismo y del diseño;
disciplinas que también tienen gran importancia, pero que no deben
compararse con la estatuaria griega. Pero además, “el manifiesto
futurista” muestra cómo este idiota de la filosofía, no
distinguía entre la belleza de un coche (que la tiene) y la suma
estética de una de las esculturas más sublimes e importantes, de
nuestra civilización. Ello es como aquel que no diferencia entre la
vida de un animal y la de un hombre; incluso es comparable con el que
no sabe valorar siquiera el significado de cuidar una mascota, y a la
necesidad de comer carne o pescado (para alimentarse debidamente).
Pues en la vida existe una escala de valores y de Derechos, a lo que
se denomina “ética”; ya que no es igual comer un mejillón o un
filete de ternera, que cocinar a los perros o ingerir carne humana...
.
.
Pero
hay quienes afirman que toda nueva ley y nuevo pensamiento, es
bueno; por ser moderno (aunque sea una aberración). Trasladando
estos principios sobre todo al arte. Donde desde hace más de cien
años impera la teoría de que cualquier “invento” o innovación
es buena y es malo cualquier regreso al mundo clásico. Así es
se admite “que todo es comparable”; intentando demostrar que es
tan importante la música Pop y Rock, como la clásica, la barroca o
la renacentista. Ello sin tener en cuenta la decantación que los
siglos realizan (conservando lo mejor de cada época); ni la
diferencia de mérito en los estilos y formas. Pero sobre todo, sin
un criterio ético, tal como sucede con muchos casos en nuestra
Sociedad; donde un médico o un investigador recibe un sueldo
medio, mientras los deportistas, actores y cantantes, ganan
cantidades desorbitadas... . Pues sin negar el valor de la música
Pop y Rock, que en muchos casos es preciosa y constituye un hito en
el mundo del arte; ello no puede llevarnos a comparar a los Beatles
con Bach -tal como se hace comúnmente-. Ya que esta comparativa es
una valuación contra toda ética (histórica, artística y
cultural).
.
Regresando
al tema que analizamos; de un mismo modo, no deberíamos considerar
que toda Escala o fórmula para hallar las Notas, sea aceptable y
tenga un igual valor. Un hecho que demuestra la Historia e incluso el
sentido común; cuando escuchamos melodías interpretadas con esas
Octavas irregulares (existentes en músicas orientales, árabes,
indias, persas etc). Siquiera pudiendo distinguir bien sus frases
musicales. Para que entendamos bien lo que expongo -y como
ejemplo-, diremos que esto es lo que sucede en el Flamenco, con la
guitarra y el “cante” (sobre todo el “jondo”). Pues la
guitarra está perfectamente equilibrada conforme a la Escala moderna
(Igual Temperada); mientras los “cantaores” siguen criterios de
temperamentos muy antiguos (milenarios, propios y sobre todo venidos
de Oriente Medio -introduciendo microtonos-). Lo que obliga a una
atención o una educación especial, para poder comprender sus frases
musicales. Muy por el contrario; la guitarra se regula en las Octavas
modernas exactas y por ello el Flamenco interpretado en este
instrumento es una de las más maravillosas artes. De este modo, una
igual música tocada conforme a una Escala regulada, es bellísima;
pero interpretada con Octavas “irregulares”, se nos hace
incomprensible (por no decir antiestética). Y aunque la opinión
pública siga venerando a los “cantaores” -a quienes sitúan muy
por encima de los “tocaores”-; la guitarra Flamenca está muy por
encima del “cante”. Pues, como decimos, no todo es comparable, ni
tiene igual valuación (conforme a criterios de cultura, estética,
ciencia, conocimientos y mérito).
JUNTO
ESTE PÁRRAFO: Al
lado, cartel publicitario de
las elecciones italianas hace unos cien años, con
la efigie de Filippo Marinetti.
Fue el creador del movimiento futurista (en 1909) y diez años más
tarde, unificó su grupo al partido de Mussolini. Se
le considera el “padre filosófico del fascismo” y sus teorías
sobre estética y arte son tan deleznables como inmorales. Su falta
de ética se demuestra en una total carencia de valores estéticos;
proclamando que un automóvil de carreras era más bello que la
“Victoria de Samotracia”. Fue
partidario de suprimir los museos, olvidar todo estudio del mundo
clásico, erradicar la religión, cerrar bibliotecas, acabar con la
familia convencional y hasta con el matrimonio.
Muchos
de estos principios radicales que seguía Marinetti; eran pautas muy
valoradas por algunos artistas e intelectuales a comienzos del siglo
XX, que proclamaban acabar con al Mundo Clásico. Considerando toda
tradición o estudio del pasado, una regresión y un “clasismo”;
aunando los conceptos de “clase” y “clásico”.
Entre quienes apoyaban este tipo de aberraciones, estaba el mismo
Dalí; que en el manifiesto del “Grog” proclamaba que había de
derribarse el barrio gótico de Barcelona. Aunque la lista de
intelectuales y artistas de principios del XX, que apoyaron estas
ideologías histriónicas, sería interminable (pues una gran mayoría
se sumaron al comunismo, al fascismo, al nazional-socialismo y a los
“ismos” artísticos más radicales).
AL
LADO: Edición
de LO BELLO Y LO SUBLIME, de Immanuel Kant; un filósofo alemán que
podemos considerar “las antípodas” de Marinetti. En esta obra,
Kant analiza magistralmente los valores del arte, basándose en las
categorías: Belleza y sublimidad. Mostrando que lo bello es
estético;
como puede ser un paisaje un día de buen tiempo.
Pero lo sublime se relaciona con sentimientos interiores erradicados
en sensaciones tan extrañas como el miedo o la incertidumbre. De
este modo, aquel mismo paisaje, si lo observamos durante una tormenta
en el atardecer; puede convertirse en una imagen sublime (al
despertar en nosotros sentimientos de incertidumbre y hasta de
miedo). Kant,
es el ejemplo de filósofo auténtico y veraz; cuyas teorías
promueven el bien. Tanto es así, que una de sus obras más conocidas
fue “LA PAZ PERPETUA”;
una utopía sobre las teorías para lograr que cese de la guerra.
Tristemente,
tras él llegó Hegel, que
carecía de todo conocimiento verdadero (como dijo Schopenhauer) y
fomentó principalmente principios sobre el pangermanismo o la
confrontación.
Fue tal la ignorancia de Hegel, que su tesis doctoral fue un opúsculo
intentando demostrar que las ideas de Newton y la Ley de los Graves,
eran falsas. Con este “libelo” ganó el título de doctor, pese a
que en su tesis podremos ver que carecía de todo conocimiento
profundo sobre física astronómica y menos de mecánica celeste.
Pero como se oponía a las teorías de un inglés, fue laureado y
aplaudido. Tras ello, tomó la cátedra de filosofía, generando un
movimiento de terribles consecuencias; dictaminando
en su “dialéctica” que para toda evolución y mejora, ha de
haber enfrentamiento. Planteando que sin la lucha -entre tesis y
antítesis-, no llegaremos nunca a una síntesis;
sistema que he logrado rebatir en mi artículo: HEGEL,
TESIS Y ANTÍTESIS; SÍNTESIS Y ANTISÍNTESIS (una nueva teoría,
sobre la dialéctica) (62)
.
.
H
– 2) Los verdaderos temperamentos en la Antigüedad:
Como
hemos repetido; en Grecia y Roma, establecieron infinidad de
formas para templar las cuerdas y de afinar instrumentos. Pero tan
solo podemos dar como válidas aquellas que tienen un fundamento
físico, matemático y filosófico. Lo que tan solo sucede con las
fórmulas atribuidas a Terpandro (Enarmónicas) o a Pitágoras; que
se basaron en hallar Escalas por Quintas o por Cuartas
(dividiendo la cuerda en ½ y tras ello, multiplicando o dividiéndola
sucesivamente por ¾).
.
A
continuación recogemos las Octavas y Los Modos que hallamos en estas
distintas fórmulas de temperar; basadas en ½ (Quintas o Cuartas).
Lo haremos siempre tomando como distancia inicial y de referencia;
una cuerda con 660 mm. de longitud y que tocada al aire suene como
nuestro MI.
.
ESCALA
DIATÓNICA:
Multipliquemos
el Tono inicial (MI) por (1/2+1/4) de cada nota.
Mi
Nota1ª = 660 mm. ….................................. Mi2 660/2 =
330 mm.
Nota2ª
= (660 · ¾) = 495 mm. ….................... Nota2ªb = 495/2 =
247,5 mm.
Nota3ª
= (495 · ¾) = 371,25 mm …................. Nota 3ªb= (371,25/2)
= 185,625 mm.
Nota4ª
= (371,25 · ¾) = 278,43 mm. …........... Nota 4ªa = (278,43 ·
2) = 556,875 mm.
Nota5ª
= (556,87 · ¾) = 417,65 mm. …........... Nota 5ªb = (417,65 ·
2) = 208,82 mm.
Nota6ª
= (417,65 · ¾) = 313,24 mm. …........... Nota 6ªa = (313,24 ·
2) = 626,484 mm.
Nota7ª
= (626,48 · ¾) = 469,863 mm. …......... Nota7ªb = (469,86/2) =
234,931 mm.
.
Ahora
ordenemos estas siete Notas (dobles), que hemos encontrado y veremos
que partiendo de “Mi” hemos hallado las siguientes:
“MI”
- “LA” - “RE” - “SOL”
- “DO” - “FA” - “LA#”
Cuyos
valores son:
Mi
1ª = 660 mm. …......................................... Mi2 660/2
= 330 mm.
LA
= (660 · ¾) = 495 mm. ….......................... LAb = 495/2 =
247,5 mm.
RE
= (495 · ¾) = 371,25 mm …...................... REb= (371,25/2) =
185,625 mm.
SOL
= (371,25 · ¾) = 278,43 mm. ….............. SOLa = (278,43 · 2)
= 556,875 mm.
DOa
= (556,87 · ¾) = 417,65 mm. ….............. DOb = (417,65 · 2) =
208,82 mm.
FAa
= (417,65 · ¾) = 313,24 mm. …................ FAb = (313,24 · 2)
= 626,484 mm.
LA#a
= (626,48 · ¾) = 469,863 mm. …............ LA#b = (469,86/2) =
234,931 mm.
Así
obtenemos una escala diatónica (de siete primeras notas). Pero
observaremos que la séptima es una LA# no es la última nota, pues
al ordenarlas, queda la escala muy descompensada; ya que la Octava es
de MI, FA, SOL, LA, LA#, DO, RE, MI:
Mi
1ª = 660 mm. ….................. Mi2 660/2 = 330 mm.
FAa
= 626,484 mm …................FAb = (313,24 · 2)
SOLa
= 556,875 mm. …........... SOLb = 278,43 mm
LA
= 495 mm. …....................... LAb = 247,5 mm.
LA#a
= 469,863 mm. …............ LA#b = 234,931 mm.
DOa
= 417,65 mm. …............... DOb = 208,82 mm.
RE
= 371,25 mm ….................. REb = 185,625 mm.
Mi2
660/2 = 330 mm.
Es
decir, que la anterior Octava tiene ½ Tono entre MI y FA; entre el
FA, SOL, LA hay un tono en cada caso; luego viene el LA# a medio tono
del LA y pasa del LA# al DO, que está un Tono más alto. Finamente
llega al RE, a un tono del DO y termina regresando al MI, a un tono
del RE.
Esta
escala diatónica primera tendría los siguientes valores:
½
; 1 ; 1 ; 1 ; ½ ; 1 ; 1
Por
lo que si la comenzásemos en RE, o bien en SOL, tendría los mismos
intervalos que la Diatónica nuestra (las Notas blancas del piano):
1 ;
1 ; ½ ; 1 ; 1 ; 1 ; ½
.
Consecuentemente,
si trasladamos estas Notas a las cuerdas griegas de un octacordio
quedarían:
-
Nete …............... Mi = 660 mm.
-
Paranete …........ FA = 626,484 mm
-
Trite …................ SOL = 556,875 mm.
-
Paramese …....... LA = 495 mm.
-
Mese ….......….... LA# = 469,863 mm.
-
Lícano …............. DO = 417,65 mm.
-
Parípate ….......... RE = 371,25 mm.
-
Hípate …............. Mi = 330 mm.
LOS
MODOS EN ESTA ESCALA DIATÓNICA
Consideramos
“Modos”, no solo a comenzar en una Nota alternativa cada Escala
modal o tonal. Sino, hacerlo conforme al orden en que aparecen las
notas (para que la lira quede afinada por Quintas). De ello y como
sabemos que la sucesión de notas obtenidas al templar la Escala
Diatónica ha sido la siguiente:
“MI”
- “LA” - “RE” - “SOL” -
“DO” - “FA” - “LA#”
LOS
MODOS (a mi modo de ver) SERÁN ESTOS:
-Modo
Dórico: “MI” - “LA” - “RE” - “SOL” - “DO” -
“FA” - “LA#” - “MI”
-Modo
Frigio: “FA” - “LA#” - “MI” - “LA” - “RE” -
“SOL” - “DO” - “FA”
-Modo
Lidio: “SOL” - “DO” - “FA” - “LA#” - “MI” -
“LA” - “RE” - “SOL”
-Modo
Mixolidio: “LA” - “RE” - “SOL” - “DO” - “FA” -
“LA#” - “MI” - “LA”
-Modo
Hipodórico: “LA#” - “MI” - “LA” - “RE” - “SOL”
- “DO” - “FA” - “LA#”
-Modo
Hipofrigio: “DO” - “FA” - “LA#” - “MI” - “LA”
- “RE” - “SOL” - “DO”
-Modo
Hipolidio: “RE” - “SOL” - “DO”- “FA” - “LA#” -
“MI” - “LA” - “RE”
-Modo
Hipoixolidio:“MI2” - “LA2”
- “RE2” - “SOL2”
- “DO2” - “FA2”
- “LA#2” - “MI2”
SOBRE
Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Los
Modos desarrollados desde una escala diatónica, tal como antes hemos
recogido. En imágenes podemos ver cómo afinaría una cítara de
ocho cuerdas, con la Escala Modal armónica (en cada caso). El orden
de las notas, permitiría “arpegios” y “rasgueos” melódicos;
ya que las cuerdas van proporcionadas y ordenadas en Notas reguladas
por Quintas.
H
– 3) Los Modos en la Escala cromática Pitagórica:
Ya
hemos visto el concepto de Modo heleno, que personalmente considero.
El generalmente aceptado se acerca a nuestro valor de “tonalidad”;
pero no lo vemos unido al sistema de afinación y transporte de Notas
que precisaban los griegos. Quienes templaban las cuerdas desde un
sistema mecánico de longitudes acústicas, llevándolas a una lira.
Afinándola armónicamente para acompañar el canto y trasladando los
intervalos desde el monocordo.
A
continuación, vamos a exponer lo que creo eran los Modos en la
Escala Pitagórica (cromática):
.
ESCALA
CROMÁTICA PITAGÓRICA:
Para
hallarla, multipliquemos el Tono inicial (MI= 660) por (1/2+1/4) once
veces.
Mi
Nota1ª = 660 mm. ….................................. Mi2 660/2 =
330 mm.
Nota2ª
= (660 · ¾) = 495 mm. ….................... Nota2ªb = 495/2 =
247,5 mm.
Nota3ª
= (495 · ¾) = 371,25 mm …................. Nota 3ªb= (371,25/2)
= 185,625 mm.
Nota4ª
= (371,25 · ¾) = 278,43 mm. …........... Nota 4ªa = (278,43 ·
2) = 556,875 mm.
Nota5ª
= (556,87 · ¾) = 417,65 mm. …........... Nota 5ªb = (417,65 ·
2) = 208,82 mm.
Nota6ª
= (417,65 · ¾) = 313,24 mm. …........... Nota 6ªa = (313,24 ·
2) = 626,484 mm.
Nota7ª
= (626,48 · ¾) = 469,863 mm. …......... Nota7ªb = (469,86/2) =
234,931 mm.
Nota8ª
= (469,86 · ¾) = 352,397 mm. …......... Nota 8ªb = (352,39/2) =
176,198 mm.
Nota9ªb
= (352,39 · ¾ ) = 264,29 mm. …........ Nota 9ªa = (264,29 · 2)
= 528,59 mm.
Nota10ªa
= (528,596 · ¾) = 396,447 mm. ….. Nota10ªb = (396,44/2) =
198,223 mm.
Nota11ªa
= (396,44 · 2 · ¾) = 594,67 mm. ….. Nota11ªb = (594,67/2) =
297,335 mm.
Nota
12ªa= (594,67 · ¾) = 446,003 mm. …..... Nota12ªb = (446/2) =
223 mm
Mi2
660/2 = 330 mm.
.
Ordenemos
las longitudes obtenidas, de mayor a menor y veremos que son:
Mi
Nota1ª = 660 mm. ….................................. Mi2 660/2 =
330 mm.
Nota
6ªa = 626,484 mm. …............................. Nota6ªb =
313,24 mm.
Nota11ªa
= 594,67 mm. …................................Nota11ªb= 297,335
mm.
Nota
4ªa = 556,875 mm. …...............................Nota4ª = 278,43
mm.
Nota
9ªa = 528,59 mm. ….................................Nota9ªb =
264,29 mm.
Nota2ª
= 495 mm. ….........................................Nota2ªb =
247,5 mm.
Nota
12ªa= 446,003 mm. …............................. Nota12ªb = 223
mm
Nota7ª
= 469,863 mm. …..................................Nota7ªb = 234,931
mm.
Nota5ª
= 417,65 mm. …....................................Nota 5ªb =
208,82 mm.
Nota10ªa
= 396,447 mm. …..............................Nota10ªb= 198,223 mm.
Nota3ª
= 371,25 mm ….................................... Nota 3ªb=
185,625 mm.
Nota8ª
= 352,397 mm. …..................................Nota 8ªb =
176,198 mm.
Mi2
660/2 = 330 mm.........................................Mi3 (330/2) =
185
.
PONGAMOS
NUESTROS NOMBRES A LAS NOTAS (intervalos) OBTENIDAS:
MI
Nota1ª = 660 mm.
…....................................... Mi2 660/2 = 330 mm.
FA
Nota 6ªa = 626,484 mm.
…..............................Nota6ªb = 313,24 mm.
FA#
Nota11ªa = 594,67 mm.
…..............................Nota11ªb= 297,335 mm.
SOL
Nota 4ªa = 556,875 mm. …............................Nota4ª =
278,43 mm.
SOL#
Nota 9ªa = 528,59 mm.
…............................Nota9ªb = 264,29 mm.
LA
Nota2ª = 495 mm. ….........................................Nota2ªb
= 247,5 mm.
LA#
Nota 12ªa= 446,003 mm. ….......................... Nota12ªb = 223
mm
SI
Nota7ª = 469,863 mm. …..................................Nota7ªb =
234,931 mm.
DO
Nota5ª = 417,65 mm. …..................................Nota 5ªb =
208,82 mm.
DO#
Nota10ªa = 396,447 mm.
…..........................Nota10ªb= 198,223 mm.
RE
Nota3ª = 371,25 mm …...................................
Nota 3ªb= 185,625 mm.
RE#
Nota8ª = 352,397 mm. …...............................Nota 8ªb =
176,198 mm.
MI2
660/2 = 330 mm...............................................Mi3
(330/2) = 185 mm.
.
Por
lo que se deduce que tras multiplicar la distancia inicial de la
cuerda -una vez por ½ y once
veces por (½ + ¼)-; se obtienen por Quintas las doce
Notas en el siguiente orden (si damos el valor Mi a la longitud
total).
MI
- LA - RE - SOL - DO - FA -
LA# - RE# - SOL# - DO# - FA# - SI
“Mi2”
- “LA2” - “RE2” - “SOL2” - “DO2” - “FA2”
- “LA#2” - “RE#2” - “SOL#2” - “DO#2” - “FA#2” -
“SI2” - “MI3”
.
LOS
MODOS EN ESCALA CROMÁTICA PITAGÓRICA:
Ahora
vamos a explicar lo que a mi juicio eran los Modos; nacidos de la
obligación que generaba afinar los pobres cordófonos, que manejaban
los helenos.
Instrumentos, en su mayoría sin mástil -ni menos trastes-, que
solían tener cinco o siete cuerdas (según fuera un formix o una
lira). Así pues, para templar
de manera armónica estos instrumentos; debían usar un método
nacido de respetar el orden en que surgen las Notas, al buscarlas por
Quintas.
Es decir, que debían templar siempre respetando ese orden que hemos
dicho era MI -
LA - RE - SOL - DO - FA - LA# - RE# - SOL# - DO# - FA# - SI
.
Consecuentemente,
a mi juicio, los modos eran los siguientes:
-Modo
1º: “MI” - “LA” - “RE”
- “SOL” - “DO” - “FA” - “LA#” - “RE#” - “SOL#”
- “DO#” - “FA#” - “SI”
-Modo
2º: “LA” - “RE” - “SOL” - “DO” -
“FA” - “LA#” - “RE#” - “SOL#” - “DO#” - “FA#”
- “SI” - “MI”
-Modo
3º: “RE” - “SOL” - “DO” - “FA” -
“LA#” - “RE#” - “SOL#” - “DO#” - “FA#” - “SI”
- “MI” - “LA”
-Modo
4º: “SOL” - “DO” - “FA” - “LA#” -
“RE#” - “SOL#” - “DO#” - “FA#” - “SI” - “MI”
- “LA” - “RE”
-Modo
5º: “DO” - “FA” - “LA#” - “RE#” -
“SOL#” - “DO#” - “FA#” - “SI” - “MI” - “LA” -
“RE” - “SOL”
-Modo
6º: “FA”
- “LA#” - “RE#” - “SOL#” - “DO#” - “FA#” - “SI”
- “MI” - “LA” - “RE” - “SOL” - “DO”
-Modo
7º: “LA#” - “RE#” - “SOL#” - “DO#”
- “FA#” - “SI” - “MI” - “LA” - “RE” - “SOL” -
“DO” - “FA”
-Modo
8º: “RE#” - “SOL#” - “DO#” - “FA#”
- “SI” - “MI” - “LA” - “RE” - “SOL” - “DO” -
“FA” - “LA#”
-Modo
9º: “SOL#” - “DO#” - “FA#” - “SI” -
“MI” - “LA” - “RE” - “SOL” - “DO” - “FA” -
“LA#” - “RE”
-Modo
10º: “DO#” - “FA#” - “SI” - “MI” -
“LA” - “RE” - “SOL” - “DO” - “FA” - “LA#” -
“RE” - “SOL#”
-Modo
11º: “FA#”
- “SI” - “MI” - “LA” - “RE” - “SOL” - “DO” -
“FA” - “LA#” - “RE” - “SOL#” - “DO”
-Modo
12º: “SI” - “MI” - “LA” - “RE” -
“SOL” - “DO” - “FA” - “LA#” - “RE” - “SOL#” -
“DO” - “FA#”
.
Después
podremos denominar los Modos de distintas formas; aunque su nombre
sería un problema de menor importancia. Pues lo relevante es
saber que -a mi juicio-, hubo inicialmente doce Modos (uno por
cada nota de inicio). Siendo su uso, afinar las cuerdas conforme al
Tono en que cantaba el que se ayudaba con ese instrumento.
Tan
solo como ejemplo, hemos diferenciado los Modos, atendiendo a ciertas
pautas generales para nominarlos (aunque, no sabremos nunca qué
nombre realmente tenían):
-Modo
Dórico: Comienza por MI
-Modo
Frigio: Comienza por FA
-Modo
Mixofrigio: Comienza por FA#
-Modo
Lidio: Comienza por SOL
-Modo
Hipomixodrio: Comienza por SOL#
-Modo
Mixolidio: Comienza por LA
-Modo
Mixodórico: Comienza por LA#
-Modo
Hipodórico: Comienza por SI
-Modo
Hipofrigio: Comienza por DO
-Modo
Hipomixodórico: Comienza por DO#
-Modo
Hipolidio: Comienza por RE
-Modo
Hipomixolidio: Comienza por RE#
SOBRE
Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Los
doce Modos desarrollados desde una Escala pitagórica, que antes
hemos explicado. En imágenes
podemos ver cómo afinaría una cítara de trece cuerdas, con la
Escala Modal armónica (en cada caso).
El orden de las notas, permitiría “arpegios” y “rasgueos”
melódicos; ya que las cuerdas van proporcionadas y ordenadas en
Notas reguladas por Quintas.
..
BAJO
ESTE PÁRRAFO: Los últimos
cuatro Modos de una Escala pitagórica.
H
– 4) Los Modos en la Escala Enarmónica:
Se
atribuye la creación de este Temperamento a Terpandro de Lesbos
(citarista del siglo VII a.C.). También se considera que este
músico inventó el heptacordio; aunque veremos liras de siete o más
cuerdas, representadas desde el tercer milenio a.C. -principalmente
en Oriente Medio, Mesopotamia y en Egipto-. Incluso en estelas
tartessias de la Iberia cercana al 700 a.C., aparecen cítaras al
menos con nueve cuerdas (tal como las ha reconstruido Angel Román).
Debido a ello, hemos de considerar que la creación del sistema
enarmónico a manos de Terpandro, es una leyenda griega. Pues la
música helena y sus afinaciones, fueron heredadas desde Creta y
Micenas -tal como recogimos anteriormente resumiendo estudios de
Curt Sachs, junto a numerosos investigadores-. Siendo esa
armónica, un conocimiento conservado en las islas y costas jonias o
cicládicas; trasmitido desde culturas milenarias, que las hicieron
llegar a Creta, Anatolia o al Egeo (al menos en el segundo milenio
a.C.).
.
En lo que se refiere al temperamento Enarmónico, hemos de anotar que era más complejo que el cromático por Quintas (antes mostrado). Pues es mucho más sencillo el que se considera importado por Pitágoras -cien años posterior a Terpandro-; precisando tan solo multiplicar la Nota inicial por ½ y por (½ + ½ = ¾). Mientras el Enarmónico, además de hallar la media, dividiendo por ½; debe multiplicar el Tono inicial cinco veces por ¾ y dividir luego seis veces por ¾ (lo que es igual a multiplicar en cinco ocasiones por ¾ y en otras seis por 4/3). Quedando en el sistema Enarmónico, el Tono Inicial en el centro; hallando cinco Quintas ascendentes con las notas Naturales (Mi, La, Re, Sol, Do, Fa); para luego encontrar seis cuartas descendentes que son los semitonos (Si, La#, Re#, Sol#, Do#, Fa#).
En lo que se refiere al temperamento Enarmónico, hemos de anotar que era más complejo que el cromático por Quintas (antes mostrado). Pues es mucho más sencillo el que se considera importado por Pitágoras -cien años posterior a Terpandro-; precisando tan solo multiplicar la Nota inicial por ½ y por (½ + ½ = ¾). Mientras el Enarmónico, además de hallar la media, dividiendo por ½; debe multiplicar el Tono inicial cinco veces por ¾ y dividir luego seis veces por ¾ (lo que es igual a multiplicar en cinco ocasiones por ¾ y en otras seis por 4/3). Quedando en el sistema Enarmónico, el Tono Inicial en el centro; hallando cinco Quintas ascendentes con las notas Naturales (Mi, La, Re, Sol, Do, Fa); para luego encontrar seis cuartas descendentes que son los semitonos (Si, La#, Re#, Sol#, Do#, Fa#).
.
ESCALA
ENÁRMÓNICA:
Como
hemos explicado; para hallarla, multipliquemos el Tono inicial (MI=
660) por (1/2+1/4) cinco veces para obtener las Notas Naturales (LA,
RE, SOL, DO, FA). Luego se divide el Tono inicial seis veces por
(1/2+1/4); para llegar a los seis semitonos (SI, LA#, RE#, SOL#,
DO#, FA# -SI, junto a las teclas negras del Piano-).
El
proceso es el siguiente:
Mi
Nota1ª = 660 mm. ….................................. Mi2 660/2 =
330 mm.
Nota2ª
= (660 · ¾) = 495 mm. ….................... Nota2ªb = 495/2 =
247,5 mm.
Nota3ª
= (495 · ¾) = 371,25 mm …................. Nota 3ªb= (371,25/2)
= 185,625 mm.
Nota4ª
= (371,25 · ¾) = 278,43 mm. …........... Nota 4ªa = (278,43 ·
2) = 556,875 mm.
Nota5ª
= (556,87 · ¾) = 417,65 mm. …............ Nota 5ªb = (417,65 ·
2) = 208,82 mm.
Nota6ªb
= (417,65 · ¾) = 313,24 mm. ….......... Nota 6ªa = (313,24 · 2)
= 626,484 mm.
Nota7ª
= MI·4/3 (330·4/3 ) = 440 mm. …......... Nota7ªb = (440/2) =
220 mm.
Nota8ª
= (440·4/3) = 586,66... mm. ….............. Nota8ªb = (586,66...
/2) = 293,33… mm.
Nota9ª
= (586,66...· 4/3) : 2 = 391,11...mm. ….. Nota9ªb = (391,11.../2)
= 195,55... mm.
Nota10ª
= (391,11...· 4/3) = 521,48...mm. …..... Nota10ªb =
(521,481.../2) = 260,74... mm.
Nota11ª
= (521,48...·4/3) : 2 = 347,65...mm. …. Nota11ªb = (347,65.../2)
= 173,82 mm.
Nota12ª
= (327,65...·4/3) = 463,53... mm. …..... Nota12b = (463,53/2) =
231,769 mm.
Mi2
660/2 = 330 mm.
.
Las
distancias que se han obtenido -enarmónicamente- son:
Mi
Nota1ª = 660 mm. …............... Mi2 660/2 = 330 mm.
Nota2ª
= 495 mm. ….................... Nota2ªb = 247,5 mm.
Nota3ª
= 371,25 mm …................. Nota 3ªb= 185,625 mm.
Nota4ª
= 556,875 mm. …...........Nota4ªb = 278,43 mm.
Nota5ª
= 417,65 mm. …................ Nota 5ªb = 208,82 mm.
Nota
6ªa = 626,484 mm.…............ Nota6ª = 313,24 mm.
Nota7ª
= 440 mm. ….................... Nota7ªb = 220 mm.
Nota8ª
= 586,66... mm. …..............Nota8ªb = 293,33… mm.
Nota9ª
= 391,11...mm. …...............Nota9ªb = 195,55... mm.
Nota10ª
= 521,48...mm. …............Nota10ªb = 260,74... mm.
Nota11ª
= 347,65...mm. ….............Nota11ªb= 173,82 mm
Nota12ª
= 463,53... mm. …............Nota12b = 231,769 mm.
Nota13ª
= Mi2 660/2 = 330 mm.
.
Ordenemos
estas longitudes de mayor a menor:
Mi
Nota1ª = 660 mm. …............... Mi2 660/2 = 330 mm.
Nota6ªa
= 626,484 mm.…............. Nota6ª = 313,24 mm.
Nota8ª
= 586,66... mm. …..............Nota8ªb = 293,33… mm.
Nota4ª
= 556,875 mm. …..............Nota4ªb = 278,43 mm.
Nota10ª
= 521,48...mm. …............Nota10ªb = 260,74... mm.
Nota2ª
= 495 mm. ….................... Nota2ªb = 247,5 mm.
Nota12ª
= 463,53... mm. …............Nota12b = 231,769 mm.
Nota7ª
= 440 mm. ….................... Nota7ªb = 220 mm.
Nota5ª
= 417,65 mm. …................ Nota 5ªb = 208,82 mm.
Nota9ª
= 391,11...mm. …...............Nota9ªb = 195,55... mm.
Nota3ª
= 371,25 mm …................. Nota 3ªb= 185,625 mm.
Nota11ª
= 347,65...mm. ….............Nota11ªb= 173,82 mm
Nota13ª
= Mi2 660/2 = 330 mm.
.
Pongamos
los nombres de nuestras Notas a las longitudes halladas:
MI
Nota1ª = 660 mm. …................... Mi2 660/2 = 330 mm.
FA
Nota6ªa = 626,484 mm.….............Nota6ª = 313,24 mm.
FA#
Nota8ª = 586,66... mm. …..............Nota8ªb =
293,33… mm.
SOL
Nota4ª = 556,875 mm. …..............Nota4ªb = 278,43 mm.
SOL#
Nota10ª = 521,48...mm. …............Nota10ªb =
260,74... mm.
LA
Nota2ª = 495 mm. ….................... Nota2ªb = 247,5 mm.
LA#
Nota12ª = 463,53... mm. …............Nota12b = 231,769 mm.
SI
Nota7ª = 440 mm. ….................... Nota7ªb = 220
mm.
DO
Nota5ª = 417,65 mm. …................ Nota 5ªb = 208,82 mm.
DO#
Nota9ª = 391,11...mm. …...............Nota9ªb = 195,55... mm.
RE
Nota3ª = 371,25 mm …................. Nota 3ªb= 185,625 mm.
RE#
Nota11ª = 347,65...mm. ….............Nota11ªb= 173,82
mm
MI2
Nota13ª = 660/2 = 330 mm.
.
ORDEN
DE APARICIÓN DE NOTAS Y DIFERENCIAS CON EL PITAGÓRICO:
Lo
antes visto significa que en el sistema Enarmónico las notas surgen
con el siguiente orden: MI
- LA - RE - SOL - DO - FA - SI - FA# - DO# - SOL# - RE# - LA#
Esta
sucesión es casi igual a la que se obtenía con el sistema por
Quintas, que era: MI -
LA - RE - SOL - DO - FA - LA# - RE# - SOL# - DO# - FA# - SI
Por
lo que en ambos casos solo se diferencia la serie en el SI.
Que en el sistema cromático por Quintas, se obtiene en último
lugar; mientras en el enarmónico (que en este epígrafe estudiamos)
aparece en el centro; después de las Notas naturales.
Siendo
la diferencia entre ambas temperaciones:
Mi;
La; Re; Sol; Do; Fa; La#; Re#; Sol#; DO#; Fa#;
Si
= Por Quintas.
Mi;
La; Re; Sol; Do; Fa; Si;
La#; Re#; Sol#; DO#; Fa# = Enarmónica
.
MODOS
ENARMÓNICOS:
A
mi juicio, los Modos enarmónicos serían muy parecidos a los
Cromáticos por Quintas; pero variarían al tener el “Si” en
distinto lugar. Por cuanto podremos definirlos de la siguiente forma:
-Modo
1º: Mi; La; Re; Sol; Do; Fa; Si; La#; Re#; Sol#;
DO#; Fa# ; Mi
-Modo
2º: La; Re; Sol; Do; Fa; Si; La#; Re#; Sol#; DO#;
Fa#; Mi; La
-Modo
3º: Re; Sol; Do; Fa; Si; La#; Re#; Sol#; DO#; Fa#;
Mi; La; Re
-Modo
4º: Sol; Do; Fa; Si; La#; Re#; Sol#; DO#; Fa#; Mi;
La; Re; Sol
-Modo
5º: Do; Fa; Si; La#; Re#; Sol#; DO#; Fa#; Mi; La;
Re; Sol; Do
-Modo
6º: Fa; Si; La#; Re#; Sol#; DO#; Fa#;
Mi; La; Re; Sol; Do; Fa
-Modo
7º: Si; La#; Re#; Sol#; DO#; Fa#; Mi; La; Re; Sol;
Do; Fa; Si
-Modo
8º: La#; Re#; Sol#; DO#; Fa#; Mi; La; Re; Sol; Do;
Fa; Si; La#
-Modo
9º: Re#; Sol#; DO#; Fa#; Mi; La; Re;
Sol; Do; Fa; Si; La#; Re#
-Modo
10º: Sol#; DO#; Fa#; Mi; La; Re; Sol;
Do; Fa; Si; La#; Re#; Sol#
-Modo
11º: DO#; Fa#; Mi; La; Re; Sol; Do;
Fa; Si; La#; Re#; Sol#; Do
-Modo
12º: Fa#; Mi; La; Re; Sol; Do; Fa; Si; La#; Re#;
Sol#; Do; Fa#
.
Después
podremos denominar los Modos de distintas formas; aunque su nombre
sería un problema de menor importancia. Pues lo relevante es
saber que -a mi juicio- hubo inicialmente doce Modos (uno por cada
nota de inicio). Siendo su utilidad, afinar las cuerdas conforme al
Tono en que cantaba el que se ayudaba con ese instrumento.
Tan
solo como de ejemplo, hemos diferenciado los Modos, atendiendo a
ciertas pautas generales para nominarlos (aunque, no sabremos nunca
qué nombre realmente tenían):
-Modo
Dórico: Comienza por MI
-Modo
Frigio: Comienza por FA
-Modo
Mixofrigio: Comienza por FA#
-Modo
Lidio: Comienza por SOL
-Modo
Hipomixodrio: Comienza por SOL#
-Modo
Mixolidio: Comienza por LA
-Modo
Mixodórico: Comienza por LA#
-Modo
Hipodórico: Comienza por SI
-Modo
Hipofrigio: Comienza por DO
-Modo
Hipomixodórico: Comienza por DO#
-Modo
Hipolidio: Comienza por RE
-Modo
Hipomixolidio: Comienza por RE#
SOBRE
Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Los
doce Modos desarrollados desde una Escala Enarmónica, antes
explicada. En imágenes
podemos ver cómo afinaría una cítara de trece cuerdas, con esta
Escala Modal armónica (en cada caso). El
orden de las notas, permitiría “arpegios” y “rasgueos”
melódicos; ya que las cuerdas van proporcionadas y ordenadas en
Notas reguladas por Quintas y Cuartas.
ABAJO:
Los últimos cuatro Modos de una Escala Enarmónica.
i
) CONCLUSIÓN FINAL:
En
las afinaciones Piagórica y Enarmónica, que hemos explicado
anteriormente; se encuentra una razón física, una matemática y
hasta una filosófica. Pues su principio es el mismo que el del
equilibrio medio y la gravedad; teniendo como ley “la mitad” (½).
Este fundamento de la Octava, es el del balance en el peso de cuerpos
y hasta el de la justicia general; pues la virtud y la Equidad
(Justitia y Aequitas) se representan como mujeres que sujetan una
balanza equilibrada. A diferencia de las Escalas pitagórica o
enarmónica, el sistema moderno que utilizamos para graduar
nuestras Notas, tan solo tiene un fundamento matemáticamente
irrebatible (como es “lambda” = raíz doce de 2; o bien 2
elevado 1/12). Pero nuestro Temperamento Igual, carece de
explicación filosófica; pues no encuentro razón natural a este
número que llamamos “lambda” y que en su serie de decimales
resulta: 1,0594630943592952645....
En
cita (63) podremos ver la
similitud y cercanía en intervalos que hay entre las Escalas
Pitagórica, Enarmónica y la Igual Temperada. Cuyas diferencias son
milimétricas; lo que pone en duda esta fórmula actual que
utilizamos para graduar las Escalas de un modo equidistante e igual.
.
Es
posible que la raíz doceava de 2, o bien elevar 2 a 1/12; pueda
tener un sentido ligado al Cosmos, a los sínodos de los astros, a
sus distancias o a las órbitas estelares y planetarias. Pero aún no
encontramos razón que lo justifique. Muy por el contrario, el
sistema de afinación Pitagórico y el Enarmónico; guardan unas
relaciones físicas universales, que inspiraron teorías como la de
Newton y que son inexplicables desde el punto de vista estético. Sin
que nadie haya dado razones científicas del por qué en la música
pitagórica; desde unas proporciones matemáticas muy básicas, se
llega a resolver la estética armónica del sonido, pero su fórmula
también se relaciona con cuestiones de mecánica gravitatoria.
Pudiendo fundamentar tan solo que ½ es el primer quebrado y por ello
todo en su mitad es proporcionalmente perfecto; pero lo que no
entenderemos es por qué una cuerda partida en su medio produce la
misma Nota en una escala inferior y además, si se vuelve a dividir
por ½ + (½ : 2) sigue produciendo notas armónicas hasta completar
una Octava de doce Notas. El problema se acrecienta si pensamos
que la cuerda musical, es unidimensional y representa la linea. Por
lo que habremos de trasladar el mismo concepto a dos dimensiones.
Observándolo que en una superficie plana (bidimensional); donde se
produce la misma Nota (en una Octava diferente) si su relación de
tamaños es del cuadrado, mientras -asimismo- las Quintas suceden en
razón de (½ a + ½ b). Es decir que si fabricamos un platillo
de batería que golpeado produce el tono de Do; para hacer otro que
suene Do en una Octava (mas baja o más alta) necesitamos que sean
iguales pero guardando una relación en sus superficies del cuadrado
(o de la raíz cuadrada). Tras ello, multiplicando por (½ a + ½ b)
ese área de los platillos, hallaríamos la Octava entera de doce
intervalos armónicos.
.
Si
trasladamos estas proporciones de la Escala Pitagórica al mundo real
(tridimensional), veremos que es el cuadrado, la relación de dos
martillos que suenan en un mismo Tono y dos Octavas diferentes (“Do1”
y “Do2”). Un hecho que fue aprovechado por Newton para formular
sus primeras ideas sobre la Ley de los Graves; partiendo de las
investigaciones que Kepler habíar realizado, también siguiendo los
principios del pitagorismo. Destacando
Newton que este principio de la armonía explicado tal y como lo
plantean por medio de pesos de martillos colgados tensando cuerdas,
es una exposición que tiene gran relación con el fundamento
gravitatorio. Es decir que los pesos corresponderían a la masa y las
cuerdas a la atracción de campos y fuerzas. Llegando a afirmar
el genial inglés, que nace el planteamiento del monocordo y de la
armonía así, de la intuición o del conocimiento de la tensión
existente entre los planetas en campos gravitatorios en relación al
cuadrado de la masa y proporcionalmente inverso a las distancias de
éstos. En relación a la música y su paralelismo con la fuerza
gravitatoria, concluye Newton:
“Si
dos cuerdas del mismo grosor están tensadas mediante pesos, sonarán
al unísono cuando tales pesos estén entre sí en relación al
cuadrado de las longitudes de las cuerdas. Aplicado a los cielos, los
pesos de los planetas hacia el Sol guardan la misma relación que el
cuadrado de sus distancias respectivas”
(64)
.
JUNTO
ESTE PÁRRAFO: Portada del
libro de Angel Román LA MÚSICA EN LA IBERIA ANTIGUA (de Tarteso a
Hispania). En ella vemos la cítara que contiene en bajorrelieve la
Estela de Luna (expuesta en
el Museo Provincial de Zaragoza). La lira tartessia representada en
esta losa, fechada entorno al
siglo VI a.C.; a juicio de Angel Román tenía nueve cuerdas. El
investigador la ha reconstruido y llega a interpretar piezas con
ella; por lo que le conocen como “El Schulten de la música
antigua” (65)
. A mi juicio y tras haber contado minuciosamente las cuerdas que
contiene esta cítara de la estela de Luna; llego a la conclusión de
que tiene trece cuerdas. Todo lo que sería una Escala completa; tal
como las que hemos visto en imágenes anteriores (recogiendo sobre
ellas los Modos pitagóricos y helenos).
ESTE
CAPÍTULO, SE HA DIVIDIDO EN DOS PARTES DEBIDO A SU EXTENSIÓN; ESTA
ES LA SEGUNDA. PARA HALLAR LA PRIMERA PULSAR SOBRE EL SIGUIENTE
ENLACE:
https://decnossosatartessos.blogspot.com/2020/03/nuevo-modo-de-interpretar-los-modos_29.html
.
https://decnossosatartessos.blogspot.com/2020/03/nuevo-modo-de-interpretar-los-modos_29.html
.
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CITAS:
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.
(38a):
David
Martín Sánchez
Fecha de publicación: Abril de 2011.
Artículo publicado en la revista nº 0019 de Sinfonía Virtual
Fecha de publicación: Abril de 2011.
Artículo publicado en la revista nº 0019 de Sinfonía Virtual
.
CONTINÚA
ESTE ARTÍCULO EXPONIENDO:
"Antes
de señalar los diferentes tipos de nomos, es necesario hablar de los
principales instrumentos griegos: la cítara y el aulos. El aulos era
el instrumento de viento más importante de la antigua Grecia,
fabricado de caña, hueso, madera o marfil, con lengüeta doble.
Consistía en dos tubos que se soplaban simultáneamente, uno de
ellos hacía la melodía y el otro hacía una nota tenida. Era
considerado el instrumento del culto a Dionisos y de carácter rural,
interpretado sólo por hombres. Posteriormente se utilizó en los
géneros corales como el ditirambo y el coro de la tragedia
ateniense. Se empleaba con percusión (tímpano y címbalo) para
crear éxtasis en danzas orgiásticas. En los siglos V y IV a.C.
aparecieron en Atenas sentimientos en contra del aulos, destacando el
deseo de Platón y Aristóteles de prohibirlo en su estado ideal.
Para Aristóteles el aulos era demasiado excitante y no expresaba
carácter moral. (6)
La cítara era considerada el instrumento consagrado al dios Apolo, se llevaba con una cinta para colgarla al hombro y tenía siete cuerdas (doce a partir del siglo V a. C.). Se tocaba con un plectro en la mano derecha mientras la izquierda pisaba las cuerdas. A diferencia del aulos la cítara pertenecía a la sociedad aristocrática y guerrera y servía para acompañar al cantor. En la mitología griega Apolo tocó la cítara en su competición con el sátiro Marsias y Orfeo la utilizó para calmar bestias. Platón en La República considera a la lira y a la cítara como instrumentos de ciudad mientras que los instrumentos de viento serían más aconsejables para el campo.
La cítara era considerada el instrumento consagrado al dios Apolo, se llevaba con una cinta para colgarla al hombro y tenía siete cuerdas (doce a partir del siglo V a. C.). Se tocaba con un plectro en la mano derecha mientras la izquierda pisaba las cuerdas. A diferencia del aulos la cítara pertenecía a la sociedad aristocrática y guerrera y servía para acompañar al cantor. En la mitología griega Apolo tocó la cítara en su competición con el sátiro Marsias y Orfeo la utilizó para calmar bestias. Platón en La República considera a la lira y a la cítara como instrumentos de ciudad mientras que los instrumentos de viento serían más aconsejables para el campo.
(38b):
Una vez comentados los principales
instrumentos de la música griega podemos hablar de los siguientes
tipos de nomos:
Nomos citaródicos: consisten en interpretar con la voz un texto, generalmente épico, con acompañamiento de cítara, la cual dobla a la voz o improvisa mientras ésta descansa. Destaca Terpandro de Lesbos (s. VII a.C) quien, según indica Pseudo Plutarco, fue el primero en dar nombre a los nomos citaródicos y en distinguirse en el arte citaródico, pues cuatro veces sucesivas está registrado su nombre por escrito como vencedor en los Juegos Píticos. De Terpandro también se sabe que instauró en Esparta la enseñanza de la música y que aumentó de cuatro a siete el número de cuerdas de la lira con el fin de demostrar su superioridad a la flauta.
Nomos citarístico: interpretaciones de solo de cítara.
Nomos citaródicos: consisten en interpretar con la voz un texto, generalmente épico, con acompañamiento de cítara, la cual dobla a la voz o improvisa mientras ésta descansa. Destaca Terpandro de Lesbos (s. VII a.C) quien, según indica Pseudo Plutarco, fue el primero en dar nombre a los nomos citaródicos y en distinguirse en el arte citaródico, pues cuatro veces sucesivas está registrado su nombre por escrito como vencedor en los Juegos Píticos. De Terpandro también se sabe que instauró en Esparta la enseñanza de la música y que aumentó de cuatro a siete el número de cuerdas de la lira con el fin de demostrar su superioridad a la flauta.
Nomos citarístico: interpretaciones de solo de cítara.
Nomos
aulódico: canto acompañado por el aulos. Destaca Polimnesto (s. VI
a.C).
Nomos aulético: interpretación de solo de aulos, sin canto. El más famoso es el nomos Pítico, referido a la victoria de Apolo con la serpiente Pitón de Delphi. Otro personaje destacado fue Sacadas, el intérprete más famoso del siglo VI a.C. que ganó los Juegos Píticos del año 586 en esta variedad de nomos aulético.
Nomos aulético: interpretación de solo de aulos, sin canto. El más famoso es el nomos Pítico, referido a la victoria de Apolo con la serpiente Pitón de Delphi. Otro personaje destacado fue Sacadas, el intérprete más famoso del siglo VI a.C. que ganó los Juegos Píticos del año 586 en esta variedad de nomos aulético.
.
(39):
CURT
SACHS
LA
MÚSICA EN EL MUNDO ANTIGUO -ORIENTE Y OCCIDENTE-
Traducción
de La Musica nel Mondo Antico
Sansoni
Editore. Florencia 1981
(pag
143)
.
(40):
Idem.
Cita (39)
(pag
119)
.
(41):
Idem.
Cita (39)
(pag
120)
.
(42):
Idem.
Cita (39)
(pag
121)
.
(43):
A
todo interesado le recomendamos consultar su PDF liberado en la red:
http://www.helsinki.fi/~whiting/problems01.pdf
)
.
(44):
Idem.
Cita (39)
(pag
121)
.
(45):
David
Martín Sánchez
Fecha de publicación: Abril de 2011.
Artículo publicado en la revista nº 0019 de Sinfonía Virtual
Fecha de publicación: Abril de 2011.
Artículo publicado en la revista nº 0019 de Sinfonía Virtual
"Según
Arístides Quintiliano, autor del que se desconoce cuándo escribió
su tratado De música pero que se cree ubicado entre los siglos I
a.C. y V d.C, por lo que pertenecería a la misma época que el
tratado de Pseudo Plutarco (s II d.C.) (7), un género es una
determinada división del tetracordio, pudiendo ser de tres tipos:
diatónico, cromático y enarmónico, los cuales se diferencian por
la estrechez o amplitud de sus intervalos. Hay que tener en cuenta
que “los teóricos griegos se ocuparon, sobre todo, de la doctrina
de los intervalos, calculando sus distancias en base a relaciones
numéricas y analizando los distintos modos en que los mismos
intervalos pueden disponerse en el interior de los tetracordios".
El género diatónico se corresponde con la secuencia de intervalos que existe en: MI-FA-SOL-LA, es decir: semitono, tono, tono; ( ½, 1, 1 ). Para Quintiliano es aquel en el que predominan los tonos puesto que la voz se tensa más fuertemente y al mismo tiempo el más natural puesto que incluso las personas que carecen por completo de instrucción pueden cantarlo.
El género cromático corresponde a la secuencia de intervalos que hay en: MI-FA-FA#-LA (semitono, semitono, tono y medio) (½, ½, 1 ½) y para Quintiliano es aquel tensado a través de semitonos y que es más técnico, pues se canta sólo entre los instruidos. Respecto a este género, el autor del Papiro de Hybeh niega que haga cobardes a los hombres.
El género enarmónico corresponde a: MI, MI*, FA, LA (cuarto de tono, cuarto de tono, dos tonos) (¼, ¼, 2). Según Quintiliano es aquel en el que predominan los intervalos más pequeños, es el más exacto y ha gozado de gran aceptación entre los más distinguidos en música pero para la mayor parte de la gente es imposible de cantar. Pseudo Plutarco cita a Aristóxeno, quien afirma que los músicos suponen que Olimpo fue el inventor de este género y que todas las melodías antes que él habían sido diatónicas y cromáticas. Por su parte, el Papiro de Hibeh (s. III a.C.) niega que el género enarmónico haga más valientes a los hombres.
El género diatónico se corresponde con la secuencia de intervalos que existe en: MI-FA-SOL-LA, es decir: semitono, tono, tono; ( ½, 1, 1 ). Para Quintiliano es aquel en el que predominan los tonos puesto que la voz se tensa más fuertemente y al mismo tiempo el más natural puesto que incluso las personas que carecen por completo de instrucción pueden cantarlo.
El género cromático corresponde a la secuencia de intervalos que hay en: MI-FA-FA#-LA (semitono, semitono, tono y medio) (½, ½, 1 ½) y para Quintiliano es aquel tensado a través de semitonos y que es más técnico, pues se canta sólo entre los instruidos. Respecto a este género, el autor del Papiro de Hybeh niega que haga cobardes a los hombres.
El género enarmónico corresponde a: MI, MI*, FA, LA (cuarto de tono, cuarto de tono, dos tonos) (¼, ¼, 2). Según Quintiliano es aquel en el que predominan los intervalos más pequeños, es el más exacto y ha gozado de gran aceptación entre los más distinguidos en música pero para la mayor parte de la gente es imposible de cantar. Pseudo Plutarco cita a Aristóxeno, quien afirma que los músicos suponen que Olimpo fue el inventor de este género y que todas las melodías antes que él habían sido diatónicas y cromáticas. Por su parte, el Papiro de Hibeh (s. III a.C.) niega que el género enarmónico haga más valientes a los hombres.
.
(46):
Idem.
Cita (39)
"El
diatónico, el cromático y el enarmónico, los tres géneros de la
música griega, fueron la máxima
prueba
de que las dos notaciones eran más bien tablaturas que designaciones
escritas de alturas
sonoras.
Los griegos llamaban diatónico –como nosotros– a una escala
compuesta de cinco tonos
enteros
y dos semitonos, o sea que tenía dos tonos enteros y un semitono en
cada tetracordo. El género
(genus)
cromático (en las palabras de Arístides Quintiliano “como `croma´
color, introducido entre le
blanco
y el negro”) era el “dulcísimo” género y el mejor para
expresar la tristeza, porque tenía una
tercera
menor y dos semitonos en cada tetracordo. Un tetracordo enarmónico
consistía en una tercera
mayor
y dos microtonos de (más o menos) un cuarto de tono cada uno”.
(pag
116)
“Arístides
Quintiliano enumera los tres géneros en el orden: enarmónico,
cromático y diatónico. Él y Plutarco llamaban al enarmónico
simplemente “armonía” y al contrario, “estructura” era la
palabra dada a todo tipo de escalas; menos de mil años más tarde,
los mahometanos, herederos de la teoría musical griega, describían
el enarmónico como el género “normal”.
Aristóxeno aseguró más claramente que, mientras existían tres
géneros, los antiguos en sus tratados solamente hablaban de uno de
ellos. Mis predecesores han tratado exclusivamente del género
enarmónico, no del diatónico ni del “cromático”. La opinión
mejor fundada es la aquella presentada por Plutarco 34: “De los
tres géneros en los que se separa la escala musical,
correspondientes en número y potencia a sus respectivos sistemas,
sonidos y tetracordos, uno solo fue cultivado por los antiguos. En
sus tratados no hallamos ninguna indicación sobre el uso del género
diatónico o cromático, sino solamente del enarmónico”.
(pag
116)
“El
enarmónico original era pentatónico; sus tetracordos tenían una
tercera mayor con un semitono
indiviso
abajo. Los cuartos de tono eran un refinamiento más reciente y no se
habla de ellos en los
testimonios
que subrayan la precedente importancia o incluso la exclusividad del
enarmónico. El primer enarmónico no desapareció completamente
después de que el semitono se dividió, sino que continuó
persistiendo junto con los otros géneros, Olimpo, al que Aristóxeno
atribuía “la invención” del primer enarmónico. Se le ocurrió
a Olimpo saltar la nota sol de alguna melodía, y tanto se apegó a
la abierta tercera mayor la-fa que la transportó a la escala dórica.
Esta observación es complicada, pero Hugo Riemann da prontamente una
explicación “plausible”. Olimpo, como frigio, necesariamente
debía haber imaginado su nuevo género en el modo Frigio; y sólo
después se sobrepuso al gusto griego y lo adoptó al modo Dórico”.
(pag
117)
“El
extraordinario significado del enarmónico puede arrojar nuevas luces
sobre la evolución de la
afinación
de la lira griega. Las pinturas sobre vasos primitivos, y también
las fuentes literarias de los primeros siglos – VIII y IX –
atestiguan sobre liras con apenas tres o cuatro cuerdas. A esto no se
la ha dado la debida importancia: los pocos autores que se
interesaron más allá de las fuentes escritas consideraron este
hecho en las fuentes figurativas como una licencia poética; después
de todo los vasos eran pequeños y los pintores no tenían mucho
espacio para extender su composición. Pero Ludwing Deubner logró
finalmente demostrarla existencia de las liras con tres o cuatro
cuerdas”
(pag
117)
.
(47):
LUIS
CALERO RODRÍGUEZ
LA
VOZ Y EL CANTO EN
LA ANTIGUA GRECIA
TESIS
DOCTORAL Madrid,
2016
"De
cómo estén organizadas las otras dos notas internas que conforman
el tetracordo dependerá el genos musical. Los teóricos griegos
distinguían tres géneros: el diatónico, el cromático y el
enharmónico. Los tres géneros se distinguen entre sí por la
estrechez o amplitud de sus intervalos (Aristid.Quint. 1.9.1: ἐκ
tῆς
tῶν
dιastηµάtων
ἐγγύtηtος
ἢ µaκρόtηtος
λaµßάνονta
tὰς
dιafοράς)‘
. El diatónico, probablemente el más antiguo de los tres y más
natural para el hombre en palabras de Aristóxeno (24.20-25-4), es un
universal musical que aparece en todos los repertorios de todo el
planeta. Iría seguido del cromático en dificultad y del
enharmónico en último lugar, al que se acostumbra uno sólo con
gran esfuerzo (µetὰpολλοῦ
pόνου
sυνeθίζetaι
ἡ aἴsθηsις).
De esta misma opinión es Aristides Quintiliano (1.9.16-22), para
quien el diatónico es el más natural, porque lo pueden cantar todas
las personas, incluso quienes carecen de instrucción, mientras que
el cromático sólo lo pueden cantar los instruidos por su carácter
más técnico y el enharmónico era imposible de cantar para la
mayoría por estar basado en el intervalo de diesis (el cuarto de
tono) considerado por los teóricos como amelódico. De manera que
si, tal y como hemos apuntado antes, las notas extremas del
tetracordo se mantenían fijas, en la organización interna del
mismo el intervalo más grave solía ser el más pequeño y el más
agudo, el mayor. De este modo, el diatónico estaría formado por dos
intervalos superiores de tono cada uno de ellos y por un semitono en
el intervalo inferior, el cromático tendría un intervalo superior
de dos tonos y medio, mientras que los dos inferiores serían
semitonos, y, por último, el enharmónico estaría formado por dos
intervalos”
.
(48a):
SE
REFIERE A LAS TECLAS BLANCAS DEL PIANO, ES DECIR A LAS NOTAS:
DO,
RE, MI, FA, SOL, LA, SI (naturales; prescindiendo de las teclas
negras).
.
Idem.
Cita (39)
pags 134 a 136 (SIC):
“El
porque de las confusiones con las cuales los griegos representaban
sus modos como secciones de
escalas
dóricas halla una explicación natural en la pobreza de sus
terminologías musicales, que no tenían
palabras
especiales para indicar los sostenidos o bemoles. En realidad se
contentaban de una forma de
solmización
verdadera y de una aproximativa”.
(pag
134)
“Siguiendo
la tabla hacia abajo a lo largo de la línea vertical que marca el
límite superior de la escala
modal,
parece ascender la escala dórica, aunque en realidad no deja nunca
la nota mi’. Comienza de la
mese
y prosigue con paramese, trite, paranete, nete; andando así debe
hallar trite, paranete y nete del
tetracordo
más alto. Esto suena familiar ya que hallamos declaraciones
similares en algunos tratados
tardíos
griego y finalmente todos los libros modernos sobre el tema enseñaban
que las escalas modales
de
los griegos eran inversiones (o sea regresiones) sacados de la serie
de las teclas blancos”:
.
Hipodórica
La Sol Fa Mi Re Do Si La Sol Fa
Mi Re Do Si
Hipofrigia
Sol Fa Mi Re Do Si La Sol Fa Mi Re Do
Si
Hipolidia
Fa Mi Re Do Si La Sol Fa Mi Re Do
Si
Dórica
Mi Re Do Si La Sol Fa Mi Re
Do Si
Frigia
Re Do Si La Sol Fa Mi
Re Do Si
Lidia
Do Si La Sol Fa Mi Re
Do Si
Mixolidia
Si La Sol Fa Mi Re Do Si
.
“La
única excepción a esta confusión de alturas absolutas y relativas
es una tesis inglesa escrita hace
doscientos
años: Explanation of the Modes or Tones in the ancient Graecian
Music de Fr. Haskin Eyles
Stiles.
El dr. Otto I. Gombosi ha demostrado al final que los griegos no
decían que la frigia corría de la
paranete
a la más baja lichanós o sea re’-re, ni pretendían que “el
Lidio corriese de la trite a la más baja
parhypate”,
do’-do, pero seguramente intercalaban la palabra “casi” hoìon
to. De hecho en el
momento
en que los griegos no tenían los términos para utilizar las teclas
negras, fueron por decir así”
(pag
135)
.
(48b):
“Perdidos
en el embrollo de la terminología griega, mezclaron dos hechos
opuestos: (a) que, definido en términos de las teclas blancas, la
Hipodórica era un modo de La; (b) que en el sistema perfecto la
Hipodórica era la escala más baja y por consiguiente establecieron
el siguiente bien conocido sistema de ocho tonos eclesiásticos sobre
la Hipodórica como la más baja escala modal entre La y La”
.
Séptimo
tono o Mixolidia
Sol La Si Do Re Mi Fa Sol
Quinto
tono o Lidia Fa
Fa Sol La Si Do Re Mi Fa
Tercer
tono o Frigia
Mi Fa Sol La Si Do Re Mi
Primero
y octavo tono o Dórica y Mixolidia Re Mi Fa Sol La
Si Do Re
Sexto
tono o Hipolidia Do Re Mi
Fa Sol La Si Do
Segundo
tono o Hipofrigia Si Do Re Mi Fa
Sol La Si
Segundo
tono o Hipodórica La Si Do Re Mi Fa Sol
La
(pag
136)
.
(49):
Idem
cita
(47)
pag 154
.
(50):
Idem
cita
(47)
pag 20
“Eran
cantados por profesionales, acompañados habitualmente por lo que
Homero denomina forminge (fόρµιγξ),
un instrumento parecido a la cítara, aunque de menor tamaño y algo
más sencillo que podemos ver en la imagen de la izquierda. Su caja
de resonancia solía ser de forma semilunar, de pequeños brazos de
madera y, dado su tamaño, más grande que la lira, en la imagen
central (λύρa),
pero más pequeño que el bárbito, a la derecha, (ßάρßιtος).
Se cree que su sonido debía de ser más grave que la segunda y más
agudo que éste último” (pag 181)
.
“Hay
muchas probabilidades de que este tipo de práctica sobreviviera
después de la destrucción de los palacios micénicos, puesto que
sabemos que compositore8s como Arquíloco o Terpandro, o incluso
Hesíodo antes que ellos, dedicaron sus esfuerzos a la épica
conservadora en el siglo VII a.C. Sin embargo, el contexto en que se
desarrollaba la representación en sí había cambiado definitivamente
para pasar al ámbito de los festivales, primero el cuatrienal de
Delos y, a partir de mediados del siglo VI a.C., momento en el que,
según opinión de muchos, fue fijado el texto homérico gracias a
Pisístrato, también en las Panateneas”. (pag 182)
.
“Sea
como sea, la describe, de nuevo, Pseudo Plutarco (1140.F.1-4), cuando
nos informa de que se atribuía a Terpandro la introducción de la
nete doria, de la que suspredecesores no habían hecho uso,
información confirmada por el corpus aristotélico si en un
heptacordo del modo dorio diatónico se suprime la trite y se
añade
a la nete una nueva nete, llamada doria, el intervalo entre esta nete
doria añadida y la hípate no es ya de séptima, y por ello
disonante, sino de octava, consonante. Con esta invención de
Terpandro se obtiene igualmente el acorde o intervalo de quinta entre
la nete doria y la mese y el intervalo de cuarta entre la mese y la
hípate, ambos consonantes. No obstante, como acabamos de observar,
las tablillas mesopotámicas encontradas y publicadas entre 1960 y
1969 por la Universidad de Oxford prueban el conocimiento en
Mesopotamia de la heptatónica completa (...) Posiblemente, este tipo
de escalas se usaba en la época de los palacios micénicos, como
atestiguan los vestigios de liras heptacordes, que, a su vez,
dependen de modelos minoicos anteriores. (pag 192) .La Creta minoica
pudo haber sido el enlace transmisor de este instrumento y de su
práctica musical al resto de Grecia y Terpandro es la figura mítica
que representa ese trasvase en el ideario historiográfico de la
Antigüedad griega. (193) Los poemas de Safo y Alceo (finales del
VII-VI a.C.) también revelan la proximidad geográfica de Lidia, de
manera que el propio Aristóxeno (fr. 81.1), según nos atestigua
Pseudo Plutarco (1136.D.1-4), adjudica a Safo la invención del modo
mixolidio, modo patético, apropiado para las tragedias, que de ella
fue aprendido, a su vez, por los poetas trágicos”. (pag 193)
.
(51):
Idem
cita
(47)
(pag
155 y 156)
.
(52):
David
Martín Sánchez
Fecha de publicación: Abril de 2011.
Artículo publicado en la revista nº 0019 de Sinfonía Virtual
Fecha de publicación: Abril de 2011.
Artículo publicado en la revista nº 0019 de Sinfonía Virtual
"Platón
considera que las armonías lidias tienen carácter lastimero y es
preciso suprimirlas porque son malas tanto para los hombres como para
las mujeres; las armonías utilizadas en los festines son algunas
variedades de la jónica y la lidia, consideradas como armonías
relajantes mientras que las únicas armonías que pueden tener algún
uso para los guerreros son la dórica y la frigia.
Arístides Quintiliano señala que “generalmente los tonos son tres: dórico, frigio y lidio. De ellos, el dórico es útil para las interpretaciones vocales más graves, el lidio para las más agudas y el frigio para las intermedias. Los restantes se observan sobre todo en las composiciones instrumentales, pues éstas se construyen en sistemas muy extensos”.
"Con respecto al tema de las innovaciones musicales, Fubini explica que entre los siglos VI y V a.C. adquieren entidad propia las innovaciones referidas al campo de las técnicas instrumentales y compositivas; se introducen en Grecia la armonía frigia y lidia que determinan su sistema de relaciones entre cada tonalidad o modo y los diferentes temas o motivos con que debía ejecutarse cada canto. Recoge que Damón, célebre músico maestro de Pericles, presenta un carácter muy conservador, dando gran importancia a la tradición dado que toda innovación musical era considerada peligrosa para el orden y el equilibrio del Estado".
"Según Damón, “cada armonía provoca en el alma un movimiento propio: el Lidio de carácter lamentoso tiene una influencia afeminante, el Jonio conviene a los banquetes y las tonalidades Frigia y Doria invitan a la moderación y al valor respectivamente porque sus sonidos imitan los nomos antiguos”.
Arístides Quintiliano señala que “generalmente los tonos son tres: dórico, frigio y lidio. De ellos, el dórico es útil para las interpretaciones vocales más graves, el lidio para las más agudas y el frigio para las intermedias. Los restantes se observan sobre todo en las composiciones instrumentales, pues éstas se construyen en sistemas muy extensos”.
"Con respecto al tema de las innovaciones musicales, Fubini explica que entre los siglos VI y V a.C. adquieren entidad propia las innovaciones referidas al campo de las técnicas instrumentales y compositivas; se introducen en Grecia la armonía frigia y lidia que determinan su sistema de relaciones entre cada tonalidad o modo y los diferentes temas o motivos con que debía ejecutarse cada canto. Recoge que Damón, célebre músico maestro de Pericles, presenta un carácter muy conservador, dando gran importancia a la tradición dado que toda innovación musical era considerada peligrosa para el orden y el equilibrio del Estado".
"Según Damón, “cada armonía provoca en el alma un movimiento propio: el Lidio de carácter lamentoso tiene una influencia afeminante, el Jonio conviene a los banquetes y las tonalidades Frigia y Doria invitan a la moderación y al valor respectivamente porque sus sonidos imitan los nomos antiguos”.
Pseudo
Plutarco defiende que el mixolidio es un modo patético que se ajusta
a la tragedia, la cual surgió de unir el modo Dorio, que produce
efecto de grandeza y dignidad, con el mixolidio que produce un efecto
patético
.
(53):
INTRODUCCIÓN
TEÓRICO-PRÁCTICA A LA MÚSICA Y A LA DANZA EN LA GRECIA ANTIGUA;
SUGERENCIAS, ENIGMAS, EXPERIENCIAS
José
Luis Navarro González
Cuadernos
del CEMyR, 25; septiembre 2017, pp. 11-48; ISSN: e-2530-8378
(SIC)
3.1.
"Instrumentos de cuerda
3.1.1.
Instrumentos de cuerda: el grupo de «las liras»
Posiblemente
los más variados e importantes. Por doquier encontramos dibujos y
descripciones escritas de los instrumentos de esta serie. Vinculados
a Apolo con el nombre genérico de liras –ya se dijo–, se emplean
en las clases de música exigen habilidad y permiten el canto a la
vez que se tocan por parte del músico. Aun consciente de que puede
quedar excesivamente atomizado este apartado, me referiré a cada uno
de esos instrumentos por separado, comenzando por el más antiguo”.
.
“Forminge
( phormigx)
Es
la más simple y la más antigua. Asociada al quehacer de los aedos,
es de aspecto rudo y un tanto tosco. Tiene únicamente cuatro
cuerdas; sus sones son más limitados; su misión es la de acompañar
los versos que van desgranando los bardos de la época homérica.
Una caja de resonancia bastante amplia (êcheion) y lisa a un tiempo
da sustento a dos palos laterales los llamados brazos (pêcheis) que
en altura se ven atravesados por un tercero (zygos). En la parte
inferior de la caja se coloca el puente (magas). A él se sujetan las
cuerdas, hechas, al parecer, con intestinos de animal. Se anudan al
travesaño superior con unas tiras de cuero y se tensan. El
instrumento se sujeta con la mano izquierda y se hace sonar pulsando,
o mejor, pellizcando las cuerdas con los dedos de la mano derecha. El
sonido debía ser bastante simple y no muy susceptible de excesivos
matices. He escuchado el sonido de una forminge recientemente y he
quedado negativamente impresionado por su escasa potencia. A final de
la época clásica deja su sitio a otro instrumento más evolucionado
y con mayores posibilidades acústicas: la lira”.
.
“Lira
(lyra)
Pronto
la forminge cedió su sitio a la lira propiamente dicha. Ya
mencionamos unos sus orígenes míticos. Lo cierto es que la caja
simula la forma de un caparazón de tortuga; pronto pasa a fabricarse
en madera, recubriéndose la concavidad con una membrana de buey, lo
que podía favorecer la vibración. Los brazos, en la mayor parte de
los casos, están hechos de cuerno de ese mismo buey. En lo alto se
fija el travesaño al que se anudan ya no cuatro, sino siete cuerdas
que pueden ser de lino. Esta es la lira por antonomasia que se
utilizaba para las clases de música. Al instrumento acompaña una
púa, el llamado plêktron. Con la mano derecha se sujeta dicha púa
y se pulsan las cuerdas. A veces los dedos de la mano izquierda se
utilizan para pulsar las cuerdas o para amortiguar el sonido
deteniendo algunas vibraciones. Hay algo importantísimo que destacar
en la evolución del instrumento: se introducen lo que hoy llamamos
clavijas que permiten la afinación del instrumento en una secuencia
descendente de la siguiente manera: re-do-si bemol-la-sol-fa-mi. Y se
les da nombre a las cuerdas en correspondencia con el tono de
afinación. Esto es neatê –re–, paranéatê tê –do–,
paramesê –si bemol–, mésê –la–, hypermesê –sol–,
parahypatê –fa– e hypatê –mi–. Así, al igual que la
guitarra actual está afinada en la secuencia de seis cuerdas
mi-la-re-sol-si-mi, y las cuerdas se denominan
bordón-quinta-cuarta-tercera-segunda y prima, la lira heptacorde lo
está del modo que acabamos de indicar. Hay un curioso paralelismo, o
al menos una cierta analogía, al darles nombre a las cuerdas en
función de su colocación: «la extrema», «la que está junto a la
extrema», «la que está junto a la “media», «la media» y así
sucesivamente. Pese al avance que supuso la incorporación de la púa
y las tres cuerdas más, junto con la afinación, el sonido de la
lira era más apropiado para lugares cerrados. Su sonido no es en
exceso potente. Uno se pregunta si en ciertos contextos de tipo
colectivo en los que los rituales se desarrollan al aire libre se
escucharía la lira con nitidez y potencia; se requeriría
probablemente más de un músico y más de un instrumento. Con el
paso del tiempo se fabricaron liras de once cuerdas, más difíciles
de afinar y de las que no constan informaciones específicas”.
.
“Bárbito
(barbitos)
Sí
tenemos más información sobre una variante de la lira especialmente
utilizada en Lesbos durante el siglo vi y la primera mitad del siglo
v a.C. Apropiada para el canto eolio de Safo y Alceo, el bárbitos
se relaciona con los aspectos más sensuales, placenteros y disolutos
que los antiguos atribuían a la música. Sin variación en la caja
de resonancia, los brazos ya no son de cuerno sino de madera. Son
mucho más delgados y se rematan formando una línea mixta; se curvan
en la parte superior. Tienen una altura casi el doble de las liras
convencionales. El instrumento pues, es más ancho por arriba que por
abajo. Las cuerdas siguen siendo siete, pero ahora de una longitud
mucho mayor, lo que permitirá conseguir sonidos más graves.
Sabemos, no obstante, que hubo bárbitoi de once cuerdas. Esta lira
se toca de pie, lo que propicia que el músico pueda efectuar
movimientos corporales semejantes a la danza. A su vez la caja de
resonancia se fabrica sobre el caparazón de tortugas más pequeñas
que las que se vaciaban para fabricar las liras. El bárbitos hace
que los sonidos de la lira sean más potentes y sensuales. En
cortejos de las fiestas dionisíacas el empleo del bárbitos junto
con la llamada flauta de doble caña, los panderos y otros
instrumentos de percusión contribuía a crear un estado de ánimo
exaltado y disoluto muy propio del culto orgiástico de Dioniso. A
finales del siglo v a.C. curiosamente el bárbitos desaparece de la
iconografía y de las manos de los músicos griegos sin que tengamos
en absoluto claros los motivos”.
.
“Cítara
(kithara)
A
cambio del bárbitos, los siglos v y iv a.C. van a conocer la
expansión y el auge de otro derivado de las primitivas liras: la
cítara. Este es un instrumento adecuado a los músicos
profesionales. El citarista tiene que poseer unas destrezas
especiales. El citarista es un personaje un tanto especial. Viste de
forma diferente, con un traje llamativo, y lleva una corona de oro
sobre su cabeza. A semejanza de las viejas forminges, la caja es de
madera. Tiene una forma cuadrangular en su caja, que es más ancha.
Los brazos, ahora llamados agkônes, tienen un aspecto barroco.
Primero tienen forma curva, una notable anchura y a continuación
sobre esa forma curva se levantan dos pequeños maderos bastante
planos y bastante anchos. Un vistoso travesaño permitirá que se
acoplen a él las siete cuerdas, cada una con su correspondiente
clavija; con el paso de los años se fueron añadiendo más, hasta
llegar a un máximo de doce. El aspecto del instrumento es bello,
elegante, bien rematado. Se cree que el citarista profesional debía
cantar y tocar sumultáneamente. Debía, pues, dominar las dos
destrezas de la música; cantar y tocar a un tiempo y al parecer
melodías de cierta dificultad. Alternaban pasajes cantados con otros
únicamente instrumentales que intercalaban a modo de intermezzos
líricos entre las secuencias. La relación entre la poesía y la
cítara fue muy estrecha. Estesícoro de Hímera, siglo vii a.C.,
Terpandro de Lesbos, siglo vii a.C, el propio Sófocles,
siglo
v a.C., son ejemplos al respecto; fueron famosos por sus versos y por
su maestría en el manejo de la cítara. Otros como Timoteo de
Mileto, Execestides de Atenas y el también ateniense Amebeo
destacaron y cobraron fuertes sumas de dinero por el virtuosismo de
sus interpretaciones. De este último se cuenta que llegó a cobrar
un talento por actuación, una cantidad muy elevada en relación con
los sueldos de su época. A destacar que, en los certámenes
celebrados en Delfos, además de las pruebas deportivas, se
introdujeron, entrado el siglo vi a.C., esto es, relativamente
pronto, certámenes musicales en los que competían los citaristas.
Imagino que actuarían en el teatro y tengo mis dudas sobre la
correcta audición, y eso que el teatro de Delfos mantiene hoy día
una sonoridad excelente”.
.
“Instrumentos
de cuerda: el grupo de las arpas
Curioso
y variado resulta también el que denominaremos grupo de las arpas.
No son autóctonas, proceden de Lidia, y desde época muy antigua se
atestigua su presencia en la civilización cicládica. Este
instrumento se asocia a la mujer. Al menos hay tres instrumentos que
pueden ser incluidos en este epígrafe”.
.
“Triangulo
El
más popular de la familia de las arpas. De tamaño relativamente
grande, consiste en un triángulo formado por tres palos de madera.
En ese triángulo se insertan varias cuerdas –ni menos de nueve ni
más de cuarenta, que discurren paralelas a uno de los lados–.
Obviamente se anudan al madero superior y cada cuerda tiene una
longitud diferente. Las mujeres son las encargadas de hacer sonar
este instrumento que producía armonías que propendían a la
sensualidad y el erotismo. . El sonido se produce al golpear las
cuerdas sin plectro o púa, con los dedos desnudos. Los primeros
triángulos datan del 2800 a.C. Hay después un enorme y dilatado
vacío hasta el siglo vii a.C. en que reaparece con fuerza y se
extiende por el Asia Menor y el continente. El número de mujeres que
tocan este instrumento va aumentando notablemente: se les llama
psalteries precisamente porque el instrumento se va conociendo con el
nombre de psalterion; más tarde y en relación con el término que
designaba el puente de las liras (magas) se llamó a esta arpa
mágadis y de ahí derivó el verbo magadizein, esto es, tocar el
magadis o triángulo. Los sonidos eran potentes, armoniosos y
sensuales. Nunca, pues, se empleó esa arpa en la educación musical
de los jóvenes. A partir del siglo ii a.C. este instrumento dejó de
usarse”.
.
“Péctida
(pêctís)
De
forma semejante al trígono, la péctida consta de dos maderos que
forman un ángulo casi recto. En el inferior se sitúan las clavijas
y en el lateral izquierdo se van fijando las cuerdas en un número
que oscila entre doce y veintidós. Ese madero lateral puede curvarse
ligeramente en la parte superior. Esa es la diferencia más sensible
con el trígono. Por lo demás el sonido y la técnica de
interpretación son muy parecidas. Por ello ambas arpas –trigono y
péctida– se usaron como sinónimos. También a la péctida se le
dio el nombre de magadís. También eran mujeres –Safo entre otras–
quienes tocaban este instrumento y también eran sensuales sus
armonías; de ahí que se confundieran y se denominaran
indistintamente”.
.
“Sambice
(sambykê)
Este
instrumento, al parecer, recibió el nombre de un músico, Sámbico,
que lo tocaba con especial virtuosismo; más verosímil parece que se
le denominara así por su semejanza formal con un artefacto de guerra
empleado en el asedio a las ciudades que se llamaba precisamente así
(sambykê). La forma es muy distinta a la de los instrumentos de
cuerda que hemos visto hasta el momento: la caja de resonancia –a
diferencia de las demás arpas– es una pieza de madera con forma de
concha. En su parte superior se inserta un fino madero de cierta
longitud y de forma básicamente rectilínea pero combada sobre todo
en la parte inferior, que se une a la caja. Esa curvatura permite ir
acomodando las cuerdas –ocho por lo general–, que se acoplan a
otras tantas clavijas. Algunas fuentes dan a entender que se afinaban
por pares. Se pulsaban con las dos manos y a veces con plectro. A
diferencia de otras arpas, esta era tañida también por hombres. Al
parecer fue el poeta lírico Íbico el primero en utilizarla en
banquetes, y fue la Sibila quien extendió su uso por las tierras de
Grecia. El tamaño del instrumento era superior al metro y su sonido
más bien agudo. El siglo iii a.C. conoció el apogeo de este
instrumento, cuyo uso comenzó a declinar al comenzar el siglo
siguiente. Trescientos años después, en el siglo ii d.C. aparece
encajado en lo que se dio en llamar «instrumentos alejandrinos»”.
.
“Panduris
(pandouris)
Impropiamente
clasificado dentro de este grupo, la pandouris debería haberse
situado en otro apartado que sería el que hoy llamaríamos los
laúdes. Ni es una lira ni es un arpa. Es un cordófono en el que los
griegos de hoy quieren ver el precedente del actual bouzouki. De
arriba abajo el instrumento consta de clavijero con tres clavijas a
las que se acoplan las tres cuerdas de las que consta. Esas cuerdas,
muy largas, discurren apoyadas en el llamado mástil hasta el puente,
que se acopla a la caja de resonancia que está hecha de madera y
tiene forma ligeramente aconchada por detrás. Es otro concepto de
instrumento. Los primeros y más toscos instrumentos de este tipo
tenían tres cuerdas a las que se incorporó una cuarta al modo del
bouzouki actual. Cambia también la técnica de interpretación. El
músico está de pie: con la mano izquierda pisa las cuerdas a
distinta altura. Con el plectro en su mano derecha va pulsando las
cuerdas. Los sonidos que emite el instrumento no son muy potentes; se
diría que es un instrumento básicamente pensado para el
acompañamiento. Este instrumento era oriundo de Mesopotamia, aunque
también se le hace proceder de Siria. Data del tercer milenio a.C.
En su viaje desde el Oriente a Grecia pasó por Egipto y por Chipre.
En estos países era tocado por mujeres. A Grecia llegó en el siglo
iv a.C”.
.
(54):
Idem
cita (39)
pags 111 a 113
.
(55):
David
Martín Sánchez
Fecha de publicación: Abril de 2011.
Artículo publicado en la revista nº 0019 de Sinfonía Virtual
Fecha de publicación: Abril de 2011.
Artículo publicado en la revista nº 0019 de Sinfonía Virtual
.
(56):
EN
BUSCA DEL PLANETA PITAGÓRICO (capítulo XIV de Historia de los
temperamentos):
.
(57):
CITA
YA COMENTADA,
Diógenes
Laercio (Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más
ilustres) –L. VIII Pitágoras, 9-
IDEM
CITA (16) (pags
40 y 41)
.
(58):
CURT
SACHS
LA
MÚSICA EN EL MUNDO ANTIGUO -ORIENTE Y OCCIDENTE-
Traducción
de La Musica nel Mondo Antico
Sansoni
Editore. Florencia 1981
.
Segunda
Parte: El Medio Oriente
III.
La música en el antiguo Medio Oriente
“Entre
los instrumentos principales, estaba el arpa, a menudo adornada
artísticamente. No sabríamos como eran afinadas si no fuera por una
sola palabra descubierta de una fuente inesperada: “Antigüedades
judías” de Flavio Josefo, historiador y general hebreo, escrita en
el siglo I d.C., en la cual el arpa egipcia viene definida como
organom trigonon enarmonion usado por los arpistas del templo
(hieropsaltai). El arpa egipcia era por lo tanto enarmónica.
Es un testimonio aún no esclarecido. El tertracordo enarmónico,
como lo entendían los griegos, era compuesto por una tercera mayor y
un semitono; el término se refiere también a una héptada de estos
dos tetracordos conjuntos; o una octava de dos tetracordos disjuntos.
En una época más tardía los griegos separaron el semitono en dos
microtonos; pero esta variación “moderna” no es considerada en
los relatos de tradición milenaria de los templos griegos. En
consecuencia la escala era aproximadamente, La, Fa, Mi, Do, Si, con
tantas repeticiones de octavas más altas o más bajas que permitiera
el número de cuerdas. Lo que significa que los egipcios tenían la
misma escala arcaica que los griegos consideraban como el género más
antiguo y que los japoneses han mantenido hasta el día de hoy. En
cuanto a la lira que aparece en Egipto en el siglo XV a.C., o sea,
alrededor de doce o trece siglos de la primera aparición de las
arpas en los relieves esculpidos, difícilmente puede suponerse que
habían seguido el mismo género de tercera mayor pentatónica.
Josefo llamó explícitamente enarmónicas a las arpas, más no a
toda la música egipcia. Por lo tanto la afinación de las liras que
conocemos de la Grecia antigua, como en las modernas Nubia y Etiopía,
estaban sometidas al género pentatónico normal de tercera menor, o
sea, Mi, Sol, La, Si, Re, continuando en sentido ascendente o
descendente, según el número de cuerdas. No se duda en asegurar
que los antiguos arpistas e intérpretes de la lira debían de afinar
al oído, al igual que los modernos músicos en la afinación del
arpa, piano y órgano; y al oído, se aplica a las tres medidas
innatas: los intervalos de octava, quinta y cuarta. Iniciando en una
nota media que convenía a la voz del cantante, los antiguos músicos
debían haber afinado la otra cuerda a la altura de su quinta; una
cuarta debajo de ésta formaba la segunda sobre el tono inicial. O
bien se procedía en el otro modo: una cuarta sobre y una quinta
debajo de esta daba la segunda bajo el tono inicial”. (pag 35)
.
(59):
Idem
cita anterior:
“Los
instrumentos de aliento seguían una regla distinta. Su escala se
fundaba en la posición relativa de los huecos
para los dedos; y esta disposición era determinada por su longitud,
o sea, la distancia se calculaba en pies y pulgadas y no en base a un
criterio musical. (…) en la “Historia de los instrumentos
musicales” y no es necesario extenderse en particulares, salvo los
que se refieren al punto central: “La mayor parte de los
instrumentos de aliento sean primitivos o más evolucionados, tienen
los agujeros para los dedos en puntos más o menos equidistantes.
Pero tal equidistancia quita absolutamente la posibilidad de producir
cualquiera de las escalas musicales sin que la nota venga arreglada
mediante el tamaño de los huecos, el respiro, la disposición de los
dedos, o cualquier otro medio particular”.
Desafortunadamente
los muchos instrumentos de aliento representados en obras de arte
egipcias y sumerias, no son lo suficientemente claros para consentir
sus medidas. Pero un suficiente número de
instrumentos
reales que han sido llevados a la luz en estos dos países pueden dar
estos datos.
De
dos flautas egipcias halladas en una tumba del Imperio Medio (c.
2000 a.C.), una de 95 cms de
largo,
aunque tallada sin mucho cuidado, tiene los agujeros a 10, 11 y 13
quinceavos de su longitud; y la otra, de tal solo 90 cms, tiene
agujeros a ocho, nueve y diez doceavos. “teóricamente” la escala
de la primera flauta es 15:13, 13:11 y 11:10, o bien 248-289-165
centésimas; y la segunda flauta 12:10, 10:9 y 9:8 o bien 316, 182,
204 centésimas. Ambas tienen la extensión de una quinta (702 cents)
y la más pequeña era subdividida a modo de formar exactamente un
pentacordo pentatónico. En realidad la suficiente longitud de los
huecos y la interferencia de la caña bajo los mismos reducían la
nota más de la deseada, la nota más alta todavía era baja, porque
una parte más larga del instrumento interfería en la altura
teórica.
De
la antigua Sumer (c. 2700 a.C.) hay dos delgados oboes conservados en
el Museo de la Universidad de Filadelfia. Uno con cuatro agujeros
está roto y no podemos considerarlo, el otro con solo tres hoyos
está concebido con las relaciones 10:9:8:7, es decir aproximadamente
en tonos enteros (182204-231 centésimas)”.
(PAG
36)
“Ejemplos
más tardíos de divisiones en 12 se basaron en el vecino Oriente, ya
que 12 es el común denominador de las fracciones que designan a los
tres intervalos innatos: la octava 1:2, la quinta 2:3 y la cuarta
3:4. Pitágoras, según la “Isagoge” de Gaudencio divide su
canone o monocordio en 12 partes. En
el
siglo II. A.C. lo siguió el griego-egipcio Ptolomeo cuando adoptó
el tetracordo diatonikòn homolón, producido por las llaves, cero,
uno, dos y tres de una cuerda de laúd dividida en 12 partes iguales:
11 doceavos resultaban 3/4 de tono, 10 doceavos una tercera menor y 9
doceavos una cuarta. El teórico árabe Safi al-Din describe
exactamente el mismo principio hallándolo consonante y muy aplicado.
En efecto es mantenido como base de muchas escalas islámicas.
Dividir
una cuerda en partes iguales no fue el único sistema, ni siquiera el
más usado. Efectivamente las 12 partes iguales en cualquier medida
satisfacían musicalmente a las que consentían la octava exacta
(12:6) la quinta (12:8), la cuarta (12:9) y tercera menor (12:10).
Las otras razones (12:11 y 12:7), al contrario, eran musicalmente
insatisfactorias.
En
consecuencia, los laudistas hicieron lo que los instrumentistas de
aliento no habían osado: sustituyeron la inapropiada progresión
aritmética de las llaves de distancias iguales entre los sonidos,
con una progresión geométrica de distancias proporcionalmente
crecientes. El ataque a la mitad, a un tercio y a un cuarto de la
longitud total resultaban respectivamente los tres intervalos
principales; y aceptaban un quinto de la cuerda para determinar la
tercera mayor, y un sexto para la sexta menor”.
(pag
37)
.
(60):
PALABRAS
TOMADAS DE MI PONENCIA (Angel
Gómez-Morán Sanfafé). "Creación, temperación e
improvisación" en SIMPOSIO SOBRE PATRIMONIO INMATERIAL; LA VOZ
Y LA IMPROVISACIÓN (pags. 34 y ss) Fundación Joaquín Díaz
Valladolid 2008. ,
CITA 17:
“Esta
extraña historia de cómo
Pitágoras
descubre que en una
herrería
cuatro martillos suenan al
golpearse
con intervalos de
Octava,
Quinta y Cuarta,
en
razón
de
que uno era al doble del otro y
los
dos restantes 3/2 y 4/3 del
primero,
es de una trascendencia
histórica
de gran importancia
(relacionada
con la ley de los
graves).
Los biógrafos recogen
cómo,
tras ello, el sabio tensa con
esos
martillos cuatro cuerdas que
guardarán
los mismos intervalos.
Realmente,
el experimento no está
bien
descrito, pues para que sea
así
la razón en el peso (masa) de
los
martillos ha de ser del
cubo
y
en
la de tensión de cuerda, ha de
ser
del cuadrado (muy diferente a
1/2;
3/2 y 4/3). Hasta Vicenzo
Galilei
(después de 2.000 años) no se comprueban dichos intevalos,
pero
el descubrimiento de la razón
del
cubo y cuadrado que el padre
de
Galileo encuentra al “recrear”
el
monocordio de Pitágoras tendrá
una
gran importancia, pues
volverá
a relacionar la música con
el
Universo en base a la tensión
gravitatoria
proporcional al
cuadrado
y al cubo (como hizo
Johanes
Kepler). Por su parte,
Boecio
no describe un monocordo
por
tensiones, sino por secciones
(de
longitud).
Fundamentos
de
aritmética
(Instituto Arithmetica)
I,
X
(cap.1). Autor: Boecio, Ed. M.A.
Sanchez,
Universidad de León,
León,
2002. // Filolao, Fragmentos B-11 (cita
tomada
del discurso de ingreso en la Real Academia de C.E.F.N. de
Miguel
de Guzmán –Véase "Impactos de análisis armónico.
El
sueño pitagórico: todo es
armonía
y número".
Discurso de
ingreso
en la Real Academia de
Ciencias
Exactas, Físicas y
Naturales
del Académico Miguel
de
Guzmán (marzo de 1983).
Publica
R.A.D.C.E.F. Boletín 1983”.
.
(61):
Marinetti,
publica en el periódico parisiense Le Figaro el 20 de Febrero de
1909 el Manifiesto Futurista escribiendo: “Declaremos
que el esplendor del mundo se ha enriquecido con una belleza nueva;
la belleza de la velocidad. Un automóvil de carreras... un automóvil
rugiente, que parece correr sobre una estela de metralla, es más
hermoso que la Victoria de Samotracia”
Este “filósofo” que
fue el pensador del fascismo italiano, en 1919 nos dice en su
manifiesto de ingreso al partido de Mussolini:
“Queremos
glorificar la guerra, única higiene del mundo, el militarismo, el
patriotismo y el gesto destructor de los anarquistas, las bellas
ideas que matan y el desprecio a la mujer”.
.
(62):
HEGEL:
TESIS Y ANTÍTESIS; SÍNTESIS Y ANTISÍNTESIS (una nueva teoría,
sobre la dialéctica).
.
(63):
Notas
Pitagórica
Enarmónica
Igual
temperada
MI
660 mm
660
mm
660
mm
FA
626,484 mm
626,484
mm
622,95
mm
FA#
594,67 mm
586,66 mm
587,99
mm
SOL
556,875 mm
556,875 mm
554,99 mm
SOL#
528,596 mm
521,48 mm
523,84
mm
LA
495 mm
495
mm
494,44
mm
LA#
469,86 mm
463,53 mm
466,69
mm
SI
446,003 mm
440 mm
440,49
mm
DO
417,56 mm
417,56
mm
415,77
mm
DO#
396, 447
mm
391,11 mm
392,43
mm
RE
371,25 mm
371,25
mm
370,41
mm
RE#
352,39 mm
347,65 mm
349,62
mm
MI
330 mm
330
mm
330
mm
.
(64):
Estas
últimas frases (incluida la de Newton) las hemos recogido de mi
ponencia (pags 53 y 81)
Angel
Gómez-Morán Sanfafé:
Creación,
temperación e improvisación en SIMPOSIO SOBRE PATRIMONIO
INMATERIAL; LA VOZ Y LA IMPROVISACIÓN (pags. 34 y ss) Fundación
Joaquín Díaz Valladolid 2008.
.
(65):
Angel
Román, el Schuten de la música antigua (Artículo)
.
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